Capitulo XXX

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"Primera vez"

(Advertencia: Por el título es más que evidente lo que ocurrirá en este capítulo. Si no les agrada el tipo de contenido sexual explicito, les sugiero no leer, mucho menos si tienen algún problema con G!P, además, es la primera vez que escribo algo así, en fin, yo avisé, si leen es bajo su responsabilidad.)


La pareja entró al departamento con una sensación rara, cualquier otra persona al verlas diría que es una relación común, con una mujer Alfa y una Omega llegando al lugar que comparten, pero para ellas era un momento extraño, se sentía bien pero raro al mismo tiempo. Todo lucía como hace casi medio mes, ambas, el departamento y el aroma a las feromonas de las dos inundando el lugar.

Aunque el de Merlina era apenas perceptible por la larga racha sin su presencia en el lugar al que Enid consideraba su hogar.

Merlina simplemente fue a acostarse al sofá, no esperó una invitación como usualmente lo hacía, ya que, había sido educada con modales impecables que le habían sido de utilidad aunque no lo supiera o más bien, no quería admitirlo, a pesar de los años, le costaba admitir que su madre tenía razón en muchas cosas y ella, claramente no. No obstante, se encontraba sumamente agotada y ni todos los modales del mundo evitarían que hiciera lo que se le apetezca en ese sillón.

—Merli, deberías cambiarte de ropa. -se acercó a ella preocupada- Te dará un resfriado.

—Por si no lo recuerdas, me llevé toda mi ropa cuando te dí el departamento. -suspiró cerrando los ojos, completamente agotada-

El casi nulo descanso en ese tiempo sin Enid fue una tortura y ahora su cuerpo se sentía totalmente en paz, ese sofá lo había comprado muchísimo antes de ese departamento, era soberanamente cómodo y ahora lo acompañaba el dulce pero no empalagoso aroma de la detective, la relajó muchísimo a tal punto que creyó que en cualquier segundo se quedaría dormida profundamente. Cuando se conocieron asociaba ese olor a problemas, a alguien que podría encerrarla en cualquier momento y eso realmente, no estaba descartado, es más, ahora era más probable, pero incluso a pesar de eso, todo su ser le pedía a gritos que estuviera ahí y no la dejara irse nunca más, sin embargo, su mente le dijo que estar ahí más tiempo del debido era incorrecto.

—Ponte algo mío. -dijo con simpleza como si no supiera lo que implicaba, eso solo confundió aún más a Merlina, aunque no hubo objeción- Ahora ve a bañarte. -y con eso la pelinegra fue directo al baño-

El agua tibia, casi fría, caía sobre la Alfa quien cerraba los ojos con la cabeza levantada hacia el techo, tratando de ordenar sus ideas. No sabía cómo reaccionar, era muy extraña la actitud de Enid, la buscaba y se negaba, le daba espacio y la quería cerca. ¿Qué se supone que debía hacer? No quería abusar de la hospitalidad de su pareja, pero tampoco parecía que la rubia quisiera que no le prestara atención.

Salió del baño envuelta en una bata de baño que poseía las feromonas de Enid, un pequeño ruido escapó de entre sus labios al percibir el olor en la prenda y se reprimió mentalmente por caer tan fácil, ahora tendría que ir al cuarto y evitar que la contraria viera el "gran problema" levantado de la total y absolutamente nada, solo por la más leve percepción del aroma.

Enid la esperaba fuera del baño, no entendía demasiado su actitud pero permitiría eso ahora, después de todo, tal vez solo le diría que por esta noche estarían bien, pero en la mañana siguiente le diría que se fuera y no sabría que hacer al no tener el control de la situación, pero sobre todo, no tener a la rubia cerca. Se vieron fijamente y la detective notó que Merlina cargaba en su mano las prendas mojadas, víctimas de la gran lluvia que había fuera.

Justicia. [Wenclair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora