9. Find a work.

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Dedicado a: angel_caido_

El día para Louis fue horrible, Zayn y Harry se peleaban entre ellos para sentarse con él, así que al final Louis acababa sentándose con Jamie, el cual estaba muy sorprendido y poco feliz de que su mejor amigo y su hermano estuviesen saliendo. Puede que se avergonzara un poco de su hermano, pero al fin y al cabo lo quería.

Harry tenía que aguantarse con sentarse en la mesa detrás de la suya con Zayn y observarle a Louis el culo toda la hora. Antes se quejaba de que Louis tuviera mejor culo que él, pero ahora le encantaba.

Y quizás en la hora de los descansos Louis estuviera rodeado de tres celosos y de la pandilla de James. Aunque ahora estaba pensando seriamente en sentarse con Liam o con Niall, incluso con Thomas, con tal de que le dejasen en paz.

Dos minutos antes de irse a casa, Louis pidió salir al baño, así podría salir antes que los tres pesados. En cuanto el profesor le dijo que sí, cogió su mochila y salió, corrió hasta la salida, y, cuando estuvo fuera cogió un autobús hasta llegar al centro, encontraría así el trabajo que se inventó para Harry y el resto no sabría donde estaba, y le dejarían en paz.

Primero paró en un pequeño restaurante de comida rápida y se zampó una deliciosa hamburguesa. Joder, estaba tan hambriento. Después de pagar, salió, viendo si había trabajo en los pequeños negocios de las tiendas. No había por ningún sitio, y mientras entraba en algún que otro sitio le decían que buscaban a alguien un poco más mayor que él o que ya habían ocupado el puesto, que obviamente lo decían para que no se sintiera mal.

Al final se topó con un pequeño papelito pegado con celo en una farola. Lo despegó y se dirigió a la calle, que indicaba, la cual no quedaba demasiado lejos, lo cual era mejor, pues entre tienda y tienda que miraba se le pasaba el tiempo y ya eran casi las ocho. Entró en el pequeño local, el cual estaba pintado con vivos colores y dibujos infantiles. El suelo de parqué oscuro era muy bonito y hacía que todo fuese más acogedor. Había un pequeño mostrador con una muchacha hablando con otra persona que estaba detrás de este. La muchacha se fue, llevando consigo a una pequeña niña que sonreía.

- Buenas tardes, ¿desea algo? - Le preguntó una voz masculina.

Levantó la cabeza, encontrándose con un muchacho rubio, de piel algo morena, con cejas anchas, preciosos ojos azules, unos labios finos y rosados, pómulos poco marcado y una nariz algo ancha. Era muy alto y Louis se sentía enano a su lado, además de que poseía unos buenos músculos. Derrochaba masculinidad por todos sus poros.

- Ah, sí. Vengo por el puesto de trabajo. - Dijo Louis, entregando el papel que había cogido de la farola. El hombre abrió la boca para hablar. - Por favor, no me diga que soy demasiado joven o que el puesto está ocupado, por favor, respóndame sinceramente.

- La pregunta es: ¿se te dan bien los niños? - Bueno, eso lo había tomado por sorpresa, aunque era normal, dado que estaba en una guardería. Recordó las veces que había estado con niños pequeños. Lo cual se resumía a cuando tenía cinco años. No se le daban bien.

- Por supuesto. - Mintió no tenía muchas ganas de seguir buscando ni venir otro día.

- ¿Eres menor de edad?

- Tengo diecisiete años, casi dieciocho y se supone que a los dieciséis ya es legal contratar a alguien, aunque no tenga currículo. - Dijo Louis seriamente. Abrió la cartera y le entregó el DNI.

El hombre comprobó sus datos.

- Está bien, te daré tres días de prueba, ya veré depende de como se te de si te contrato o no, si lo hago trabajarás de las cuatro a las nueve de la tarde entre semana, los domingos y los miércoles serán tus días libre y los sábados trabajarás por la mañana de nueve a ocho y media, con algunos descansos de por medio. - Dijo el hombre mientras apuntaba los datos de su DNI. - Si te contrato, hablaremos de los otros puntos que tenemos que tratar.

- Gracias, mañana llegaré puntual. Adiós.

Louis estuvo a punto de besarle toda su preciosa cara y darle abrazos hasta matarle. Pero no lo hizo, en lugar de eso, cogió el DNI y salió por la puerta, sonriendo. Olvidándose de los celosos y pensando en lo feliz que estaba de encontrar su primer trabajo. Y lo mejor, que su jefe no fuera un viejo gruñón o una abuela mandona. Cogió el autobús, intentando arroparse un poco con su jersey, pues hacía ya bastante frío y sabía que llegaría a casa a las nueve más o menos. No había demasiadas personas en el autobús. Sólo un anciano roncando y una chica de catorce años, la cual estaba escuchando música en su móvil, mientras escribía algo en él pulsando las teclas táctiles con sus dedos con uñas postizas enormes. El cielo estaba oscuro y grisáceo, seguro que llovería. El autobús paró a dos manzanas de su casa. Bajó y pudo darse cuenta de que comenzaba a caer llovizna. Debía darse algo de prisa si no quería coger un resfriado.

En cuanto llegó a su casa introdujo las llaves en la cerradura rápidamente, pues las gotas ya caían fuertemente. El jersey se le pegaba al cuerpo, al igual que los pantalones y el pelo goteaba, pero Louis estaba sonriendo, a pesar de estar helado y con la cara rojiza. En cuanto entró en la casa y se encontró a Zayn, a Harry, a Luke y a James discutiendo, se dio cuenta de que no todo era tan feliz como esperaba.

Y se avecinaba una tormenta.

Incluso peor de la que había fuera.

Hi!

Ya somos 2.1k, llamadme idiota, pero estoy realmente feliz, porque sí, para algunas personas 2k son poco, pero para mí son súper felices. También muchas gracias por todos los votos y comentarios.

Veía realmente extraño eso de que me pidiéras dedicaciones, pero verdaderamente lo agradezco.

Esta semana quizás no suba mucho, ni el fin de semana que viene, a lo mucho el viernes. Pero estoy algo liada. Así que no creáis que subiré así de seguido, no es por nada, pero últimamente me siento realmente feliz y en mi forma de escribir se muestra ya no hay tantos dramas.

Para los que leían Anorexic, ya no me sentía cómoda adaptándola y los capítulos se me hacían cada vez más largos, así que prefiero escribir algo hecho por mi o traducirlo, porque me siento mucho más cómoda, y no me gusta mucho tocar el tema de las enfermedades relacionadas con el peso o los suicidios, porque mucha gente lo hace por moda y muy poca porque lo ha vivido y quiere transmitirlo. No digo que esté mal escribirlo, pues cada uno puede hacer lo que le salga de los cojones, pero no me siento bien adaptándolo.

Delilah



Ass /L.S./Donde viven las historias. Descúbrelo ahora