Capítulo 2

14 7 2
                                    


2

-Mi fortuna es el infortunio-


Un sueño extraño. Light se frotó los ojos con sus pequeñas manos. La fuerte luz amarillenta de su sueño aún se mantenía presente en sus ojos dejándolo confundido. Por un momento, creyó que aún se encontraba dormido. Cuando intentó recordar lo que había pasado en su sueño, la luz que le había impedido ver con claridad, desapareció. La oscuridad del taller lo devolvió a la realidad. Los sonidos metálicos de las máquinas y la humedad le daban un sentimiento de familiaridad. Sin embargo, este no era su taller. Su taller se encontraba clausurado por Protección Sobrenatural. Tan sólo ese pensamiento lo hizo querer volver a la cama. Al mirar las sábanas arrugadas en la estrecha cama, desistió. Su entrecejo se frunció. . .los artesanos no necesitaban dormir. Mucho menos los duendes artesanos, entonces ¿Cómo había caído en un sueño tan profundo anoche? Light bostezó con pereza. Tal vez estar alejado del núcleo de Protección Sobrenatural le estaba afectando. Light empezó a juguetear con sus pies en el borde la cama, meciéndolos hacia atrás y hacia adelante.

¡Qué importaba! Ahora podía dormir cómodamente. Era un artesano que había sido privado de la artesanía, bien podría buscar un hoyo y dormir para siempre. Soltó una pequeña risilla. Al segundo siguiente su risa se apagó y una tristeza inundó su sonrisa juguetona.

De repente, el cuerpo de Light se puso rígido al notar como balanceaba sus piernas como un niño pequeño. . . ¡No era su culpa! Además de que en su taller todo estaba hecho a su medida, evitando que pudiese mecer sus pies, en Protección Sobrenatural su forma de duende era mucho más alta.

Se levantó de un salto y cruzó el pequeño pasillo recto que conectaba con la planta principal de la tienda. Sólo al dejar el taller, Light notó que la luz que se filtraba, era probablemente del sol de mediodía.

Darcy se encontraba detrás de un mostrador puliendo algunos objetos. Cuando Darcy vio a Light no comentó nada acerca de que este se levantara tarde; creía  que las personas jóvenes que aún se estaban desarrollando necesitan dormir más. Si Light conociera sus pensamientos, no dudaría en gritar: "¡Yo podría ser tu tatarabuelo, bastardo!". Light no dedicó mucho tiempo en observar al joven, en cambio, su mirada se desvió hacia la gran llave dorada que colgaba en la pared. A pesar de que le gustaría tomarla y correr, admitió que empezaba a sentir curiosidad por Darcy Dagger. Recordaba haber leído ese nombre en algún lugar, doble d, D.D. Pero no sabía en dónde. Su mente de trescientos cuarenta y cinco años solo clasificaba con cuidado lo que tenía que ver con la artesanía. Mientras el pequeño joven se perdía en sus pensamientos, el joven Dagger terminaba de pulir un pequeño cajón de cerámica que se utilizaba en la época colonial para guardar aretes y joyas. Colocó el pequeño cajón blanco con bordes plateados sobre el pañuelo que tenía en el mostrador y observó a Light.

Con cuidado deslizó el guante blanco que cubría su mano derecha, y posteriormente retiró el que se encontraba en su mano izquierda. Dobló ambos guantes con cuidado y los colocó en un pequeño cajón.

–Pequeño amigo.

–Light– corrigió el duende sin apartar la vista de la llave. El tono del joven Dagger le molestaba por alguna razón, pero no le prestó importancia.

-Pequeño. . .Light– Light gruñó en reconocimiento. Ya no le interesaba mucho corregirlo –¿Qué deseas desayunar?– Aunque el joven Dagger era amable, la gente no podía ignorar el sentimiento de un muro invisible que se formaba siempre que se  hablaba con el joven. Una cortesía fría, sin emociones debajo de esa fina capa de calidez. El joven Dagger le había preguntado al pequeño Light que deseaba desayunar, pero lo cierto es que sólo podía darle un platillo. No quería ignorar las necesidades de un joven en etapa de desarrollo.

El duende recolector de llaves y el coleccionista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora