Epílogo.

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Dedicado a:

@Wickedumb @Lstylinson_x @Niallflowersxx

Basado en Hello de Adele y Sorry de Justin Bieber.

 - Lou ¿queda mucho? - Preguntó su pequeño hermano George acomodándose de nuevo en el asiento del avión.

 - No, cariño, pero descansa, tienes que estar más descansado para la boda de Dianna. - Dijo con una pequeña sonrisa acariciando sus suave cabello castaño.

- No tengo más sueño. - Dijo rascándose el ojo en un puño. - ¿Hace cuánto que no vas a Boston? Mamá dijo que tú vivías allí. - Cuestionó acomodándose.

 - Tres años y algunos meses. - Le dijo, con una mirada de nostalgia.

 - ¿Los echas de menos? - Preguntó con su tierna mirada inocente.

 - Muchísimo. - Dijo sinceramente. George lo miró con sus enormes ojos azules. - A mí me quieres mucho más que a todos tus amigos de allí verdad. - La pregunta iba saturada de miedo. Louis le acarició el pelo y besó su blanca y pequeña frente.

 - Imposible. - El pequeño pareció contento con la respuesta y se entretuvo con uno de sus pequeños juguetes el cual se encontraba fuera de su mochila.

Louis suspiró y se echó hacia atrás en el asiento.

Había madurado bastante en ese largo periodo de tiempo, y se había dado cuenta de su cobardía al no enfrentar sus propios problemas y al no haberse dado cuenta de qué había hecho mal antes. Y aunque se había arrepentido muchísimo de haberse ido y de perder su antigua tarjeta de contactos, no se arrepintió en absoluto de conocer a su familia después de tanto tiempo. Le había dado una nueva oportunidad de tener una familia de verdad. Y, aunque la de Boston no hubiera sido perfecta habían sido muy buenos con él y estaría realmente agradecido.

Sin embargo no podía evitar que una sensación de emoción se instalara en su pecho por, quizás, volver a ver a todos sus amigos, a sus hermanos y a Harry. Tampoco podía evitar alegrarse de que su hermana se fuera a casar. Porque esa era la única razón por la que volvían. Dianna casándose en Boston con un tío buenorro y majo. 

En apenas media hora llegaron al aeropuerto, recogiendo sus pesadas maletas, con su madre histérica porque las ruedas de su maleta se habían partido por culpa de la brusquedad de los trabajadores de allí y sus pequeños hermanitos George y Anthony riendo con sus pequeños dientes de leche y los ojos azules brillando con alegría. Eran un réplica muy parecida a él.

Sin embargo al llegar al hotel llegaron al acuerdo de que George, Dianna y sus padres irían a arreglar unos pocos detalles relacionados con la boda y Louis y Anthony visitarían algunos sitios de Boston.

 - Pero yo también quiero ir con Louis. - Dijo George, haciendo un puchero con los brazos cruzados. 

 - No, tú vienes, además hoy probaremos la tarta. - El pequeño la miró incitándola a añadir algo más a su lista. Ella rodó los ojos. - Está bien, te compraré algún dulce.

El niño sonrió. Y cogió la mano de su hermana mayor. - ¿A qué estamos esperando? - Dijo arrastrándola al pasillo del hotel para irse. Sus padres lo siguieron.  

 - Recordad, a las nueve a más tardar aquí ¿eh? - Preguntó su madre, ambos asintieron y los dos padres, salieron de allí satisfechos.

 - ¡Vamos Lou! ¡Yo quiero que me lleves a esa cafetería de la que me habías hablado. - Dijo su hermano Anthony el cual se encontraba en sus brazos.

  - Está bien, vamos. - Dijo, acomodándose al niño en la cadera.

Louis caminó por las calles de Boston rápidamente, parecía no haberse marchado nunca, parecía que todo seguía igual, exceptuando algunas nuevas casas y edificios, pero no le fue difícil llegar de nuevo a la cafetería en la que trabajaba con Dianna. Sin embargo se decepcionó al no encontrarle y siquiera ver a Jane ni a Kate trabajar mirando el reloj cada cinco segundos, bufando porque querían acabar ya.

