-¡Ya quítate Duxo!- empuja violentamente al azabache que no afloja su doloroso agarre para nada. -¡Me lastimas entiende!- intenta apartarlo con todas sus fuerzas las cuales ya son casi nulas. -¡Por favor Duxo ya sueltame!- Aquino ya no podía aguantar las lágrimas de desesperación.
-¡Es todo tu culpa!- alza el brazo del más bajito para zarandearlo de forma violenta. -¡Te dije que cortaras lazo con ellos y aún así siguen viniendo a buscarte! ¡¿Acaso me ves cara de estupido?! ¡Y puta madre Aquino, ya deja de llorar!- lo toma del cabello y lo jalonea con aún más fuerzas. -¡¿Acaso esto es lo que quieres?! ¡¿Quieres que te trate de esta manera?! ¡Ya se me acabó la maldita paciencia por tu puta culpa!- lo empuja con todas las intenciones de tirarlo al suelo. Aquino cae y siente un gran dolor en la espalda baja.
-¡Ya por favor!- suplica y soba su cabeza ante los tirones que le dio. -¡Yo no quería que vinieran! Ellos s-solo se preocupan por m-mi y quieren ver como estoy.- su voz temblaba y tartamudeaba por el nerviosismo que le causaba la situación. - Duxo p-por favor, ya basta, me l-lastimas...- intenta levantarse del suelo pero fue en vano, Duxo lo toma por el cabello y lo arrastra hasta la habitación. -¡Ya Duxo, duele!- intenta zafarse del agarre, tomando la mano de Duxo empujándola para liberarse. -¡Agh!- suelta un gritillo por el fuerte empujón que le dio el más alto. Se veía intimidante, Duxo lo ve con una mirada monótona y vacía, causándole escalofríos al saber que esta profundamente enojado con el. -¿Duxo?- no recibió respuesta. Aquino ve nervioso como Duxo se agacha para quedar a su nivel. -¿Qué te pa...- una mano sobre su boca lo hizo callar.
-Dime la verdad Aquino...¿Es verdad qué ya no hablas con ninguno de ellos? ¿Y si vinieron por su cuenta por que la rata amarilla sabe todos los problemas qué hay en nuestra relación? ¿Hablaste de más? Te deje muy claro que no me quería enterar que anduvieras de llorón con esos metidos. Esta vez, grabatelo bien en tu miserable y estúpida cabeza. - puso su dedo índice sobre la frente del castaño que lo veía aterrado. -A mi nadie me desobedece, se hacen las cosas como yo quiero que se hagan y si te digo que cumplas con algo lo haces, ¿Entendido? No quiero verte y mucho menos enterarme que cuando yo estoy haciendo tantas cosas por ti, tu andas de perra con ese trío de imbeciles.- Duxo se levanta poco a poco quedando de pie frente al castaño. -Te juro que te voy a matar a golpes para la próxima.- y con esa aterradora amenaza, Duxo sale por fin de la habitación dejando a Aquino solitario y con miles de temblores envolviendo su cuerpo debilucho.
Puso sus manos a los costados de su cabeza estirando con fuerza sus mechones castaños, estaba tan aterrado, ansioso, triste y enojado que se empezó a hiperventilar, ¿Enserio tendría un ataque de pánico justo ahora? Su cabeza no podía con tanto, su mente tan agotada como su mismo cuerpo, se sentía tan roto y vacío que pensaba que en cualquier momento se rompería cual taza de porcelana. Intento levantarse pero su respiración rápida y profunda se lo impedían, estaba tan cansado físicamente que apenas tenía fuerza para arrastrase un poco hasta llegar a la cama la cual estaba echa un desastre. Sus ojos arden por el llanto el cual no desea parar, sus lágrimas provocan que su vista se viese borrosa. Esta tan harto de todo.
Estaba casi al borde de un colapso, ¿Por que tuvieron que venir? Les había explicado las razones del porqué ya no podrían ir a visitarlo y decidieron ignorar toda la conversación que tuvieron hace ya dos meses. Sabe que son sus amigos y también sabe lo mucho que se preocupan por el, pero les advirtió que todo podría salir muy mal si es que Duxo los veía en el departamento.
