Capítulo XXIII

929 99 20
                                    

"Lo qué sucedió."

Merlina se separó del abrazo a los pocos minutos y aún se veía la molestia en su rostro, pero su enojo disminuyó considerablemente. Enid aún la veía con preocupación, puesto que, Merlina no solo se veía molesta, se veía... Dispersa, era obvio que una infinidad de pensamientos pasaban por su mente. De hecho, así era. La mente de Merlina era un total enredo de todo tipo de emociones negativas.

Abrazó a Enid por algunos motivos: El primero, necesitaba olerla para tranquilizarse, era de conocimiento general que el olor de tu pareja te relaja. El segundo, quería quitar el jodidamente asqueroso olor de Amanda, nunca le terminó de agradar y ahora que tenía resentimiento hacia ella, mucho peor.

—Merli, ¿qué sucedió? -preguntó Enid, viendo fijamente a Merlina quién miraba con molestia algún punto totalmente aleatorio de la habitación-

—Me encontré a mi ex pareja. -un gruñido salió de ella, sin embargo, no fue la única, Enid también gruñó- Tranquila, no tengo ningún interés en ella.

—Parece que ella sí lo tiene en ti. -no era el mejor momento para hablar de antiguas parejas, con su celo presente sus emociones estaban a flote, en este momento se sentía totalmente amenazada, no quería ni imaginar su reacción sin los supresores-

—Ven aquí. -dijo Merlina extendiendo los brazos, nunca fue alguien muy cariñosa pero entiende un par de cosas: la primera es que está experimentando su verdadero amor del modo Addams, lo que le provoca una necesidad inusual de contacto, y que Enid, al estar en celo, es más susceptible a todo tipo de emociones, así que, debe brindarle confianza-

Enid aceptó el abrazo, odiaba sentir ese grado de inseguridad, gracias a los supresores podía controlar un poco sus emociones y actuar más racionalmente. Pero no eran infalibles, por lo que, ahora mismo se hallaba entre unos celos horribles que la impulsaban a acostarse con Merlina y dejarle su marca de Omega para que la otra entendiera quién era su pareja, mientras que a su vez, sentía unas ganas tremendas de llorar y que Merlina la mimase, asegurándole que todo estaría bien. En sus cinco sentidos no tendría ninguna de esas reacciones, bueno sí, pero no a ese grado, serían mínimas, tolerables.

—¿Por qué no me habías dicho que tu ex te sigue buscando? -estaba sintiéndose totalmente inconforme con la situación- No me apetece toparme con una tipa por la calle que te profece su amor.

—No me buscaba, de hecho, la acabo de ver después de casi ocho años.

Usualmente no daría explicaciones, después de todo no llevaban mucho saliendo y le desagradaba contar esa parte de su vida, pero por alguna razón, sentía la necesidad de contarle.

Recapitulando sus acciones, los detalles que tenía con Enid, nunca los tuvo con nadie. Jamás le regaló a nadie un departamento, ni siquiera con Amanda, incluso cuando llevaban un par de años como pareja, nunca la llevó a su trabajo ni se peleó por ella, no le nacía invitarla a comer, ni le interesaba saber si se alimentaba apropiadamente, mucho menos en qué condiciones vivía. Son preocupaciones que solo ha tenido con Enid... Eso era alarmante, ¿qué pasaría si Enid descubre que es la Dalia Negra? No tendría el coraje de asesinarla, ni mucho menos de afrontar su reacción: odio, rechazó, resentimiento... ¿Hasta que punto había caído por ella? En su momento creyó ser inmune al enamoramiento Addams, pero ahora entendía que realmente no se había enamorado.

Era francamente impresionante lo mucho que Enid se había incrustado en lo más profundo de su corazón, no tenía muchas referencias en cuanto a relaciones, debido a que, solo había tenido una antes de Enid y esa no resultó bien, además, a pesar de no haber sentido ni la mitad de eso por Amanda, su traición le afectó, no quería ni pensar en el momento en qué su pareja la descubriera... ¿Qué haría respecto a la Dalia Negra? ¿Dejaría todo atrás solo por Enid? ¿O seguiría con todo dejando atrás a Enid? Su interior estaba dividido, por un lado su raciocinio le cuestionaba todo, pero sus sentimientos respondían a las preguntas una a una, sin una pizca de duda.

Justicia. [Wenclair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora