Capítulo 18

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🌺Mini maratón 3/3🌺

👉La historia solamente tendrá 20 capítulos. Faltan sólo dos capítulos más para finalizar ;(   
*música triste*

Wendy estaba muy decidida de su decisión, no quería cambiar de opinión al respecto. Quería salir de la mansión a como de lugar aunque así tenga que dejar de ver a Robert y lo único que buscaba era un lugar donde estuviera seguro su bebé. Sin embargo los papás de Robert no iban a permitirlo.

—No lo hagas, por favor —suplicó la señora, ella no quería alejarse de su nieto—. Wendy, sé que está situación es muy difícil pero no nos quites la ilusión de ver creer a nuestro primer nieto.

—No te alejes de nuestro hijo —agregó también el señor Mayer—. Él a veces no se comporta bien contigo, eso lo sabemos por lo que pasó el día de su cumpleaños pero eso no significa que no te ame, estoy seguro que siente algo por ti.

—Su hijo, no tiene ningún sentimiento por mí y lo más lejos que podía llegar es sentir cariño. Sólo está conmigo porque... —se detuvo al hablar— es complicado, ustedes saben lo del contrato y es eso lo que nos une. No hay nada más.

—Cuando ese contrato termine podrán casarse. Sólo no te alejes llevándote a esa criatura que está creciendo en tu vientre —le da un abrazo a Wendy—. Mi niña, muchas gracias —la señora le acaricia la panza.

—Créeme que nada más me gustaría que quedarme aquí con Robert y después casarnos, ser una familia feliz pero... él no me ama y jamás lo hará porque el sigue enamorado de Britney.

Escucharon pasos y se separan de ella.

Ahora era turno de felicitar a su hijo.

—Ya llegaron. Me sorprenden —comentó Robert.

—Estábamos hablando con Wendy. En verdad estamos muy feliz de que ella sea la mujer que nos dará a nuestro primer nieto —el señor Mayer le da un abrazo a su hijo—. Felicidades, estoy muy feliz por ti.

Wendy se dio cuenta de que estaba en pijama, después de la conversación no se dio cuenta de que estaba despeinada. Al parecer los padres de Robert no le dieron importancia pero eso no le quitaba la vergüenza que sentía en ese momento.

—¿Qué es todo eso? —Wendy vio a uno de los guardaespaldas entrar a la casa con varias bolsas en las manos.

—Son regalos para nuestro nieto —respondió la señora sabina feliz— déjalos en la recámara principal —le ordenó al señor que traía las bolsas.

—Nuestro nieto va a nacer tarde o temprano así que debe tener juguetes todo lo que necesite —dijo el señor Mayer, emocionado— hemos traído más cosas pero en un momento llegan.

—Ah, claro pero… —Wendy no sabía que decir— mi bebé tiene tan sólo semanas, así que falta para que nazca pero gracias por los regalos.

—De nada, debes cuidarte mucho, también enviaremos a una persona que te cuide las veinticuatro horas —afirmó la señora sabina.

—No señora —respondió automáticamente—. Quise decir… no hace falta, aquí hay varias personas que me atienden así que no es necesario.

Adiós tristeza y hola felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora