Capitulo XXIX

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"¿Qué te pasa?"

Enid despertó al día siguiente bastante mal, no por tener la famosa "resaca", era a causa de que en toda la noche durmió como mucho una hora y ni siquiera fue seguido, ese tiempo lo consiguió en el conjunto de las veces en que dormía pero de inmediato despertaba.

Toda la noche se la pasó con dudas e inseguridades. Su mente no dejó de trabajar ni un solo segundo y todo fue a causa de su pareja, hubiese querido que fuesen cosas buenas pero todo fue un mar de cuestionamientos.

Pensaba: Si Merlina es la Dalia Negra, ¿por qué aceptó ayudarme con la trata de menores?

Y de inmediato una voz en su cabeza le respondía: La Dalia Negra también investigaba eso, le diste el pase libre para hacer lo que quiera legalmente y sin levantar sospechas.

Podría dar más ejemplos de como pasó toda la noche con la mente ocupada en ese tema, buscando un modo de defender a Merlina pero con su propia mente jugándole en contra.

No sabía que hacer, no quería dudar de Merlina, de hecho, no quería ni pensar en qué haría a estas alturas si Merlina realmente lo fuera. Si le hubiera mentido, si la hubiera utilizado.

Cómo si con el solo pensamiento la invocara, su celular sonó y al ver la pantalla vió que el nombre del contacto era Merlina, dudó en responder la llamada pero terminó haciéndolo.

-Hola, Enid. ¿Cómo amaneciste? -preguntó con calma, después de todo, está llamada con esa pregunta se repetía día a día-

-Bien, gracias. ¿Y tú? -intentó sonar normal pero sus emociones y pensamientos estaban muy dispersos-

-¿Ocurre algo? -notó el tono, desanimado y a su vez, nervioso de la rubia-

-No, nada. Solo tengo sueño, ayer me dormí bastante tarde.

-De acuerdo... -decidió no seguir averiguando, pues si Enid no quería hablar de eso estaba bien, así que optó por cambiar el tema- ¿Quieres ir a desayunar? Puedo llevarte a cualquier lado que desees.

-Hoy no podré desayunar contigo, quedé en ir con Yoko y Divina, pasaré el día con ellas. -mintió fingiendo un tono triste-

-Oh, está bien. Entonces, me avisas si quieres que vaya por ti en la noche.

-Sí, yo te aviso, bye. -y sin más colgó-

Merlina se sintió rara, no le gustó que la actitud de Enid, pero suponía que extrañaba pasar el día con las dos, ya que, últimamente habían salido mucho como pareja, así que, quería dedicarle tiempo a sus amigas.

O eso quería creerse, algo se sentía mal.

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Algo realmente estaba mal.

Habían pasado casi dos semanas desde esa primera vez en que Enid se negó a ir con ella a desayunar y esa misma situación se había repetido durante todo ese tiempo, a decir verdad, se estaba volviendo loca.

Siempre había sido alguien directa, le estresaba en sobremanera cuando alguien se mostraba dudoso e indeciso o cuando evitaban el problema de frente, esto último era lo que estaba haciendo Enid, ambas eran mujeres adultas, lo suficientemente maduras como para poder lidiar con un rompimiento, si Enid ya no quería nada con ella debía, decirlo de una vez.

-¿Jefa? -preguntó el guardia de la entrada, hablándole a su teléfono de la oficina-

-¿Qué quieres, Wilson? -preguntó totalmente molesta, gruñendo y con una voz imponente, Eugene se había enfermado de gripe y ahora estaba sola, no le permitiría el acceso a su información a nadie que no fuera Eugene-

Justicia. [Wenclair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora