Capitulo 53

690 68 0
                                    

Daniel

- Dy... Dylan - Hago de lado mi cabeza mientras él besa y muerde mi cuello.

Sus frías manos están dentro de mi pantalón, acariciando mi empapada entrada, mientras que yo, muevo suavemente mis caderas, sintiendo su miembro más que listo.

- Siempre preparado para mi~ - Muerde deliciosamente mi cuello hasta el grado de sacar sangre, ocasionando un gran gemido de placer.

Mis manos inmediatamente abren su pantalón, sintiéndome sumamente excitado y necesitado.

- ¡Mamá, mamá, mamá, mamá! - Sintiendo un escalofrío recorrer mi cuerpo, me levanto del regazo de Dylan, solo para escuchar su fuerte gruñido de frustración, intenta alcanzarme, pero me alejo.

Acomodo rápidamente mi ropa junto con mi cabello, doy un profundo suspiro antes de ver a mis 3 cachorros desnudos entrar corriendo.

- ¿Que... que pasa cachorros? - Toso intentando que mi voz no salga en un gemido.

- ¡Eternity nos estaba molestando! - Grita Edony mi cachorra más pequeña, también una omega.

- ¡Nos mordía las orejas!¡No me gusta! - Ahora es Draven, mi cachorro que sigue después de Eternity.

- ¡Están mintiendo mamá! - Gruñe mi cachorra más grande, haciendo gemir y encoger a sus hermanos de miedo.

De reojo veo a Dylan poner una almohada en su entrepierna, sus manos están fuertemente apretadas mientras me mira, recorriendo mi cuerpo.

Muerdo mi labio intentando no gemir, mucho menos correr y subirme a su regazo, con este pensamiento aprieto mis piernas.

- Mamá ¿Porque huele tan raro? - Eternity se acerca, oliendo, sintiendo una inmensa vergüenza me alejo poco a poco.

Dylan de inmediato se pone enfrente de mí, impidiendo que se acerque más.

Es lo malo de que se hayan desarrollado tan increíblemente rápido, Eternity parece tener 14 años, Draven 12 y Edony 11, a veces me da miedo lo rápido que se desarrollaron, la clara representación de esto fue su temprana trasformación.

Eternity aún más, ya que es Alpha.

- No es nada cariño, ahora vayan a perseguir mariposas o yo que se - Dylan la toma de los hombros y le da la vuelta para que salgan, pero en un parpadeo está enfrente de mí.

Sigue olfateando mientras se sonroja poco a poco.

- ¿Mami? - Rápidamente Dylan carga a nuestros cachorros en brazos para caminar a la salida.

- No es nada, mamá seguramente enfermará, eso es lo que hueles - Eternity se mueve incómoda, mientras que mis otros cachorros, abrazan a su padre, seguramente disfrutando, yo a su edad era inseparable de mi madre, después mi padre.

- Se cómo huele la enfermedad y mamá es dulce, muy dulce - Bajo mi rostro, intentando evitar la mirada de mi cachorra, deseo que la tierra me trague, Dylan abre la puerta y sale con nuestros cachorros.

Aún no le he querido explicar nada de alphas y omegas, también en los últimos meses se ha vuelto sumamente curiosa, cosa muy mala para nosotros que somos muy activos sexualmente, además al parecer su olfato se ha vuelto muy sensible.

No hemos querido hacer nada, por lo mismo y cuando lo hacemos, siempre corren a nosotros pelando, o Eternity viene diciendo que huele algo raro, sólo que esta vez empero más que otros días.

Sintiendo las lágrimas acumularse en mis ojos, dejo salir un fuerte sollozo seguido de un chillido lastimero.

Pasan los minutos y no me muevo, solo chillo con tristeza, soy horrible.

- ¡Mamá lo siento! - Limpio mis lágrimas cuando Dylan aparece enfrente de mí y se arrodilla.

- Le he explicado cachorro, tan fácil como eso, sé que no querías decirles ya que aún son pequeños, pero de esta manera dejara de ser tan curiosa contigo y sus hermanos, debe aprender a controlarse - Sus pulgares limpian mis mejillas, para después dar un beso en mi frente.

- Dejaremos de tener intimidad, no quiero que mi cachorra tenga que oler mi... - Dejo de hablar cuando Dylan se levanta bruscamente.

- ¡¿Que?! - Su rostro de inmediato cambia de tristeza a una de completo pánico.

- Es lo mejor, de todas maneras, no deseo más cachorros - Que horrible mentiroso soy.

- Cariño no digas tonterías, amas a los cachorros y amas aún más tener relaciones, ¿Soportaras que no te toque? - Gruño cuando muerde no muy delicadamente mi mejilla, sus manos acarician mi trasero mientras lo aprieta.

- Pero... - Arqueo mi espalda cuando muerde de nuevo la marca de apareamiento, el infinito placer de inmediato me recorre, siento como mi sangre es drenada mientras gruñe bajito, segundos después saca sus dientes para luego lamer perezosamente, sellando su marca.

- ¿Soportarás? - Alza mi pierna y la enrolla en su cintura mientras empuja delicadamente, ocasionando que mueva mis caderas, desesperado.

- No juegues conmigo... - Sintiendo mi cuerpo caliente y entumecido, además del muy conocido hormiguero en mi vientre engancho ambas piernas en sus caderas mientras que mis brazos envuelven su cuello para acercarlo y darle un lujurioso beso, pequeños chillidos de emoción surgen de mi pecho.

- Lo siento, pero al parecer alguien no desea tener intimidad, que lástima ~ - En cuestión de segundos mis brazos y piernas caen, ya que Dylan se alejó, en un simple parpadeo.

Me levanto refunfuñando, Dylan sonriente se acerca lentamente a la puerta, mi gemido de completa necesidad llena la silenciosa habitación.

- Dy... Dylan... No - Otro paso a la puerta, otro fuerte gemido, su sonrisa se ensancha.

- ¿Pasa algo amor? ~ - Otro paso y desaparece.

- ¡Dylan! - Una carcajada se escucha fuera de la puerta.

Aun gruñendo camino a mi nido y comienzo a sacar toda la ropa de Dylan para luego tirarla por la ventana, al igual que sus almohadas, dándole a entender que no dormirá conmigo, solo mis cachorros.

Aprenderá una valiosa lección, nunca dejarme con ganas.

******

¡Comentar!

★// Te Pertenezco //★ (+18) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora