Capítulo 12

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En la mansión todas las chicas de servicio (eran nuevas) estaban haciendo limpieza en todos lados y algunas estaban en la sala.

Robert entró a su estudio para ver el nuevo contrato; se sentó y empezó a leer, notó de inmediato que algunas reglas fueron rechazadas y bastó eso para arruinarle el día.

Al salir del estudio, todas las chicas que estaban en la sala no pudieron evitar verlo con detenimiento; pensaron que era demasiado atractivo, sus ojos no podían despegarse de aquel, hasta que la señora Rosy llegó obligándolas a seguir con su trabajo.

Robert llegó al trabajo más tarde.

Entró a su oficina como de costumbre y aunque Dennis le dio los buenos días no quiso saludarla, a ella no le importó porque estaba leyendo un hermoso mensaje que le había mandado Cristián. Estaba tan enamorada que incluso había dejado de estar molestando a Robert. Se emocionó al estar escribiendo con el celular hasta que llegó Lucy hacia ella, así que se vio obligada a dejar el celular.

—¿Qué haces aquí? —a Dennis no le gustó para nada verla— ¿Viniste a rogar de nuevo?

—No me hables así, soy la mujer del presidente de esta empresa —aseguró Lucy. Dennis se ríe a carcajadas— sabes que es verdad.

—¿Su mujer? Creo que no te has dado cuenta de que siempre eres la segunda, su mujer ahora es Wendy, tú solo eres la que lo entretiene y no trabajo para ti por lo que te voy a pedir que dejes de llamarme cuando quieres verlo, no soy tu mensajera —aclaró con el rostro sin ninguna expresión—. Esa vez me llamaste pidiéndome una cita con él. Robert estaba muy ocupado con Wendy que casi no te llama —sonríe— estaba muy ocupado.

Lucy sólo sonrió como diciendo que todo era mentira. Acercó su rostro con la de Dennis quedando a centímetros y la miró fijamente a los ojos.

—Cuando me case con Robert y sea la señora Decksheimer entonces esta empresa también será mía, ¿sabes que es lo primero que haré? Voy a  echarte de esta empresa como lo que eres, una basura —afirmó Lucy después caminó hacia la oficina.

Dennis queda molesta y deseaba que ojalá esa tipa desaparezca de la tierra.

Lucy llegando a la oficina cerró la puerta para asegurar de que nadie la interrumpiera con el hombre que fue a visitar.  Aquel se encontraba trabajando en su computadora hasta que la chica lo interrumpe al detenerse enfrente del escritorio poniendo una cara triste. Él tuvo que mirarla estando harto de que no lo deje trabajar, se acomodó en su silla.

—¿Que haces aquí? Te dije que no deberías venir a la empresa —habló, secamente.

—Lo siento —hace un puchero triste—, perdón por lo de anoche, no era mi intención que te enojaras conmigo. Me sentí muy mal al decirte esas cosas de ella te juro que no era mi intención. Perdóname, por favor.

—Estoy ocupado. Mejor deberías regresar en otro momento —su mirada volvió a su computadora.

No podía creer que el hombre la estuviera ignorando de esa manera cuando nunca lo había hecho. Salió de la oficina furiosa sin decir nada más.

A Dennis le hizo muy feliz verla salir de esa manera. Sabía que todo salió mal; cuando estaba riendo de repente vio Cristián caminando hacia ella con un ramo de rosas en la mano.

Dennis queda muy sorprendida por las flores, más al darse cuenta de que él fue capaz de ir hasta la empresa corriendo el riesgo de que Alice se entere de su relación (aunque ella ya lo sabía).

Se levantó de su silla para agarrar a Cristián del brazo y llevarlo a un lugar donde no había nadie.

—¿Qué es esto? —se pone feliz— ¿Estás loco? Estoy en el trabajo y todos saben que tu novia es Alice.

Adiós tristeza y hola felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora