Nueva aventura

25 7 0
                                    

Cruce las puertas de embarque para iniciar esta nueva aventura.

Había decidido con mis padres que rentaremos un departamento cerca de la universidad, cuando llegue mi compañera de piso ya estaba ahí.

—Hola, que bueno que llegaste—dijo abrazándome. —Soy Camila.

—Hola, soy Dulce.

—Llegué ayer así que mis cosas ya están acomodadas. Voy hacer algo para comer en lo que te instalas, tu cuarto es ese— dijo señalando una puerta. —Después podemos sentarnos a platicar ya que no tuvimos tiempo para conocernos bien antes.

—Sí, muchas gracias— dije un poco abrumada por la energía que tenía mi nueva roomie.

Camila me ayudó a llevar mis maletas a la habitación, cuando salió cerró la puerta. Me senté en la cama disfrutando de un momento de paz, le mande mensaje a mis padres de que llegue bien y le hice una videollamada a Eddie.

—¡Ey! Dulcecito, ¿Cómo estás?

—Bien, ya estoy en el depa, ¿cómo van ustedes?

—Bien, ya cargamos las cosas en la van y saldremos en una hora.

—¿Estás emocionado?

—Me estoy volviendo loco, aún no puedo creer que esto esté pasando— dijo mordiendo su labio.

—Son increíbles, claro que está pasando.

—¿Qué tal Boston? ¿Es completamente desolador sin mí a tu lado?— dijo con un puchero.

—Sombrío y sin alegría— conteste con el mismo puchero.

—Haré como que te creo— dijo con una risita.

—Te extraño mucho.

—Yo también cariño pero verás que pronto podremos estar juntos.

Estuvimos hablando bastante tiempo, pude saludar a los chicos antes de que iniciaran el viaje a Indianápolis.

—Es hora de irnos cariño.

—Conduce con cuidado Eddie por favor, no juegues, sabes que la carretera es peligrosa.

—Tranquila prometo ser responsable, te mando un mensaje en cuanto lleguemos a Indianápolis. Te amo mucho.

—Yo también te amo mucho.

Me quedé sentada con el celular en las manos un momento, no quería llorar pero no pensé que esto sería tan difícil y apenas es el primer día.

Acomode mis cosas lo mejor que pude y salí de mi habitación por lo delicioso olía, sin duda podría acostumbrarme a esto.

—Que bueno que saliste ya te iba a llamar.

—Huele delicioso, ¿qué es?— dije acercándome a la mesa.

—Hice enchiladas verdes, espero que te guste. Todo esto de tener que ir a otro país para estudiar me tiene un poco abrumada, así que quería sentirme un poco en casa.

—¿Eres de México?

—Así es, de la CDMX para ser más exacta, tú eres de Indiana ¿verdad?

—Soy de Seattle pero viví el último año en Indiana y mis padres son de México.

—Eso es increíble, entonces si has probado las enchiladas.

—Sí, aunque nunca he ido a México mis padres se han esforzado mucho para que conozca su cultura, eso incluye la comida.

—Eso es lindo, espero que te guste— dijo mientras dejaba dos platos en la mesa.

Después de dar el primer bocado no podía creerlo, era de las cosas más deliciosas que había probado en mi vida, definitivamente podría acostumbrarme a esto.

Justo sobre el pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora