Si os gusta lo romanticón y dulce, con un poquito de drama, este es vuestro Fanfic:
Harry Potter y Draco Malfoy, en medio de una acalorada pelea en clase de Pociones, son castigados por el Profesor Snape a beber un Elixir que conecta sus pensamiento...
Draco llegó a su Sala común. En el interior, vio a algunos de sus compañeros, incluido Zabini, quien estaba sentado leyendo en una de las mesas, y en el sofá con sus amigas, Pansy. Cuando entró, su presencia no pasó desapercibida. Tanto Blaise como ella se levantaron y se dirigieron hacia él.
Su amigo fue el primero en hablar. Se fijo en el rostro de Draco, y no pudo evitar pensar que las cosas con Potter habían ido a mejor gracias a ese accidente. -¡Draco! ¿ya te encuentras mejor? Intenté ir a la enfermería, pero nos topamos con la señora Pomfrey y nos dijo que era mejor que descansarais.-
Draco le dio una palmada reconfortante en el hombro, agradecido por el intento de visita de Blaise. -Estoy bien, no te preocupes. Además, me ha venido bien esto. Tuve la oportunidad de aclarar muchas cosas con Harry.-
La mención del nombre de Harry provocó una expresión de sorpresa e incredulidad en Pansy, seguida de una chispa de enfado. -¿Desde cuándo lo llamas por su nombre? ¿Qué demonios ha sucedido? ¿Ya no lo odias o algo así?- La chica estaba llena de dudas y confusión, y no se contuvo en expresar su descontento.
-Pansy, no empieces...- Advertía Blaise, consciente de que la situación se estaba volviendo tensa. No quería que la chica terminara teniendo un ataque de nervios, pero sabía que Draco tenía sus límites.
El rubio la miró de arriba a abajo con desdén. Estaba cansado de los interrogatorios por su parte. Necesitaba un golpe de realidad. -Lo que haga con mi vida no es asunto tuyo. Si, somos amigos, pero te estás metiendo demasiado donde no te llaman.- Respondió en tono firme y algo frío. - No, no lo odio. Es más, siento cosas por él que jamás en mi vida me había pasado con nadie. ¿Te digo lo que siento? Que lo quiero, y voy a estar con él por encima de cualquiera. Y ahora si me disculpas, quiero hablar con Zabini a solas.- Draco miró a Blaise y, con un gesto de cabeza, le indicó que fueran a su habitación, deseando alejarse de la situación incómoda en la que se encontraba.
Blaise estaba a punto de estallar en risas ante la inesperada declaración de Draco. Miró a Pansy, que estaba visiblemente avergonzada, su rostro enrojecido por el bochorno que sentía, y su mirada perdida en algún punto del salón.
Antes de entrar en la habitación, Pansy se plantó frente a Draco una vez más, enfadada.-¿¡Entonces la caída que has tenido era un plan tuyo para acercarte a él o algo así!?-Exclamó con frustración, lo que atrajo más miradas de sus compañeros de casa.
Draco rodó los ojos. Su paciencia estaba apunto de desbordarse. -¡Por supuesto, Pansy! ¡Estaba deseando romperme el hombro solo para hablar con él! - Exclamó en un tono sarcástico, sintiéndose cada vez más molesto. -No me inmiscuyo en tus asuntos, ¿por qué los haces en los míos? Lárgate de mi vista, por favor. Ah, una cosa más... - Se acercó un poco más a Pansy, cambiando su expresión de enfado a una de intimidación. Pansy mostró miedo en su rostro.
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-Si te atreves a hablar mal de Harry en mi presencia como lo hiciste en el partido, conocerás a un verdadero Malfoy furioso. - Volvió a su posición original y pasó junto a la joven para entrar en su habitación, seguido por Blaise. La puerta se cerró detrás de ellos.
