Agatha
¿Será verdad que uno puede ver el alma de las personas a través de sus ojos?
Esa era la sensación que tenía con este hombre. Que podía mirar directo a su alma y esta no era para nada pura y limpia. Sus ojos no se apartaban de los míos, como si quisiera encontrar algo desconocido dentro de ellos. Pero pulcro como su ropa estaba, no lo demostró. Ni el más mínimo reflejo en su cara demostró nada de lo que pudiera agarrarme para sacarle un poco de información.
—Gracias por la bienvenida —le respondo apartando la mano de las suyas no tan discretamente—. Pero considéreme un comensal más dentro de su local. No quiero tener ninguna clase de regalías solo por mi nombre.
—Como lo ordene entonces —dices ampliando sus manos en señal de obediencia. Dirigiéndose a Neo le pregunta—. ¿Quieres la mesa de siempre o un apartado más privado?
Neo me mira por unos segundos esperando que yo responda, pero me quedo callada. Prefiero que él tome las riendas de esta cita, más que mal, él fue quien invitó.
—El apartado estaría perfecto. Gracias.
Henry lidera el camino pasando por todas las mesas atiborradas de personas hacia un lugar bastante más íntimo y discreto donde solo hay una mesa disponible cerca de los ventanales. La atmósfera es relajante y cálida, la chimenea que ocupa la sala hace que la acogida al lugar sea aún más placentera.
Me pregunto si Keelan conoce este lugar. Sería bonito poder venir aquí con él.
Luego recuerdo los términos de nuestra relación y me olvido completamente de siquiera invitarlo una vez.
En cuanto nos sentamos, un camarero se nos acerca para pedir nuestra orden y se va rápidamente a dar aviso a la cocina. A los pocos minutos regresa con una botella de vino blanco helada que solo me sirve a mí.
—¿Tú no tomarás? —le pregunto a Neo viendo que él solo se sirve un vaso de soda con burbujas.
—No me gusta el alcohol. Aunque si puedo disfrutar de un buen destilado, prefiero prescindir de ellos si no es necesario. —Toma la servilleta y con elegancia se la pone en el regazo.
—Jamás había escuchado a un vampiro decir eso.
Me río internamente.
Una criatura que no puede morir de cirrosis negándose al placer de los buenos vinos.
—Espero te gusten las pastas de este lugar. Son las mejores que he probado. —menciona Neo.
—¿El dueño es italiano?
Pienso que no lo parecía.
—Sí, lo es —responde Neo.
—Y vampiro también, ¿no?
—Sí, uno muy viejo tengo entendido.
Estamos largos minutos sin decir palabras. Quien pensaría que en situaciones así iba a ser tan tímida. No estoy acostumbrada a las citas. Es más, esta es la primera que tengo desde... siempre.
Por una parte, mi padre no me permitía salir con nadie que no fuera dentro de la aristocracia. Lo cual limitaba bastante mis posibilidades. Y luego estaba Keelan, que... bueno, solo estaba él alrededor para detener cualquier tipo de avance.
Ahora que lo pienso detenidamente. Sí, Keelan siempre ha estado ahí para detener cualquier tipo de encuentro con cualquier macho, ya sea dentro de la aristocracia, como fuera. Las únicas veces que he podido estar a solas con hombres son cuando me escapo de la mansión o me junto con mis notificadores en privado.
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La agonía del Sol (Los ciclos del Sol I) [Terminada]
VampireEl destino de Agatha estuvo forjado desde su nacimiento. Nacida en cuna de oro, alta realeza y heredera de la corona, su vida ya está zanjada cuando los deseos de su corazón se interponen en contra de los deseos de su familia, las exigencias de su p...