-¡¿Te querias escapar perra?!- Duxo grita ya sin control. — ¡Te deje muy claro que no quería que hicieras otra de tus tonterias! - se dirige al más bajo que no se mueve por el miedo, Aquino sabe que es todo su culpa. - Y mira, gritaste para que te lograran escuchar, ¿Acaso quieres irte de mi lado Aquino? ¿Ya no quieres estar conmigo? ¿Ya no me amas acaso? — queda cara a cara con el castaño. Ambos se ven a los ojos y cada morada refleja una emoción diferente. Enojo y miedo.
-No, ya no quiero estar aquí y mucho menos cuando ahora me tratas así. - miedo, eso es lo único que puede sentir. - Puede que mi opinión cambie si me dejas de tratar como un animal.- su instinto le hace poner ambas manos frente a él con miedo de recibir algún golpe. -Duxo por favor, yo quiero ser libre, no quiero seguir siendo tu prisionero.- su tono de voz cada vez era más bajo y de sus ojos comienzan a salir pequeñas lágrimas.
-¿Quieres salir? ¿Ya no quieres estar aquí? ¿Por eso intentaste escapar por la puta ventana?- su tono histérico se hacía más notable y Aquino solo retrocedía hasta terminar topandose con la pared. -¡Eres un pendejo, una maldita perra que no aprecia lo que yo hago por ti, yo te amo!- levanta su puño intentando propinarle un golpe, Aquino como pudo lo logró detener.
-¡Estas loco Duxo!- lágrimas y más lágrimas salen sin control, su vista ahora es borrosa y solo logra distinguir bien los grandes ojos lilas que le transmiten miedo. -Eres un enfermo...¡Yo te amaba tal y como eras antes! ¿Porque cambiaste? - su respiración se acelera y en un intento de estabilizarse hace un puño sobre su pecho.
-¿No lo entiendes? ¡Podré estar loco y enfermo, pero por el amor que tengo por ti!- lo beso de una manera tan agresiva, mordiendo su labio provocando un leve sangrado. Lentamente se separa del ojimiel que lo ve con asco, Duxo sonrie mientras acaricia el rostro del castaño. -Yo te amo Aquino, ¿Por qué no logras entenderlo? Tanto que eh echo por ti y no lo sabes apreciar...-
-Yo te puedo amar Duxo, pero quiero que cambies y dejes de lado todo esto.- tomo valor y se acerco un poco al azabache que lo miraba con esos ojos que tanto miedo le causaban. - Esto no es sano, esto está mal y puede terminar peor. Duxo, por favor, vuelve y se como lo eras antes.- agachó su cabeza esperando una respuesta ante sus palabras.
Duxo no dijo nada, metió su mano en el bolsillo de su abrigo y sacó un arma.
Que rápido cambian las cosas.
-Duxo...¿Qué piensas hacer?- retrocedió con temor de lo que podría pasar. -Cualquier cosa que estes pensando te pido que no lo hagas...- un leve tartamudeo se le escapa por los nervios.
-Tu ya no me amas, lo mejor que puedo hacer es deshacerme de ti ahora que ya no significó nada para ti. -jugaba con el gatillo del arma apuntando directo a la cabeza del castaño que estaba paralizado.- Aquino, ¿Quieres morir? Porque si no es así,no entiendo la confianza de tus palabras. Quedate a mi lado e intenta ser feliz, ¿O quieres que te dispare directito a la cabeza? Solo haz lo que yo te pida y jamás te vayas de mi lado. - se reía de manera tan aterradora que le dieron escalofríos, temía de lo que pudiera pasar. -¿Tienes sueño cierto? Te dejare dormir en la cama, debes haber estado tan incomodo en el suelo, no quiero que mi novio pase frío en tan helado invierno.- se alejo hasta llegar a la puerta guardando nuevamente el arma en uno de los bolsillos de su abrigo. -Haz lo que te conviene y eso es obedecerme y estar a mis pies. Nos vemos en un rato cariño.- cierra la puerta lentamente asomando su cabeza dándole una imagen terrorífica al castaño.
Aquino se sentó sobre la cama con la boca entreabierta y los ojos cristalinos. Esta harto, harto de todo ese maldito calvario. Quiere vivir libre, no vivir encerrado y obligado a vivir una vida infeliz.
Su corazón latía con fuerza, la adrenalina y el temor lo hacían jadear. No quiere morir pero si esa decisión implica no volver a vivir su vida como quiere, lo único UE desea es morir.
Se acosto y se envolvió entre las abrazadoras sábanas blanquecinas. La habitación tan monótona y solitaria, de un color blanco en las paredes y la mínima decoración que la hacían parecer el cuarto de un manicomio.
Sus ojos no tardaron en cerrarse, tan cansado que no podía pensar ni concentrarse.
Durmió como siempre lo hace, esperando que todo sea un mal sueño.
Uno que internamente sabe nunca terminara...
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Es corto pero porque se vienen cositas.
De una digo que los siguientes capítulos no serán muy bonitos de ver, lo que sigue es algo fuerte que puede causar incomodidad en algunas personas que leen esta historia.
Subiré tres capítulos posiblemente el domingo ya que me falta escribir uno.
Faltará muy poco para que acabe todo esto 😔
Quería agradecer por que ya son más de 3k de vistas, no se como logré tanto y estoy tan feliz por todo el apoyo en general.
Espero les haya gustado el capítulo y recuerden que no falta tanto para que esto se acabe, habrá capítulos extra, claro esta pero, para que el sufrimiento de Aquino termine no falta mucho.
Bye gente bonita 💖
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