 - ¿Louis? - Una voz grave lo llamó. Louis giró topándose con Chris, su antiguo jefe. La curiosidad recorrió el cuerpo de su hermano.

 - ¡Cuánto tiempo sin verte! - Lo saludó con una sonrisa.

 - ¿Ese era tu novio? - Preguntó inocentemente.

 - No, pequeño, era su jefe. - Le dijo Chris a Anthony. - ¿Es tu hijo? - Preguntó.

 - Mi hermanito. - Louis rió.

Los tres hablaron en la cafetería un escaso cuarto de hora, tras ese pequeño período de tiempo, Louis se dijo que era hora de visitar a alguien demasiado importante para él. Ambos recorrieron las calles con las manos unidas y un matiz de ilusión en sus ojos.  Cada vez se acercaban más a la gran casa. Y el camino parecía alargarse para el ojizarco más mayor. Pero cuando llegaron a la valla de la  gran casa, sólo pudo sorprenderse, y se obligó a taparle los oídos con ambas manos a su hermano.

 - Coño, Jaime, como lo vuelvas a quemar te juro que te tiro a ti a la barbacoa. Estoy jodidamente muerto de hambre. - Las palabras de Zayn rodaron.

 - ¡Lou! ¡No me tapes los oídos, quiero saber que dicen! ¡¿Los conoces?! ¿Nos pueden dar comida? ¡Louis!- Dijo el pequeño, intentando llamar su atención.

 - Sí, cariño, los conozco, son amigos míos. Y, no, no nos van a dar comida, acabamos de merendar. - Dijo Louis, volviendo a cogerlo en brazos. Decepcionado de no haberle encontrado de nuevo.

En el jardín se encontraba un crecido Zayn y unos más maduros Luke, James, Niall y Liam, sin contar al chico que Louis vio con Luke  hace tiempo y que no había tenido el lujo de conocer, sin embargo tenía un color diferente de pelo.

 - ¡Louis! - Gritó el niño. - ¡Quiero comer! 

 - No grites, te llevaré después a por una hamburguesa. 

 - ¡Pero yo quiero comer ahora! - Gritó con más fuerza.

 - A la próxima te llevo a comer tartas de boda con mamá. - El pequeño sonrió. 

 - No serías tan cruel de hacerme eso. - El castaño negó.

 - Claro que sí, soy terriblemente malvado, y también tendrías que aguantar a Dianna quejándose acerca de que no cabrás en esos trajes que ella te ha comprado a medida. - Anthony rió.

 - Y a mamá y papá histéricos porque me volví a manchar la ropa. - Ambos rieron.

 - Cierto, lo olvidé. - Dijo el mayor.

 - ¿Louis? ¿Has vuelto? - Las palabras se escurrieron de aquellos carnosos labios que él besó.

Louis le miró anonadado, con el corazón latiendo en su pecho como si fuese ayer que lo conoció. Porque el destino no había sido tan horrible, y quizás quería que se volviesen unir. Porque Louis volvió por Harry. Y Harry volvió por Louis.  Con sus preciosos y pensativos ojos verdes parecían brillar con mucha más fuerza. Y el corazón de Louis no se quería parar. Y quizás, puede que después de horribles errores ambos pudieran escribir un final feliz juntos.

FIN

Se acabó.

Ya acabó, tengo que admitirlo, me ha encantado escribirla. 

Una pregunta ¿cuál fue vuestro capítulo favorito?

Bueno, he dedicado a todas las que queríais dedicación este cap. Muchísimas gracias a todas/os por apoyarme durante tanto tiempo. 

Una última nota. Tengo un par de fics Larry que estoy comenzando a subir, so... os agradecería muchísimo que os pasárais.

Kisses,

Delilah.

Ass /L.S./Donde viven las historias. Descúbrelo ahora