21. The truth.

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El agradable olor a café inundaba sus fosas nasales, el cielo se tenía de un oscuro color. La cucharilla de hierro daba vueltas en la porcelana de la taza. Su tintineo parecía haberlo calmado ligeramente. Las piernas de su hermana se encontraban cruzadas sobre la mesita baja, los brazos sobre su pecho, la expresión neutra con matices de seriedad y perdición haciéndose lugar, y el brillo en los preciosos ojos opacados. El silencio se derramó durante unos largos minutos. El castaño chasqueó la lengua con un amasijo de enfado, nerviosismo, y, a la vez curiosidad.

 - ¿Piensas hablar sinceramente o piensas seguir mintiéndome? - Escupió el ojizarco con enfado.

 - Lo dices como si todo hubiese sido muy fácil para mí. - Su boca pronunció las palabras lentamente como si le costara pronunciarlas.

 - Seguramente no fue como lo ha sido para mí. - Las palabras inyectadas en veneno se derrumbaron.

 - ¡Si me conocieras lo sabrías! - Exclamó, con un leve enfado creándose.

- ¡Si me hubieras dicho la verdad desde el principio hubiera sabido quien eres! ¡Siquiera sé si te conozco!  -Atacó el castaño. El gélido hielo de sus palabras aún perceptible en el ambiente. La ira latiendo en su pecho. La cólera y el miedo cegando su mente. El veneno saturado en sus palabras.

- ¡No podía! ¡¿Eres idiota?! ¡Intentaba protegerte! - Se defendió, con las palabras aún atascadas en el fondo de su garganta.

- ¿Protegerme? ¿De qué? ¡Quieres jodidamente hablar claro!- Se exasperó el menor

 - Yo vivía en Australia hasta hace poco, Johannah no tenía dinero y estos últimos dos años nos hemos matado a trabajar para venir aquí, conocerte y que conocieras la verdad, para llevarte después a Australia, pero necesitábamos más dinero del que creíamos, además hace poco menos de un año quedó embarazada de gemelos con su actual pareja, y tuvieron que adelantar la boda, para que no supusiera mucho problema con las hormonas. - Explicó la joven, intentando con todas sus fuerzas mantener la calma. Las cosas no habían ocurrido en absoluto como esperaba.

 - ¿Eso qué tiene que ver con protegerme? - Preguntó un confundido Louis.

 - Llegamos aquí el día que fui a trabajar a la cafetería, Johannah, me dijo que por favor trabajara allí, para que las cosas no fueran tan duras para ti, no queríamos que sufrieras respecto a eso.

 - ¿Por qué esperasteis tanto tiempo? - Cuestionó.

 - Conocí a Johannah hace un par de años, tenía tu edad, era incluso un poco más joven. Estaba viviendo en Canadá, había tenido malas experiencias con algunos padres de adopción, pero al final acabaron adoptándome una dulce pareja casi anciana que no tenía herederos. - Pausó, levemente afligida. - Me cuidaron y un día llegó nuestra madre. Me contó toda la historia. Al parecer ambos fuimos fruto de malas experiencias adolescentes, pretendió dejarme en la casa de adopción para conseguir el dinero necesario para criarme y recogerme. Pero, naciste tú, así que los dos fuimos internados, y cada uno acabó en un sitio diferente del mundo, pero ahora quiere recuperarnos, no preguntes el por qué, porque siquiera yo lo sé.

 - Pero- El ojizarco fue cortado por su hermana.

 - ¡Basta Louis! Estoy harta de pelear. Johannah hoy vuelve a Australia. Yo vuelvo a Australia en un mes, tienes hasta entonces para decirme si vienes conmigo o si te quedas.


Seh, últimamente son algo cortos. Pero babies, creo que sólo queda el final, quizás haya dos, que van a ser largos, y, no, no va a haber epílogo, -I'm so sorry-. También tardé mucho en subir porque estaba algo deprimida por la muerte de David Bowie, (seguramente nadie o casi nadie lo conoce) y me siento fatal en cuanto a eso.

Quiero dar la bienvenida a las nuevas lectoras, sin embargo quiero deciros que también echo mucho de menos a las que me siguen desde casi el principio de la historia.

Y... como siempre ¿alguien quiere dedicación en el cap final?

Gracias por todos los votos, leídos y comentarios. Os amo.

Kisses, 


   Delilah xsxs





Ass /L.S./Donde viven las historias. Descúbrelo ahora