Capítulo 19

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Penúltimo capítulo ;D.

Una chica que creía su amiga le había dado una bofetada. Y eso era lo que no entendía, se suponía que eran amigas. Wendy quedó sorprendida por lo sucedido. Lucy ni siquiera le dio una explicación antes de hacerlo.

—¡Eres una maldita zorra! —la insultó. Lucy estaba sacando todo el coraje que tenía adentro— ¡Eres una cualquiera! ¡No vales nada! ¡Te odio!

La pelinegra frunció el ceño.

Solamente quedó observándola algunos segundos como si tratara de entender todo.

—¿Qué te pasa?—seguía confundida.

—Sabes perfectamente lo que pasa, Wendy —no podía controlarse, su ira demasiado— ¡Cómo pudiste! ¡Eres de lo peor!

—¡Si no dices nada, no entiendo! ¡Y no me grites! —alzó a voz cuando perdió la paciencia.

—Cuando chocamos esa vez no fue casualidad, yo misma choque contigo al propósito porque quería conocer a la tipa que estaba con Robert... él y yo hemos estado juntos desde hace años, y por eso te ordenó que te alejes de él para siempre.

Wendy no tuvo ninguna reacción por lo dicho. Tampoco hizo ningún gesto al oírla, solamente mantenía los ojos en ella.

—¿Por qué me lo cuentas? —preguntó, demostrando que no le interesaba las palabras que Lucy— a mí no me interesa si él tiene otras mujeres no es mi asunto. Puede hacer lo que se le da la gana, no soy su dueña.

Lucy ahora era la confundida. Imaginó que la chica se molestaría por escuchar la verdad pero no fue así.

—¿Por eso me abofeteaste? —continuó la pelinegra, estaba muy tranquila— ¿Qué esperabas? ¿Qué yo al escucharte decida huir llorando porque me traicionó? Cometiste un error no me iré a ningún lado y no me importa que tú y él hayan estado juntos —vocalizó.

—¿Qué? —apretó los labios, furiosa— ¿No lo amas? ¡Deberías estar furiosa con él, te mintió! ¡Todo este tiempo estuvo conmigo!

—No me mintió. Es su vida, ya te lo dije. Y sobre el amor no tengo que darte explicaciones. Si nosotros estamos enamorados no es tu asunto.

—Pronto te irás de esta casa —aseguró, furiosa.

—Incluso si eso pasa, no estarás aquí para verlo. Porque supongo que te dejó, por eso estás aquí.

Lucy entreabrió los labios para luego echarse a reír a carcajadas. Wendy sonríe demostrando que no le afectaba.

—Claro, no me sorprende que no quieras dejarlo —seguía riéndose—. Si no lo dejaste cuando estuvo a punto de lastimarte cuando vio tu foto con Dylan, ¿por qué lo dejarías ahora? —ladeó la cabeza, elevó un poco la comisura de sus labios.

La pelinegra ahora queda sin habla. Frunció el ceño, sabía que nada bueno iba a salir de esta conversación.

—¿Cómo sabes eso? —se molesta. Lucy no quería responder— te pregunté, ¿cómo sabes de esa foto? —su paciencia estaba por agotarse.

—Porque esa noche, yo estaba con él cuando recibió esa foto —le contó con una sonrisa, triunfante.

Fue ahí cuando Wendy recordó todo lo que pasó esa noche; que Robert haya salido de casa en su propio coche, sin decir nada, la llamada que recibió antes de salir; todo lo que le hizo cuando regresó en la mañana por esa foto fue tan injusto y la pelinegra se dio cuenta de que él había actuado de la peor manera con ella cuando en realidad él estaba con alguien más.

Adiós tristeza y hola felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora