Capitulo 3

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Daniel

- ¿Te duele menos? - Asiento levantándome de la cama.

Un pequeño gruñido de su parte me hace sonreír.

- ¿Me dejaras hacer guardia como los demás lobos? - Mi hermano me ha dicho que es muy divertido ya que se la pasan jugando, lo único malo es desvelarse.

Pero se ponen serios cuando aparecen los vampiros.

- Si te dijera que no, ¿Te enojaras mucho? - Lo miro y cruzo mis brazos.

- No te hablaría y no dejaría que me tocaras - Un gruñido más potente me hace sentir pequeño.

- Tu ganas, pero varios de mis guerreros estarán al pendiente de ti - Asiento lanzándome a sus brazos.

El me alza para darme vueltas en el aire.

Una carcajada brota de mis labios, me alza un poco más y me mira directamente a los ojos.

Mi cuerpo sufre un pequeño escalofrío.

Acerca su rostro al mío hasta que nuestros alientos se juntan.

Una pequeña sonrisa se forma en sus labios.

- ¿Puedo? - Asiento nervioso.

Sus labios besan la comisura de mis labios rápidamente, me encanta que sea tan reservado y cariñoso.

- Alfa lamento molestarlo, pero ya es tiempo de la reunión - La voz fuera de la puerta, hace que mi lobo me baje lentamente.

- ¿¡Puedo ir!? - Se me queda mirando unos segundos y asiente.

- ¿Pero no te atrevas a alejarte de mí, entiendes? -

- ¡Si! - Me toma de la mano para caminar a la salida.

Una vez fuera lo veo transformarse en un gran lobo rojizo, me mira y también hago lo mismo.

- Eres tan pequeño cachorro - Bajo mi cabeza junto con mis orejas, tiene razón.

- ¿No te gusta que sea pequeño? - Casi de inmediato siento su lengua lamer mi hocico.

- Me encanta - Deja de lamer para caminar al bosque, emocionado lo sigo.

***

Puedo sentir la mirada de todos los lobos en mí.

Sintiendo miedo me meto debajo de mi lobo, doy gracias por ser pequeño ya que entro muy bien.

- Tranquilo cachorro - Caminamos hasta un lugar vacío y se sienta, yo me acuesto abajo de él.

- Pongan atención, este será un día libre para todos, ¿La razón? Me encuentro muy feliz de por fin estar junto a mi pareja, ¡Disfruten con su familia! - Todos aúllan emocionados.

Muevo mi cola emocionado cuando veo a todos jugando, mordiéndose o simplemente corriendo.

Sin poder evitarlo camino a mi hermano y le muevo la cola feliz.

Él también lo hace, se acerca a mi lentamente mientras se hace para atrás apenas me muevo.

Me aviento a él y nos comenzamos a morder sin lastimarnos, en cuestión de minutos se nos unen más.

***

Terminamos de jugar y camino a mi lobo quien no se ha movido de su lugar.

- ¿Estas enojado? - No me hace caso.

Gruñendo levemente me muevo contra su pecho peludo, levanto mi cola acariciándolo.

Sigue sin hacerme caso, ni siquiera me mira.

- ¿Mark? - Me levanto en 2 patas para alcanzarlo y le doy unas cuantas lamidas a su hocico, sin embargo, tampoco me hace caso.

Me bajo sintiéndome rechazado y decaído, me doy la vuelta para caminar a mi casa.

Sin poder evitarlo chillo sintiéndome vacío.

Casi de inmediato siento el cuerpo de mi lobo arriba de mí.

Me pongo boca arriba, sintiendo su lengua lamer mi pecho y cuello

- No chilles de esa manera -

- No me haces caso... - Chillo aún más fuerte.

Un fuerte gruñido me hace detenerme, lo miro y sus ojos son amarillos.

- No sabes lo que causas en mí, me obligas a protegerte, matar a todo aquel que te hace daño, me enfurece no poder hacerlo, solo no lo hagas, por favor - Sintiendo su furia comienzo a lamerle para intentar tranquilizarlo.

Nos levantamos para caminar a su casa, yo voy debajo de él aún en nuestra forma de lobo.

Me gusta estar abajo de él y al parecer a él también.

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