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Estaban hablando tranquilamente aunque Aquino sentía que Duxo podría llegar en cualquier momento y ver a sus tres amigos ahí sentados junto a el. Mictia lo convenció de pasar un momento sin preocupaciones prometiéndole que Duxo no aparecería hasta casi el atardecer. Las cosas no salieron como Mictia le dijo para calmarlo, ese día Duxo llegó temprano y al escuchar voces provenientes de la cocina se asomó para ver la "bonita" escena de los tres "metidos" y su novio hablando felices como si él no le hubiera dejado claro al castaño que no quería ver a sus amigos nuevamente conviviendo con el.
Estaba a punto de intervenir en la escena aunque se detuvo al escuchar al de abrigo amarillo. Tomó aire y lo retuvo intentado controlar su ira, sentia que lo mejor sería controlar sus sentimientos y escuchar un poco la agradable conversación que su novio lleva a cabo con sus amiguitos.
-Aquino por lo que nos contaste creo que lo mejor es terminar con...¿Cómo se llamaba? ¿Duplo o Duco? No recuerdo la verdad, desde que te viniste a vivir con él ya no lo volvimos a ver, creo que es porque es varios años mayor que nosotros, ¿No?- Soaring le resta importancia al nombre, no quiere ni siquiera mencionar al dichoso sujeto que le a querido arruinar la vida a su mejor amigo, casi hermano.- Bueno, eso no importa por ahora, lo que importa es que estamos aquí para precisamente intentar hacerte entrar en razón. Esa relación que llevar con Duxo no te llevará a nada bueno, por lo que nos contaste me puedo dar cuenta que el es una persona extremadamente agresiva y demente, y tu estas a tiempo de alejarte de ese imbecil.- apunta a Aquino quien suspiro cansado. -Se que lo amas pero si yo fuera tú ya le hubiera puesto una orden de alejamiento.- se cruzo de brazos dejando ver su indignación.
-Chu tiene razón Aquinito, no es sana la relación que tienen, puedes dejarlo y buscar a alguien mejor, puedes intentar buscar a alguien quien verdaderamente te merezca.- dijo Mictia revolviendo los cabellos de su mejor amigo. -Duxo es alguien quien se deja consumir por la ira y es un persona de muy pero muy mal carácter, si quieres seguir con él, al menos dile que consiga ayuda psicológica, ese tipo está mal en todos los aspectos.-
-Pero ¿Y si se enoja? No quiero tener que volver a pelear de nuevo con el. – la mirada ojimiel se entristece. -Las peleas con Duxo son cada vez más frecuentes y no quisiera que eso se haga costumbre. -
-Deberían tener terapia de pareja, Duxo esta tan mal como tú y no quiero ofenderte pero no te dejes Aquino, defiéndete, Duxo tendrá más fuerza pero puedes hacer el intento de detener sus golpes.- atrae al castaño más alto hasta que queda sobre su regazo. -Con todo respeto veda y que Dios no lo quiera pero si ese pendejo sigue así de agresivo, podrías terminar en un hospital.- Natalan habla firme mientras acaricia la mano del chico eléctrico. -Yo nunca trataría así a Soa, en una relación lo que tiene que haber es amor y no violencia, cariño y no golpes e insultos. Abre los ojos Aquino y termina con ese tipo.-
-¿Hablando mal de mi en mi propia casa? Que novedad... -
Ahí fue cuando una nueva discusión empezó, Duxo sacó a todos casi a golpes y al cerrar la puerta con llave, tomó a Aquino por el gorro de su sudadera y lo arrastró hasta la sala donde empezaron a pelear, gritar y Duxo empezó con esos empujones violentos al igual que con esos agarres dolorosos sobre sus brazos.
Mientras más recordaba más rápida se hacía su respiración y más lloroso se ponían sus ojos, ¿Natalan pudo haber dicho la solución? ¿Tendría el suficiente valor como para terminar con Duxo? Era tan débil, patético e inservible para tomar decisiones.
Siente como repentinamente el aire comienza a faltarle y se sofoca aun en el piso. Se recuesta sobre el suelo de cerámica fría mientras su vista se nubla, cierra los ojos y duerme profundamente sin ser consciente de su alrededor.
Esta tan agotado.
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-1364 palabras
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Violentometro | Anti-Duxino
Fiksi PenggemarA pesar de lo mal que lo trataba, él lo amaba.