18 - Parte I. New person.

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Las manos de Louis estaban enfundadas en unos calentitos guantes de lana azules, los cuales Harry había tenido la amabilidad de comprar. Hoy había más clientes que de costumbre y los cafés volaban y los dulces de todo tipo también. Era, normal era un bonito viernes y apena quedaban tres cuartos de hora para escapar de su  estresante trabajo. El olor a dulces cada vez lo envolvía más y la mezcla de los sabores, además del griterío de toda aquella gente, los niños gritaban emocionados con sus pasteles de chocolates y los más mayores hablaban con jovialidad removiendo el café y los niños pequeños tomando chocolate caliente.

Suspiró. Esto cansaba casi tanto como cuidar niños.

 - ¡Louis! - El castaño giró, dejando que un poco de leche de derramara.

Karen venía acompañando a una bella muchacha.

 - Es nueva también, y Jane quiere que la enseñes a manejar esto y que la ayudes a introducirse un poco más en el grupo.

 - Pero tengo mucho traba-

 - No te preocupes, Jane te sustituye. - Le dijo Karen, se giró, dispuesta a continuar su trabajo pero volvió a darse la vuelta. - Se llama Dianna, y podría afirmar que os parecéis un poco. ¡Suerte! - Dijo, antes de andar deprisa a por varios dulces sin repartir.

La chica parecía un poco nerviosa. Louis le sujetó la muñeca y sintió algo extraño, como si la conociera de toda la vida, no era algo nuevo y apasionado como con Harry pero sí como si estuvieran unidos. Como si fueran más que mejores amigos, como si fuera Luke.

 - Bien, acompáñame, aquí no podremos hablar mucho. - Le dijo algo alto, para que pudiera escucharle por sobre la gente. 

- Está bien.

Louis la condujo por toda la cafetería hasta llegar al vestidor, donde apenas quedaban un par de delantales colgados. Le hizo sentarse en uno de los bancos y se sentó al lado suya. Giró, la muchacha lo miraba atentamente. alerta a cada movimiento. Era levemente parecida a él, los rasgos de la cara eran muy parecidos, ambos con los labios finos y los ojos grandes, la misma forma de pelo y la misma nariz pequeña, sólo cambiaba el color de ojos de la muchacha y que ella se había teñido el pelo de rubio y él lo mantenía moreno.

 - Me llamo Louis. - Le sonrió, intentando darle confianza.

 - Yo Dianna, Dianna Agron. 

 - ¿Eres nueva en la ciudad? - La muchacha asintió. - Soy de Australia.

 - Yo también. No pareces mucho mayor que yo.

 - Tengo veinte años por lo que soy algo mayor que tú. - Le sonrió.

Louis se extrañó. ¿Cómo podía saber ella su edad?

 - ¿Cómo sabes que eres mayor que yo?

 - No aparentas más de dieciocho. - Louis no le creyó, pero asintió aún así y le sonrió.

 - Vale. ¿Y qué te trae por aquí?

 - Quiero recuperar tiempo perdido.

 - ¿Estás por algún novio en común? - Preguntó Louis, curioso.

 - No exactamente. 

 - ¡Louis, deja de vaguear! ¡Muéstrale como funciona y a trabajar! - Le gritó Jane desde fuera.

Louis rió. - ¡Está bien! ¡Ya voy! - Gritó. 

Louis se levantó, cogió un delantal y se lo tendió.

 - Póntelo  y prepárate hoy será un largo día.

-o-

El día fue un poco largo, pero la chica parecía manejarse bien. Louis se quitó el delantal, ya era hora de salir. Cogió sus cosas y se dirigió a la zona de servido.

 - ¡Adiós! - Se despidió. Algunos se despidieron de él, otros estaban demasiado ocupados sirviendo el café para escucharlo siquiera. 

Se dirigió a la barra, Dianna parecía servir perfectamente, seguramente haría trabajado en algunos de esos en Australia.

 - ¡Louis, me voy a hacer viejo como no salgas! - Louis sonrió. 

Harry estaba allí con una sonrisa de oreja a oreja, Louis fue corriendo hacia el.

 - ¿Listo para nuestra cita súper especial? - Louis rió.

 - Listo.

Síp, Dianna Agron. 

Bueno, como siempre, muchas gracias por todo vuestro apoyo. 

Gracias por los comentarios, votos y leídos y como siempre si queréis dedicación decídmelo.

Kisses,

Delilah




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