2. Grow up.

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Sí, probablemente, esa tarde noche, mientras el cielo se tornaba de un color oscuro, Harry fue a casa de su amigo James, el cual, en el instituto le había, prácticamente suplicado que viniera a su casa, pues sus padres no iban a ir hoy por cenas de la empresa pues su casa les pillaba lejos, y tenía que hablar con él. Estaba bastante emocionado, pues, además de que al día siguiente no había instituto, se quedaría en casa de James a dormir, sin contar el hecho de que estaba Mr. Culo Gordo, que, en el fondo, le agradaba.

Harry tocó en la puerta de los Tomlinson, la suave madera de caro ébano estaba ya algo gastada, pero mantenía un toque acogedor y familiar. A Harry siempre le agradaba la casa de los Tomlinson, pese a no ser una casa gigante, es más de sólo dos baños, y cinco habitaciones, para ocho personas, hecho por el cual, las dos hermanas mayores de la familia compartían habitación. De todas formas, no era como si la utilizaran demasiado, ambas estaban muy ocupadas con su último curso de universidad en la carrera de medicina. Pero James siempre le contaba que todas las mañanas la casa era un centro comercial, lo bueno es que sus padres iban temprano a trabajar, por lo que eran seis personas, lo malo, era que sus padres no les dejaban entrar a su baño, y lo solían cerrar con llave. Así que la mayoría de las veces, los dos chicos (ahora tres, ya que sabía de la existencia de Louis) que formaban la familia, acaban duchándose con bañadores en la ducha de la piscina. Joder, eso debía  ser horrible (y eso que él se quejaba porque tenía que compartir cuarto de baño con su padre porque su madre ocupaba uno entero con todos sus potingues).

En unos pocos segundos se escucharon voces dentro unos gritándose a otros un 'Abre tú'. Hasta que escuchó un suspiro desde el interior y unos pasos hacia la puerta. Hasta que dejó de sonreír por las estúpidas situaciones de la casa. Frente a él se imponía la alta figura de Alex, el hermano mayor entre hermanos y hermanas, que tenía ya sus buenos veinticinco años, aunque seguía siendo jodidamente guapo.

-  ¡Hey Harry! ¡Cuánto tiempo sin verte! ¿Qué tal te trata la vida? ¿Cómo has ido a parar aquí? ¿Otra vez James ha querido violarte? - Harry rió.

- ¡Aparta viejo! - Le empujó James. Empujando a su hermano lejos de su mejor amigo. - Sí­gueme. - Le dijo a Harry, tirando de su brazo.

James lo arrastró por el salón lo que le hizo poder saludar a sus hermanas Alice, Charlize y Bianca, las cuales lo saludaron amablemente. Sin embargo no vio a Louis en ningún sitio, como si nunca hubiera estado en esa familia. Eso extrañó a Harry, pues Louis era bastante sociable y simpático, aunque algo callado y apartado cuando se sentía fuera de lugar. Lo pudo ver en clase de teatro y de dibujo, en el que todo el mundo pasaba de él, Louis intentó hablarles, pero lo ignoraron o se rieron de él, en cambio, James siquiera defendió a su hermano, sintió como el resto de la hora Louis bajaba la mirada y pintaba en su cuaderno, triste y avergonzado, y Harry quiso levantarse a abrazarlo.

James y Harry llegaron a la habitación del primero, la cual era demasiado simple, con las típicas paredes blancas, el suelo de madera oscura, un armario, un escritorio y una cama. Algo cutre, pero más bonita que la de Harry, James se sentó en la cama y Harry en la silla frente a su escritorio. Por la forma en la que Jame comenzó a morder sus uñas Harry aceptó que se trataba de un tema algo serio.


- ¿De qué querías hablarme? - Preguntó Harry, yendo al tema.

- Es relacionado con Louis.

- ¿Es la razón por la que no supe de su existencia?

- Exacto.

- Desembucha.

- Ehrm... - James se mordió el labio. - No me juzgues pero... me avergüenzo de que Louis sea mi hermano.

- Explícate. - Preguntó Harry, algo impactado por la confesión de su mejor amigo.

- Louis es... como decirlo... ¿un poco tonto? Todavía vive en su mundo, no parece captar nada a su alrededor.... no parece querer madurar nunca... Es como un jodido bebé todo el tiempo, por eso no te lo presenté. Me da vergüenza que sea de mi propia familia. Claramente Louis no sabe nada acerca de esto así que te pido que mantengas la boca cerrada.

Una mano que iba a golpear la puerta quedó inmóvil ante las palabras de su hermano favorito. Era horrible escuchar las conversaciones ajenas, pero a veces quería saber que pasaba por la mente de sus hermanos, sólo quería pasar un buen rato con tu hermano favorito y con el único chico del instituto que le aceptaba. Pero al parecer era verdad, la otra parte de su mente tenía razón, todo el mundo se avergonzaba de él y de su actitud. Quizás, el sólo quería encajar, ser amable y social, no ser el típico imbécil que jode a los demás porque le sale de las narices.

Sin embargo, no era su intención hacer pasar vergüenza a sus hermanos o nada por el estilo, si quiera a sus padres. Quizá el fuera de los que confía, demuestra y espera, pero también sabía callar, irse y no perder el tiempo, porque, al fin y al cabo era otro juego con otra familia, de nuevo, perdido.

En el fondo el sabía que avergonzaba a su hermano James, pero era peor oírlo de sus labios y que no te lo dijera, que lo cotilleara entre sus amigos. El pequeño Louis no se inmutó, tenía claro que no podía fiarse de más gente. Tendría que seguir viviendo en secreto intentando olvidar las horribles experiencias en otras casas de adopción.

Ass /L.S./Donde viven las historias. Descúbrelo ahora