Agatha
Tocarme en la intimidad no es algo que haga con frecuencia. La inexperiencia en el ámbito me vuelve torpe e imprecisa, pero la naturaleza humana no se puede negar y la sexualidad es parte de todos, instintivo, básico. Algo que fue creado con buenos ojos y que la sociedad ha manchado con sus creencias estúpidas y tabúes sin sentido.
Después de lo que había pasado anoche con Keelan, me era inevitable no auto complacerme para poder sacarme del sistema la imagen de él con Helena juntos. Paso mis dedos por mis labios internos y apreto mi clítoris con fuerza como queriendo sentir la brutalidad con que le daba anoche Keelan a Helena. Mis fluidos empapan mis manos mientras siento la liberación como una descarga eléctrica que recorre mi cuerpo.
Este hombre es una obsesión.
La situación me tiene entre las nubes y un poco molesta a la vez. Odio que este sentimiento tenga tanto control sobre mí y que ni siquiera soy correspondida. Aunque si me detengo a meditar en el tema, tampoco es que pueda hacer mucho si Keelan me amase. No tenemos ningún tipo de futuro dentro de la corona. Ningún clan aceptaría nuestra relación ni tampoco lo aceptarían como rey si nos llegáramos a casar. Mis padres se opondrían rotundamente solo por el hecho de que por mis venas corre la realeza y por las de él la de la servidumbre.
Hipócritas todos los de la corona, si no fuera por los guerreros que los protegen día tras día, la corona y la aristocracia estarían más que disueltas y solo existirían los clanes de guerreros. Tal situación no me parece del todo tan mala. La monarquía es algo innecesario, lo fue antes y lo sigue siendo ahora. Cada clan podría perfectamente valerse por sí mismo y regir en su sector sin ningún problema.
De corazón solo espero que cualquiera, incluso mi primo, me enfrente para quedarse con la corona. Ni siquiera pelearé por ella, se la daré de a gratis. Luego desapareceré del mapa. No me interesa saber que pasará ni que harán. Solo quiero paz en un lugar lejos de aquí...
Con o sin Keelan, pienso con el corazón en la mano.
Me levanto de la cama y el mareo y el tirón que siento en el muslo me dicen los buenos días. Noto la piel tirante en el área de la herida y apenas puedo apoyar la pierna sin cojear. Más de alguien se dará cuenta que tengo una lesión, tendré que decir que me caí por las escaleras al pisarme el cordón de la zapatilla o algo parecido. Que sigan pensando que soy torpe como un bambi recién nacido, así cuando me largue pensarán que me atropellaron o me caí a un río y mi cuerpo se pudre en alguna de las áreas rurales. Es lo mejor para todos.
Para mí y para los guerreros.
Tomo un baño largo para quitar la tensión que traigo en el cuerpo. El agua caliente deshace algo mis nudos y relaja mi cuerpo. En el espejo puedo ver los moretones que se me formaron mientras dormía. Mis caderas son las que tienen más manchones negros porque fueron las que amortiguaron el golpe de la caída.
Me las pagará el mal parido de Rogelio, que no dudo ni por un segundo que haya muerto.
Me pongo la bata del baño y al salir me topo con Estela que se encuentra guardando mi ropa en el gran closet de la habitación.
—Buenos días, señorita. Le tengo listo su vestido para esta noche. Elegí el más atrevido que pude encontrar —dice ella con modestia mientras deja sobre la cama un vestido rojo sangre, corte corazón en el escote, apretado en la cintura y la falda abierta en un costado para mostrar la pierna completa. Me acerco a tocarlo y la seda se desliza como agua entre mis dedos de lo fina que es.
—¿Esta noche? —le pregunto frunciendo el ceño. No recuerdo que haya nada.
—La reunión de los líderes de los clanes es hoy.
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La agonía del Sol (Los ciclos del Sol I) [Terminada]
VampireEl destino de Agatha estuvo forjado desde su nacimiento. Nacida en cuna de oro, alta realeza y heredera de la corona, su vida ya está zanjada cuando los deseos de su corazón se interponen en contra de los deseos de su familia, las exigencias de su p...