¿El era el malo por tenerle miedo a Duxo? Es su pareja después de todo, el azabache le da todo lo que necesita o al menos todo lo material pero aun así hay algo que le hace tanta falta que no se compra con unos simples billetes...
Amor...
¿Era egoísta por querer que Duxo le de todo el cariño posible? El castaño estaba sentado en la sala viendo la televisión, no quería que Duxo llegara, su miedo de estar frente a frente con el era tan grande que de vez en cuando veía si la puerta era abierta por Duxo.
Estaba viendo dibujos animados como un show más y apenas se acabe saldría hora de aventura.
La serie favorita de Duxo. Pensó con diversión el ojimiel mientras daba una sonrisa al aire, aun recuerda las primeras semanas de noviazgo, todo tan bonito y acaramelado que a Aquino le dan ganas de llorar al recordar esos momentos, extrañaba pasar tiempo con Duxo sin que las peleas o la incomodidad estén en el ambiente, ¿Duxo llegará pronto? Volvió a pensar, era tarde y ese día era sábado se suponía que Duxo salía del trabajo antes de las tres y ya eran las cinco, Tal vez esté ocupado...
Aquino se acomodo en el sofá quedando recostado para estar más cómodo, le dolía la espalda al cargar tremenda mochila llena de libros, no tenían todavía un horario fijo aunque ya iban por el final de el último año. Veía concentrado la televisión que no puso atención al sonido de la puerta habrirse, Duxo había llegado dejando su chaqueta en el perchero a un lado de la puerta y lo primero que vio al entrar fue a su queridísimo novio recostado en el sillón mientras veía hora de aventura.
Dio unos pasos quedando detrás del sofá donde el castaño dormitaba por aburrimiento.
-Aquino ya llegue...-dijo sonriendo mientras veía como el castaño se reincorporaba y giraba la cabeza para poder verlo.-¿Que haces? ¿Viendo hora de aventura y no invitas? Ay Aquinito, Aquinito.-dio un pequeño golpe a la cabeza de Aquino juntando sus dedos medio y pulgar.
-¡Ay! ¿Porque me pegas?-hablo sobándose la zona golpeada, aunque fue un golpe pequeño la fuerza usada por Duxo no fue medida dando como resultado a un castaño adolorido.-Si me dolió...-se quejaba aún con la mano en su cabeza.
-Ya ya pues, solo estaba jugando.-le restó importancia a lo dicho por el menor quien se enojó ante la falta de interés.-¿Quieres salir? Hace tiempo que no vamos a comer los dos juntos, hay un restaurante acá cercas y no sé si te gustaría acompañarme, si no quieres ir, nada más le digo a alguien más que lo haga.-rio el mayor mientras que el contrario se incómodo tras las últimas palabras de Duxo.-Solo fue una bromita, todos podemos hacerlas, ¿O no?-el castaño asintió y el azabache sonrió.-¡Perfecto! Ve a cambiarte que no quiero que se haga tarde.-y al parecer olvido las quejas del ojimiel volviéndole a dar otro golpe solo que esté en su hombro derecho.
-¡Ya deja de pegarme!-grito el ojimiel recibiendo una de las típicas sonrisas cínicas de Duxo quien solo se dio la vuelta y fue a la cocina. Aquino no tuvo más remedio que irse a cambiar de ropa, ¿Que se ponía? Hace tiempo no salía a una cena con Duxo y no sabía como vestirse, ¿Como siempre? Pensó y prefirió vestirse de manera casual pero bonita para ir a cenar. Apenas termino de vestirse salió del cuarto para buscar a Duxo quien ahora era el que estaba sentado en el sofá.-Ya estoy listo Duxo.-
-Vaya, hace tiempo no te veo bien vestido, siempre andabas con ropa de vagabundo.-dijo riéndose y levantándose del sillón.-Ya solo son bromas no te enojes, ¿Quieres que cancele la cena?¿No verdad? Entonces quita esa cara de sufrido y vamos a donde te dije.-hablo dándole un fuerte apretón a la muñeca del ojimiel quien hizo una mueca al sentir un poco de dolor.-Anda, camina a mi lado y no te separes, ¿Escuchate? ¡Obvio que lo hiciste! Ahora ya vámonos.-apago el televisor y todas las luces encendidas en el lugar saliendo por la puerta principal aún continuando con el agarre al castaño quien solo se movía cual muñeco de trapo.
-Perate Duxo, me duele, si me agarras la mano aunque sea controla tu fuerza...-Duxo no hizo caso y a rastras se llevó a Aquino que lo seguía sin más opciones.
Cenaron en aquel lugar y Aquino aún recibía pequeños golpes "jugando" por parte del azabache quien reía ante las expresiones del castaño al recibir los "golpecitos inofensivos" que le daba.
¿Porque de la nada Duxo estaba más agresivo pero a la vez eufórico? No dejaba de radiar diversión en todo su esplendor al ver como el castaño solo se quedaba callado ante las "bromas" y golpes de Duxo.
¿Acaso Duxo estaba drogado? Todo era tan confuso para Aquino que no podía comer tranquilo al ver como Duxo con descaro coqueteaba "discretamente" con una de las camareras. Aquino suspiro ya agotado esperando a que a Duxo se le cruzara por la mente el ya irse.
-Duxo..-el mencionado volteó.-¿Ya nos vamos? Tengo sueño.-se apoyo en el hombro del azabache quien no lo miraba.-¿Ya te quieres ir? Si aún no quieres podemos quedarnos asta que tú quieras...-
-Ya vámonos mejor, se está haciendo noche y no quiero llegar tarde a dormir.-se levantó de la mesa en busca de la camarera que al verlo fue con una sonrisa a su mesa.-¿Me podrías dar la cuenta? Lindura...-la mujer se sonrojo y le hizo caso.-Ya párate, ¿No que ya te querías ir?-Aquino obedeció.-Deja pago la cuenta y ya nos vamos por fin.-así lo hizo y ambos se fueron en dirección a su hogar
Los dos llegaron a la casa y Duxo cansado se fue a dormir mientras el castaño estaba sentado en una de las sillas del comedor pensando.
-¿Duxo estará bien? ¿Porque de la nada está más raro...más...eufórico?-
Aveces no es necesario tener la respuesta a una pregunta cuando fácil la tienes delante.
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