Capítulo 10

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-Los dados del destino han sido arrojados-


Light estaba demasiado perdido en sus pensamientos como para notar el tono antinaturalmente pálido que cubría el rostro del joven Dagger. Sus ojos no podían dejar de observar el sitio en donde el hombre solitario había estado hace sólo unos segundos. Se agacho, perdido en un trance y tocó con las yemas de sus dedos la tierra. La suciedad cubrió su piel, no había rastro del líquido negro. Es eso. Sólo la técnica perfeccionada de las marionetas sombras podría hacer tal efecto sin dejar ni siquiera un leve rastro detrás. Los vellos de la nuca de Light se erizaron, sólo conocía cinco maestros que podían hacer esa técnica en Hécate y tres de ellos habían desaparecido en la Época de Caos. Su mente empezó a entretejer cientos de ideas. Tanto la dimensión independiente como la técnica de las marionetas sombra requerían de una persona sumamente calificada, sin embargo no necesariamente debían pertenecer a la misma persona. Puesto que diferían en el origen de la magia: Mientras la dimensión independiente pertenecía al dominio del espacio-tiempo, la técnica de marionetas sombras residía en la profundización del arte de la sanación: la corrosión.

–¡Joder!– Madam Dafnée apareció detrás de ellos –Y pensar que el joven Dagger realmente tiene la capacidad de moverse tan rápido. Si lo hubiese sabido antes te habría invitado a luchar junto conmigo para detener a ese hombre cuando lo acorrale en el callejón.

–No es necesario– Darcy no quería fingir que ignoraba la fuerza y poder de esa mujer. Ella se había divertido mientras desquitaba su rabia contra aquel hombre. Madam Dafnée rió. Sin tratar de mantener las apariencias por más tiempo, sólo pretendía burlarse del joven frío e impasible –Además, no te alcanza–.

–¿Eh?

–No te alcanza para pagar por mis servicios– Madam Dafnée sólo mantuvo su sonrisa tratando de no soltar improperios. Era cierto. Poder obtener la ayuda estratégica del joven Dagger sólo había sido posible por sus intereses en común y la información que ofreció a cambio.

–Entonces, regresemos. Si ese hombre puede escapar de tus manos y de las mías no hay mucho que pueda hacer– Madam Dafnée dijo con un tono afligido. Si Light no la conociese se hubiese acercado a confortar a esta persona con unas cuantas palabras. Al ver que ninguno de los dos hombres parecía creer sus palabras, Madam Dafnée sonrió ocultando su mal humor.

–La guardia real sólo me dio esta oportunidad de movilizar a los escuadrones. El caso ya no está en mis manos.

–Pasaste el caso–. Dafnée suspiró.

–Eres demasiado listo para jugar contigo, sí, pasé el caso.

–Entonces el hombre ya obtuvo lo que quería.

–No puedes decir que era una persona. Pero podemos decir que el dueño de esa marioneta sombra ya obtuvo lo que quería– Light dedicó una mirada cuidadosa a Madam Dafnée.

–Pequeño Lucian, no soy una tonta. Mientras luchaba contra él pude conocer la naturaleza de mi rival. Fue realmente difícil herir a algo que puede cambiar de sustancia y ser como el humo y el agua negra.

–Pero tu arma era de una naturaleza parecida–

–No, no. El arma sólo ayudó, a quien debes de adular es a mí.

–¿Qué obtuvo el dueño de la marioneta sombra?– El tono del joven Dagger hizo que ambas personas sintieran un aura severa en el ambiente, dejando los temas triviales. Madam Dafnée hizo una mueca. Por primera vez parecía estar nerviosa por algo.

–No es mi culpa.

–¿Qué obtuvo?

–No soy una sospechosa. Sólo quería tu ayuda sincera.

El duende recolector de llaves y el coleccionista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora