Capítulo 10

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Doble actualización ya que los hice esperar mucho :)

—¡Eres tú! —la chica le da un abrazo.

—Estoy feliz de verte —corta el abrazo para observarla— ¿has estado bien?

—La verdad sí pero a veces me siento mal al recordar que te dejé con todo el problema allá dentro. Créeme que afuera no es nada lindo.

—No me pasó nada —Wendy fingió una sonrisa— de hecho no se enteraron. Así que no te preocupes.

—Pero vi cuando te llevaron los de seguridad adentro.

—Dije que no sabía nada y no me castigaron, no tenían pruebas. Mejor dime, ¿cómo te llamas?

—Mucho gusto, mi nombre es Lucy.

—Yo me llamo Wendy. ¿De dónde vienes? ¿De la escuela?

—Hoy es sábado —se ríe.

—Lo siento —también se ríe.

—Fui a la biblioteca por algunos libros. Ahora voy a ver a alguien.

—¿Tu novio?

—Se podría decir que sí —Lucy sonríe de forma coqueta.

—Me alegra mucho que estés bien, me das tu número así podremos platicar algún día.

—Claro que sí, Wendy. Somos como hermanas.

Wendy agarró su celular y comenzó a escribir el número que Lucy le estaba dictando.

—No olvides llamarme, nos vemos luego.

—Te llamaré —Wendy la abraza cuatro segundos.

Cada quien fue para su lado. Estaban felices de reencontrarse de nuevo, ahora podían ser amigas como no pudieron hacerlo en el orfanato que más bien fue una prisión para ellas y ahora estaban libres sin que nadie las detenga.

El día de hoy era la fiesta de compromiso de Cristián y Alice la razón por la que Wendy mandó a hacer un vestido hermoso color rojo que lucía con una gran belleza y seguramente será la envidia de todas las chicas en la fiesta.

Robert regresó temprano de la empresa, eran las siete de la noche, la fiesta empezaría como a las diez en punto pero todos deberán estar más temprano. Esta vez, Wendy fue maquillada y peinada por unos expertos.

Minutos después Robert estaba esperándola en la sala hasta que la vio llegar tan hermosa y sonrió feliz.

—¿Estás listo? —preguntó ella con una sonrisa.

—Mañana iré de viaje muy temprano —le avisó, de repente.

—¿Voy a quedarme sola? No quiero, por favor, no —suplicó la chica, triste. Corrió hacia Robert y le da un abrazo.

—¿No quieres quedarte sola?

—Voy a extrañarte... no sé que voy a hacer cuando no estés —lo mira a los ojos.

—No exageres. Ya vámonos —le dedicó una sonrisa antes de retirarse de la sala.

Wendy también fue tras él.

El camino hacia la fiesta era largo y tardarían en llegar; en menos de una hora Wendy quedó dormida sin saberlo. Robert miraba de como su cabeza se inclinaba de un lado para otro: se acercó para poner la cabeza de aquella sobre su hombro.

La mansión de Cristián estaba lejos así que ella podía seguir durmiendo por unas horas más.

Robert tal vez demostraba ser alguien frío, distante o tal vez egoísta pero en el fondo sólo estaba herido por todas las cosas que ha pasado pero también se da cuenta de que está desahogándose con Wendy alguien que no tuvo la culpa de nada de lo ocurrido, se podía decir que ella sólo cometió el error de involucrarse con esas personas que antes eran desconocidos para ella.

Adiós tristeza y hola felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora