Capitulo XXV

1K 83 20
                                    

"Beneficio para
ambas partes."

Poco más de tres semanas habían pasado desde el suceso en el antiguo edificio donde vivía Enid, Amanda no volvió a presentarse frente a Merlina pero llamaba, enviaba mensajes, regalos y todo tipo de cosas al departamento. Cabe recalcar que Enid no estaba muy feliz con todo eso, pues a pesar de no ser ella quien revisaba el correo, si no Merlina. Siempre detectaba el olor de esa tipa entre los sobres y cajas, cada noche la Addams revisaba el correo y en cuanto detectaba el olor de Amanda en el sobre lo desechaba.

—¡Y no ha dejado de fastidiar! -gruñó la rubia como molestia, mientras tomaba el café que Merlina le compró rumbo al trabajo- ¡Esta vez se atrevió a enviar chocolates afrodisíacos! ¡Afrodisíacos!

—Si no revisas el correo, ¿cómo te diste cuenta? -preguntó con duda Divina mientras sumergía en su café una de las galletas que Enid trajo para compartir-

—Lo noté porque ni siquiera sé molestó en ponerlos en un sobre, solo le puso un estupido moño rojo en la parte de arriba y cuando fui a tirar algo a la basura lo leí. -bufó rodando los ojos con hartazgo-

—¿Y qué ha hecho Merlina? -yoko bebió un poco de café, muy entrada en el chisme al igual que divina-

—Tira los regalos a la basura, dió la orden de que si alguien la ve, la retengan y llamen a la policía, además me ofreció otro de sus departamentos para irme a vivir, uno que la tipa esa desconoce.

—¿Por qué no te vas? -opinó Divina, pues era lo más lógico, así se evitaba muchos problemas, corajes y disgustos-

—Me niego a irme solo por ella, es como dejarla ganar. -declaró cruzándose de brazos-

Yoko y Divina se vieron entre sí solo para negar, sin embargo, Enid aún recordaba con recelo, la molestia que le causó oler feromonas ajenas entre la ropa de Merlina, era una sensación que aún no se quitaba y sumando puntos negativos a la situación, la Addams se estresaba en sobremanera al encontrar algo de Amanda entre el correo, así que, quería asegurarse de que la tipa esa no volviera a acercarse a Merlina. Ella la apoyó con los idiotas en su antiguo edificio, ahora era su turno de ayudarla con su ex.

—Además, ese lugar es muy bonito y me agradaron los empleados del lugar, la señora de limpieza me recuerda a Rachelle -dijo Enid con una sonrisa después de recordar la similitud de esa amable señora a la mamá de Marón-

—¿Enserio? -preguntó Yoko con sorpresa, después de todo, también había conocido a esa agradable señora- Oye... ¿Y si hoy vamos al departamento contigo? No nos lo has mostrado. En el caso de que nos encontremos a la tal Amanda justo cuando deje sus regalos, aprovechamos y la metemos presa.

—No creo que ella los vaya a dejar directamente... -dijo negando, mientras sus amigas la veían con duda- Como ya me hice amiga de los del edificio me cuentan todo lo que ocurre y también me dicen quien entra o sale, les pedí de favor que me avisaran si veían a Amanda y nadie la ha visto, así que, no ha entrado ni ha estado en los alrededores.

—¿Entonces cómo hace para mantener su olor en los regalos? Las oficinas de correo tienen prohibido enviar un paquete impregnado con feromonas. -cuestionó Yoko, puesto que es totalmente ilegal y ninguna distribuidora de correo tiene permitido hacer algo así o tendrán que pagar una multa multimillonaria o directamente será el cierre de la sucursal-

—Merlina dijo que habló con las compañías de correo y en ninguna hay registro de los regalos que le llegan, así que, lo más probable es que soborne a alguien para enviarlos.

—No solo es ladrona, también acosadora... Si la atrapamos pasará unos muy bonitos y largos años en prisión. -a pesar del tono tranquilo con el que Divina lo dijo, por dentro esperaba encontrarla, golpearla y luego meterla presa, después de todo, ella conoció a Amanda en persona en la época que era pareja de su amiga-

Justicia. [Wenclair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora