Capitulo XXXI

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"Agradable sorpresa."

La pareja se encontraba profundamente dormida, descansando después de una muy larga y ajetreada noche, se abrazaban una de otra, sí, incluso Merlina abrazaba a Enid. Inconscientemente temía que al abrir los ojos y despertar la rubia no estuviera a su lado, encontrándose sola en su habitación como tantas veces le había pasado. No fue hasta que su celular sonó que finalmente despertó, identificó el sonido como un mensaje de Eugene.

Al mirar a su alrededor, Enid se encontraba en la parsimonia del quinto sueño, así que decidió moverse lentamente para no interrumpir su descanso. Se levantó con agilidad y caminó con sigilo hasta el sitio donde se encontraba su teléfono móvil, desbloqueó el aparato con su huella dactilar y leyó el mensaje mandado por su único, y fiel amigo.

"Ya hay fecha, dos semanas a las cuatro. Dos días antes se puede."

Vió que estaba escribiendo y pronto recibió el segundo mensaje.

"Sigo sin creer que sea buena idea, es muy peligroso."

No respondió, solo bloqueó su celular pero lo mantuvo en su mano.

Dos semanas y solo dos días antes de eso podría poner en marcha su plan...

Doce y Catorce días, respectivamente. Todo acabaría tan pronto, tanto así que era increíble que fuera a terminar tan rápido. Se sentía irreal.

Volteó a ver a Enid, ella seguía durmiendo pacíficamente y parecía que iba a tardar en abrir los ojos. Fue así como decidió caminar a la cocina con el celular en mano y preparar el desayuno, tal y como llevaba haciendo desde que salía con la Omega, antes de eso prefería ir a restaurantes y comer ahí, pero ahora sentía una extraña necesidad de atender a Enid, de hacerla sentir bien. Recapitulando sus acciones eso había hecho siempre, desde que se conocieron, incluso cuando era sospechosa, había complacido a la rubia.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el ruido repentino del teléfono que tenía a un lado, vió que llamaba y decidió contestar, aunque sin muchas ganas.

—¿Qué ocurre, Tyler?

—"Buenos días" para ti también. -comentó con ironía que no fue bien recibida por Merlina- Ya tengo lo que pediste. -hubo una pausa donde ambos quedaron en silencio- Merlina... En serio, no creo que sea buena idea. Es demasiado arriesgado y en el caso de que salga bien...

—No pedí opinión al respecto, Tyler. Agradezco que ayudes pero no deseo opiniones o quejas de nadie. -ese "de nadie" dió más información de la que Merlina quería dar-

—Eugene tampoco está de acuerdo, ¿verdad? -no obtuvo respuesta verbal, pero con eso fue más que claro- Bien, no tomes en cuenta mi opinión, pero sabes que Eugene es alguien inteligente, más que tú y yo juntos, deberías tomar en cuenta lo que él te dice pero adelante, ya no hablaré de esto... Espero que realmente salga bien, suerte, Merlina. -acto seguido, se escuchó el sonido de la llamada finalizada-

Dejó el celular a un lado y continuó cocinando, usualmente, cocinar le resultaba relajante, no obstante, hoy tenía demasiado que pensar y preparar pero no podría hacerlo con Enid a un lado, y si se iba daría aún más sospechas sobre sí misma. Definitivamente odiaba al tal Marón, hasta su llegada podía hacer prácticamente lo que quisiese sin preocuparse tanto, ahora al tener la desconfianza de Enid, cualquier movimiento en falso podría ser su final.

—Maldito seas, Marón. -soltó con rabia en su voz, aunque con un tono muy bajo, no quería arriesgarse a ser escuchada-

Una vez terminó de preparar el desayuno de Enid, lo puso en una bandeja de plata para llevarle el alimento a su cama, lo llevó hasta el cuarto con velocidad, movimientos finos y calculados, no quería despertarla hasta estar frente a la cama pero para su sorpresa, al entrar a la habitación, Enid empezó a reaccionar por el magnífico olor que desprendía desde la cocina, los sentidos de la rubia siempre habían sido muy elevados y perspicaces, así que, atrapó a Merlina a pesar de los esfuerzos de la Addams por impedirlo.

Justicia. [Wenclair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora