-*¿Qué es este sitio...?- Pensó Draco, atónito. Su expresión facial, en medio de aquel majestuoso aeropuerto, era como un lienzo en blanco. El lugar estaba abarrotado de personas que iban y venían, todas mostrando la prisa en sus caras, dando la sensación de que aquel espacio denotaba urgencia y preocupación. El rubio inclinó su rostro, buscando la misma expresión en el semblante de Harry, pero este demostraba la misma tranquilidad de siempre, desconcertándolo aún más.
-¿Por qué está todo el mundo corriendo de un lado a otro?- Preguntó finalmente Draco, volviendo a observar a todas esas personas corriendo sin parar.
-Probablemente sea porque llegan tarde para coger sus respectivos vuelos.- Respondió Harry con calma. -Nosotros hemos llegado pronto, así que no tenemos la misma prisa que ellos.-Añadió, tratando de tranquilizar al rubio con sus palabras. Entrelazó su mano libre con la de él y comenzó a caminar, guiando a Draco por los pasillos. -Vamos a pasar las maletas por el control de seguridad.-
A medida que avanzaban, no se percataron de que una niña corría en su dirección. Sin querer, la pequeña chocó contra la pierna de Draco, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo. Ante el golpe, los dos detuvieron su caminata. El rubio deslizó su vista hacia abajo y, preocupado, se agachó para ayudar a la niña a levantarse de nuevo. -¿Estás bien?- Preguntó con una voz cálida mientras acariciaba con ternura su cabeza. La niña asintió lentamente, sin apartar la mirada del rostro de Draco.
Harry observó la conmovedora escena con cariño. La ternura que reflejaba Draco mientras auxiliaba a la pequeña hizo que sus ojos esmeralda se entrecerraran, y una sonrisa tierna se asomara en sus labios. -*¿Si pudiéramos tener un hijo, sería tan dulce y atento como él?- Ese pensamiento intrusivo cambió la expresión de Harry de un plumazo. Su mirada se tornó ligeramente melancólica y la sonrisa que antes adornaba su rostro se desvaneció. La realidad de que nunca podría brindarle a Draco un hijo biológico hizo mella en su interior, generándole una sensación de pesar. Se llevó instintivamente una mano a su estómago, sintiendo como un nudo se hacía dentro de él.
La madre de la niña apareció, agitada por la carrera que había realizado para alcanzarla. -¡Te he dicho mil veces que no te separes de mi lado!- Regañó con cierta dureza, provocando que la niña alzara su rostro y sus ojos se volvieran borrosos, a punto de desatar un llanto. -Disculpe a mi hija, señor.- Dijo la mujer mientras observaba la expresión tranquila del rubio.
Draco movió su mano de un lado a otro, gesto claro de negación. -No pasa nada, no tiene de que preocuparse.- Se alzó de nuevo, tomando la maleta que descansaba a su lado. Después, se despidió de la niña con una sonrisa. Al verlas marchar, Draco ladeó su rostro y notó la mirada perdida de Harry. -Cariño, ¿ocurre algo?- Preguntó extrañado. Observó con detenimiento el rostro del León y como apretaba su estómago con la mano.
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¡Sal de mi Cabeza! (Drarry)
FanfictionSi os gusta lo romanticón y dulce, con un poquito de drama, este es vuestro Fanfic: Harry Potter y Draco Malfoy, en medio de una acalorada pelea en clase de Pociones, son castigados por el Profesor Snape a beber un Elixir que conecta sus pensamiento...