Capitulo 41

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Daniel

Cada paso que doy es una punzada de dolor en mi pecho, mis piernas amenazan con dejarme caer en cualquier momento.

Nos estamos alejando de la casa y eso crea una fuerte tensión, con el dorso de mi mano quito las traicioneras lágrimas que escurren por mis mejillas.

Ya en este punto siento a mi lobo rasgar mi pecho, puedo escucharlo rogar por amor, por una última caricia, un último beso, antes del caer al vacío, antes de perderme.

Duele saber que pronto caeré en la locura, que pronto nada tendrá sentido, que pronto moriré.

Será más rápido de lo que pensaba, no veré a mi mamá por última vez, mejor, no me gustaría que me vea morir lentamente, que vea a su cachorro... Perdido.

- Daniel te prometo que encontraré la forma de ayudarte, así tenga que recorrer el mundo para buscar una cura o algo lo haré, deseo verte feliz - ¿Ayudarme? ¿Con que?

- ¿Ayudarme? Nada está pasando, nada, todo será como antes, yo estaré con mamá y mi cachorro seguramente estará en el cielo... Dylan estará con su amor, todo normal - Minerva se pone enfrente de mí, su rostro se ve muy triste.

- ¡Le está pasando algo! El jamás te dejaría ¡Te ama! Por favor créeme... Esa zorra hizo algo y me las pagará caro - ¿Siempre fueron tan mentirosas? ¿Porque me engañan? ¿Porque se aferran a algo que jamás pasará?

Suelto una gran sonrisa mientas ruedo los ojos, la alegría me ha invadido.

- ¡Dejen de mentir par de zorras!¡Nunca pasará nada!¡Nada! - Todas me miran incrédulas.

- No puedo creerlo... ¡Daniel deja de hacer esto! Tu nunca dirías algo así - Catalina me agarra de los hombros haciéndome mirarla, le sonrío.

- ¿Da... Daniel que sientes? - Dejo de mirar a Catalina para ahora mirar a Elizabeth.

- Nada, solo tengo ganas de reír, cantar y ¡Gritar! - Sus ojos se llenan de lágrimas ¿Por qué? ¿Quién se murió?

- No, no, no, Daniel debes resistir, hazlo por tu cachorro, en poco tiempo estarás feliz con Dylan -

- ¿Cual cachorro? Es-ta-Mu-er-to~ - Sonrío apretando mi barriga con las manos fuertemente, mis uñas se entierran.

- ¡¿Que pasa Elizabeth?! - Catalina y Minerva hablan mientras alejan mis manos de mi barriga.

- Su lobo se ha vuelto loco, el tiempo se está acabando rápidamente, creo que aún nos queda algo de tiempo, normalmente toma más tiempo hacerlo, pero Daniel al haber perdido un vínculo y ahora perder otro lo ha vuelto loco, eso significa que... - Deja de hablar mientras me mira con horror.

¿Ahora-que? Me molesta su presencia, de todas.

- ¡Elizabeth habla de una vez! - Me suelto de su agarre mientras sonrío y doy vueltas, feliz, pero inmediatamente la felicidad es remplazada por tristeza.

Sin poderlo evitar me dejo caer, sin la fuerza de poder seguir, mi cuerpo esta delgado, mis brazos son huesos, sería un esqueleto si no tuviera mi barriga la cual me doy cuenta está un poco más pequeña, no puedo comer, menos al saber que ya no alimento a nadie.

Inmediatamente las mujeres me rodean, preocupadas, no las quiero cerca, me asfixian.

- Está muriendo... - La voz de Elizabeth apenas puedo escucharla ya que me laten dolorosamente los oídos.

- ¡¿Pero por qué?!¿¡No dijiste que faltaba tiempo!? - Duele respirar, duele mi pecho, mi cabeza, todo.

- Se acabo... - Siento como me levantan en brazos, mis extremidades cuelgan dolorosamente.

Moriré sin conocer a mi cachorro, moriré sin darle un beso, un abrazo, nada, de todos modos no lo hubiese hecho ya que él está muerto.

- ¡Daniel no cierres los ojos! - Intento abrirlos, pero me siento tan cansado, quiero dormir.

- ¡Su corazón! - ¿Qué pasa con mi corazón? Ya está roto... Roto, una palabra muy divertida.

Roto...

- ¡Daniel no nos hagas esto! - ¿Que estoy haciendo? Que divertidas son...

- Me...me gustan... tan... tan bonitas... -

Mi respiración se ha vuelto dificultosa cuando siento algo obstruir mi nariz y boca, algo que causa mucho dolor.

- Mierda está sangrando... ¿¡Amor que hacemos!? - Intento hacer una sonrisa.

- Me... gustan... Tan bonitas ... - Puedo ver borrosamente un campo lleno de árboles de granada, están un poco lejos, voy ir por ellas.

- ¡Deja de decir estupideces! - Puedo sentir como se mueven bruscamente.

- Daniel abre tus ojos - Ya no sé quién es voz de quien, no puedo distinguir.

- ¡Dylan está muriendo has algo! -

- ¡Reacciona hermano! -

- ¡Dyla...! -

Silencio...

Sonrío cuando siento por última vez el cálido y conocido calor de Dylan, aun estando lejos.

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