Ultimátum

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Conforme pasaba el tiempo, hablar con Eddie era cada vez más difícil, nuestros tiempos no se sincronizaban, estábamos muy ocupados y cansados. Después de grabar el disco empezaron a dar conciertos en bares a lo largo de Indiana y algunos estados alrededor. Para mí las clases eran agotadoras, las tareas me dejaban casi sin tiempo para nada.

Me estaba costando trabajo, Cami y yo casi no estábamos en casa, pasábamos la mayoría del tiempo en la universidad pero eso no nos impidió formar una gran amistad.

Fue un gran apoyo para mí en los momentos en que sentía que no podía con la carrera o cuando estaba demasiado triste por no poder estar con Eddie.

Así como ella estuvo para mí, intenté darle todo mi apoyo cuando ella sentía que estar lejos de casa era demasiado.

Nos volvimos inseparables ya que lo único que teníamos aquí era a nosotras.

La universidad no solo estaba acabando conmigo. Un día encontré a Jason llorando en las escaleras.

—Oye, ¿estás bien?

—Sí, sí, estoy bien— dijo limpiándose las lágrimas.

—¿Qué pasó?— no estaba segura del porque pero me acerqué a él.

—No pasa nada— dijo en un tono brusco.

—Bien— conteste en el mismo tono. —Uno quiere ser amable pero sigues siendo un idiota.

Jason me tomó del brazo.

—No, lo siento, me están pasando muchas cosas y estoy frustrado, lo lamento.

—¿Qué pasó? Sé que no somos amigos ni nada pero tal vez desahogarte te sirva.

Se quedó callado, pensé que era todo y me iba a ir hasta que escuché que empezaba a llorar de nuevo. Él se aferró a mí mientras lo abrazaba.

—Todo se está yendo al carajo— dijo entre lágrimas. —Mis calificaciones son un desastre, mis padres ya no quieren pagar la matrícula, Chrissy me dejó y esta maldita carta me llegó hoy.

Lo solté un poco para agarrar la carta que sostenía.

"La Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard se ha caracterizado por tener a los alumnos más ejemplares, dado sus calificaciones recientes este es un ultimátum si no mejora sus notas nos veremos en la necesidad de revocar su estancia en la universidad"

—Jason— murmure. —Está bien, tranquilo— frote su espalda.

—¿Cómo va a estar bien Dulce? Me van a correr de la universidad. Todo mi futuro se está yendo al carajo.

—Sé que esto es difícil pero solo tienes que mejorar tus calificaciones para que no pase eso.

—No sé cómo lo haré. Los entrenamientos con el equipo son muy pesados, esto no es nada comparado con Hawkins, no tengo tiempo para nada.

—Bueno pues tienes que tomar una decisión, es el equipo o la universidad y en vista de que sin Universidad no hay equipo— me encogí de hombros. —Lo lamento Jason pero tendrás que dejar el básquet, al menos en lo que regularizas tu situación académica.

—No sé si eso sea suficiente.

—Bueno por algo podemos empezar, si quieres te puedo ayudar a estudiar, digo no tengo las mejores calificaciones pero mejor que tú, si— nos quedamos callados mirándo nos el uno al otro. —Lo siento.

—No te preocupes, tienes razón—dijo con una sonrisa apretada. —¿Por qué eres amable conmigo?

—No sé, mi mamá dice que todo mundo merece una segunda oportunidad. Supongo que te la estoy dando.

—Gracias Dulce.

Pasamos las siguientes semanas estudiando para poner al corriente a Jason con lo que llevábamos. Hicimos equipo para los proyectos y nos apoyamos en los trabajos que nos pedían.

Pasar tanto tiempo con Jason me dejó ver una parte de él que no conocía.

La semana de los exámenes finales llegó y pasaba cada momento con Jason.

—Pensé que no ibas a venir— dijo Cami cuando llegué al departamento. —Ya está la comida por si tienes hambre— se quedó callada cuando vio a Jason.

—Muchas gracias Cami, estoy segura de que hubiera muerto de hambre desde hace mucho si no fuera por ti— me acerqué a abrazarla. —Él es Jason.

—Hola— Jason levantó la mano en forma de saludo.

—Hola, soy Cami— se acercó y lo abrazó. —No sé si te gustan pero hice enchiladas si gustas quedarte a comer.

—Tienes que probarlas, son exquisitas— dije con un pequeño baile de felicidad.

—Claro, me encantaría.

Los tres nos sentamos a comer y platicamos un poco. Hubo un momento en que parecía que solo los dos estaban en la habitación, hablaban como si se conocieran de toda la vida. La forma en que Jason la miraba y la forma en que Cami le sonreía me hizo pensar en Eddie y yo.

—Bueno tengo clases pero sé que van a estudiar así que dejen todo y limpio cuando llegue.

—No te preocupes, ya hiciste la comida, nosotros limpiamos aquí— dijo Jason.

—Si Cami, tu tranquila, te veo al rato.

—Muchas gracias chicos, te veo al rato Dul y fue un gusto Jason.

—El gusto es mío.

Cuando nos quedamos solos empezamos a limpiar.

—Ya te vi— dije con una sonrisa pícara.

—¿Qué cosa?

—¿Te gusta Cami?

—¿Qué? No— contestó en un tono agudo.

—Vamos Jason puedes decirme.

—No me gusta, además acabo de terminar con Chrissy y no estoy buscando nada más que poder seguir en la carrera.

—Hablando de eso, ¿qué pasó?— me arrepentí de preguntar al notar como le cambio la cara. —Digo si me quieres decir si no está bien.

—Sí, no te preocupes— dio un suspiro largo. —Cuando mis padres se enteraron de mis calificaciones me dijeron que ya no me iban a dar dinero y que ya no iba a pagar la matrícula así que hable con ella sobre que nuestras citas a lugares que acostumbramos se iban a suspender y se enojó mucho.

—¡Puaj!— rodeé los ojos.

—Pensé que tenía razón en enojarse, la tenía acostumbrada a cierto nivel y pues...

—No Jason— lo interrumpí. —Era una situación en la que ella debió apoyarte.

—Si bueno, después el día en el que recibí el ultimátum le marque desesperado y termino conmigo, dijo que ella no quería estar con un don nadie que no podía darle la vida que ella merecía, que era un fracasado igual que todos los que se quedan en Hawkins y eso fue todo.

—¿Has intentado hablar con ella?

—No, yo... creo que... no estoy seguro de que la quiera de vuelta en mi vida.

—Lo lamento mucho— tomé su mano. —Tú no tienes la culpa Jason, estabas lidiando con mucho y ella debió apoyarte.

—Ya no importa, lo que me interesa ahora es mejorar mis calificaciones.

—Bien pues a estudiar entonces.

—Bien pues a estudiar entonces

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