Hermione y Ron finalmente llegaron al patio, donde sus ojos se posaron en la fuente, buscando a Draco Malfoy y Blaise Zabini. Los dos estaban sentados y parecían estar inmersos en una conversación animada. El rubio estaba ansioso por ver a Harry y compartir con él cómo había sido su mañana.
Zabini ladeó la vista, viendo a lo lejos como se acercaban los dos Gryffindors, pero faltaba alguien en concreto. Alzó su mano en un gesto amistoso y les dio la bienvenida con una sonrisa.
Draco giró su rostro ante el gesto de su amigo. Miró con extrañeza al dúo. ¿No estaba Harry con ellos? Frunció el ceño ligeramente. Se puso de pie y Zabini hizo lo mismo.
-¡Hola!- Saludó Zabini con entusiasmo. -¿Que tal vuestra mañana? La nuestra un coñazo, la verdad.-
El dúo de Gryffindors quedó momentáneamente en silencio, sintiéndose un poco incómodos por la presencia de Malfoy y por la forma en que los miraba, aunque Zabini intentaba aliviar la tensión con su actitud amigable.
-Emm...Bien.- Ron respondió, un tanto incómodo, mientras observaba a Draco con precaución, esperando que el Slytherin soltara uno de sus típicos comentarios insultantes.
-¿Donde está Harry?- Preguntó Draco, cruzando los brazos, preocupado por la tardanza de su León.
-Está en el baño. Dijo que nos adelantásemos, pero está tardando más de lo que esperábamos...- Contestó Hermione, tratando de explicar la situación. Sus palabras no hicieron más que aumentar la inquietud de Draco.
-*Pequeño, ¿Dónde estás? Tus amigos están aquí ya.- No tardó ni un segundo en intentar conectar con él. Esperó ansiosamente una respuesta, pero los segundos pasaron sin que Harry contestara, lo que solo aumentó su angustia. Los nervios empezaron a carcomerlo. -*Por favor, contest...-
-*Estoy llegando.-
Finalmente, la voz de Harry llegó a su mente, pero su respuesta carecía de la emoción y la vitalidad que solía tener. La frialdad en la frase de Harry hizo que las alarmas internas de Draco se dispararan. Algo estaba definitivamente mal, y estaba decidido a averiguarlo en cuanto pudiera.
-¿Y bien, Malfoy? Tienes algo que decirnos, ¿no?- Preguntó Ronald, cruzando los brazos, con un tono de desconfianza evidente.
Este arqueó una ceja ante el comentario y lo miró de arriba a abajo. -No pienso hacer nada hasta que Harry esté presente.- Sentenció con desdén, dejando en claro que la presencia de Harry era esencial para lo que tenía que decir.
-¿Necesitas su visto bueno o algo así? ¿O acaso dudas de que no le digamos que lo hiciste?- El pelirrojo seguía con su actitud desafiante, sin intenciones de facilitar las cosas.
Hermione, siempre la mediadora, intervino. -Ron, por favor, no empeores las cosas. Todos estamos nerviosos, y no es para menos.- Intentó calmar a su amigo, preocupada por la tensión en el ambiente. Si Malfoy prefería esperar, lo harían.
-Yo estoy bien.- Se aventuró a decir Zabini despreocupadamente, lo que hizo que estos dos soltasen una pequeña risa.
Finalmente, después de unos minutos de espera, Harry apareció en el patio. Caminaba lentamente y con la mirada algo baja, y los ojos ligeramente hinchados y rojizos, lo que no paso desapercibido por el Príncipe de las Serpientes.
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¡Sal de mi Cabeza! (Drarry)
FanfictionSi os gusta lo romanticón y dulce, con un poquito de drama, este es vuestro Fanfic: Harry Potter y Draco Malfoy, en medio de una acalorada pelea en clase de Pociones, son castigados por el Profesor Snape a beber un Elixir que conecta sus pensamiento...