★// Te Pertenezco //★ (+18) TERMINADA

Capitulo 16

Daniel 

Hace tanto tiempo que no me sentía tan feliz, ni siquiera me sentí de esta manera cuando conocí a Mark.

Cierro mis ojos y disfruto de la lengua de Dylan que está recorriendo mi cuello.

Suelto pequeños gemidos, mi respiración es irregular, todo en mi esta emocionado y excitado.

Sus colmillos rozan en la parte más sensible de mi cuello, el lugar donde debería tener una marca de propiedad.

Rasguño las cobijas de la cama, queriendo que muerda.

- Quiero morder, pero aún no es tiempo - Gruño con desesperación.

Se levanta y me mira con burla.

- No te desesperes, quiero esperar a que tu celo llegue, para que seas solo mío~ - Su lengua da una rápida lamida en mis labios antes de separarse.

- Por favor hazlo, necesito sentir... - Una de sus manos levanta uno de mis muslos, los colmillos rozan la delicada piel.

- Puedo darte placer pequeño cachorro - Succiona y muerde con fuerza, sin llegar a romper mi piel.

Sus manos se cuelan en mi ropa interior para después romperla, su frío aliento eriza mi piel.

- Tan hermoso - Grito cuando mete mi pene en su boca, frío pero delicioso y muy excitante.

Su lengua recorre y hace círculos, mi cuerpo se arquea cuando sus uñas rasguñan mi piel hasta sacar un poco de sangre, saca mi pene de su boca, sus ojos se han vuelto más oscuros.

- Exquisito olor y sabor - Da una lenta lamida en mi pierna, donde tengo la rasguñada.

- ¿Porque no me muerdes...? - Deja de lamer y se pone entre mis piernas, su pelvis se mueve contra la mía, lloriqueo al sentirlo tan cerca de mí.

- Para un vampiro la mordida en el cuello de su conquista es lo más sagrado, nuestro olor se queda en ellos por siempre, normalmente nosotros enterramos las manos en los cuerpos para así, beber - El saber que me quiere morder y que esto tiene un gran significado para él, hace que me derrita debajo de él.

- Entonces yo... - Suelto un gran gemido cuando se frota con más fuerza, levanta mis piernas y las pone a cada lado de su cintura.

Con unas temblorosas manos intento abrir su camisa, él sonríe y rápidamente la rompe en dos, mis manos no pierden tiempo para acariciar.

Sin poder evitarlo ronroneo en su pecho mientras me muevo con desesperación, su fría piel me hace sentir muy bien.

- ¡Hermano te buscan! - Dylan deja de moverse para ahora descansar su cabeza en mi pecho.

- No puede ser posible ¿Porque ahora? - Lentamente se levanta, no sin antes meter su lengua en mi boca, sin pudor mi mano recorre su abdomen hasta llegar a su miembro creciente.

Quiero tocar más, pero sus manos me lo impiden.

- Debo irme - Se levanta y con una gran rapidez desaparece.

Frustrado me restriego entre las cobijas, pero me detengo cuando alguien azota la puerta.

- ¡Por tu culpa mi hermano se enojó conmigo! ¡Me quito mis tarjetas! - Minerva me levanta bruscamente de la cama, un casi inaudible gemido sale de ella.

- ¡Suéltame! - Se que está oliendo.

- Demasiado bueno, puedo oler desde afuera tu excitación, pero ya de cerca es irresistible... - Aun soltando gemidos me carga en brazos cosas que me hace sentir humillado, además de asqueado.

- ¡Déjame, no quiero! - Mi cuerpo rechaza por completo su toque, con piernas y brazos intento alejarme, pero tiene demasiada fuerza.

- Será muy divertido - Cierro mis ojos al sentir un gran mareo, cuando se detiene los abro.

- No...no ¡NO! - Todo huele a ella, cosa que me da a entender que estoy en su habitación.

- ¡Cariño puedes venir! - La puerta se abre y de ella entra otro vampiro, este tiene cabellos negros al igual que sus ojos.

- Tenias razón, huele muy bien - Lentamente se acerca y pone sus frías manos en mis caderas, estoy desnudo entre estos dos horribles seres.

Siento las lágrimas correr por mis mejillas, y sin poder evitarlo me trasformo en mi pequeño lobo.

- Mierda, vamos pulgoso coopera - Se acercan a mí, pero les gruño, veo como sacan sus garras.

- Entonces será por las malas - Chillo con miedo cuando sus colmillos han crecido.

Rápidamente se acerca a mí, pero me escondo debajo de la cama mientras sigo chillando.

- No importa cuando ruido hagas Dylan no vendrá - Vuelvo a gruñir cuando quitan la cama.

- No te preocupes, no morderemos tu cuello, no puedes tener tan gran privilegio - Paso entre ellos y corro a la puerta, con mi pata la abro para luego salir corriendo, mientras chillo.

- ¡Maldito saco de pulgas! - Sollozo y me hago bolita en una esquina, mi cuerpo a comenzado a doler, para luego cosquillear.

- Parece que alguien terminó de jugar - El vampiro se acerca más y me agarra del cuello, sus dedos se entierran fuertemente en este, con dolor me transformo en humano.

Me siento entumido y con mucho calor, mi piel quema.

No puede ser

- Hermana mía, esta vez no tendré piedad - El vampiro se tensa y me suelta bruscamente.

- Es su culpa... su olor me obliga a hacerlo, necesito... ¡Perdón! - Busco con la mirada al dueño de esa furiosa voz, sueltos pequeños gemidos para llamar su atención.

- Me divertiré tanto contigo - En un parpadeo tiene su mano enterrada en el pecho del vampiro, exactamente enfrente de mí.

- ¡HERMANO! - Minerva se tira en el suelo mientras mira como muere enfrente de sus ojos.

Las manos Dylan se han vuelto negras.

- Hermano... Era mi pareja - Una macabra carcajada me causa escalofríos.

- ¿Crees que tú puedes tocar a la mía? ¡Por supuesto que no! ¡Está prohibido, ahora sufre por tocar lo mío! - Minerva se tira en el suelo gritando y seguramente llorando, pero sus lágrimas son sangre.

- Muerto, muerto, muerto... - Una y otra vez repite en el suelo.

Dylan se da la vuelta y me mira, puedo ver como respira profundamente para después gruñir, sus colmillos han salido.

Lentamente se acerca y me carga en brazos, cierro mis ojos, mi cuerpo se restriega contra el suyo descaradamente.

Chillo de felicidad al tenerlo tan cerca, lleno de necesidad beso su cuello, agarro una de sus manos y la muevo en mi pecho, mi entrada ya está húmeda, necesitada.

Dylan me levanta un poco y roza sus colmillos en mi cuello.

Muérdeme, móntame... Rómpeme

- Parece que tu celo ha llegado mi cachorro~ -

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