14. Devil came to me.

4.7K 444 194
                                    

Dedicado a: @ChrissyYoung 

Louis se había repeinado como ocho veces y se había acomodado la camisa un millón de veces. Era una camisa de su hermana Bianca. Claramente hubiera sido más lógico que se hubiera puesto una de James o de Alex, pero le quedaban gigantes, así que había escavado entre el gigante armario de su hermana y sacado la camisa más masculina que ella tenía. Esperaba que no se diera cuenta. Los jeans se le pegaban a las piernas y Louis creía que le dejaría sin circulación en las piernas y había cogido unas Vans de imitación (sí, no le gustaba gastar mucho en los zapatos, prefería gastárselo en jerséis). 

Llamó a la pesada puerta frente a él. Y mientras se retorcía en sus adentros por tener que conocer a los padres de Harry se abrió la puerta, dejando a la vista a un arreglado Harry. Louis quiso haberse ahorcado por no ponerse corbata, se sentía incluso informal a su lado.

Harry le brindó una sonrisa y dejó espacio para que pasara, Louis no pudo evitar sonrojarse mientras pasaba. El ambiente era cálido y agradable. Parecía mentira que tuvieran que fingir que eran novios, porque se sentía tan bien. Harry le besó la mejilla y le cogió la mano.

 - Ven quiero presentarte a alguien. - Harry lo arrastró al salón. 

La chimenea estaba encendida y una pequeña muy conocida giró la cabeza hacia él.

 - ¡Profe Lou! - Gritó la pequeña, para lanzarse a los brazos de Louis, que la sostuvo en su cintura.

 - Hola, Mary, ¿me echaste de menos? - Preguntó un sonriente castaño.

Mary soltó la muñeca que hasta entonces tenía en sus manos y comenzó a tocar el pelo del castaño. Tanto peinarse para nada.

 - Mucho. - La pequeña sonrió.

 - ¿De qué conoces a mi sobrina? - Preguntó Harry.

 - Era mi profe de guarde. - Se adelantó la pequeña.

 - Ah, entiendo. - Dijo el más alto y sonrió ante la tierna imagen frente a él. - Oh, vamos, a cenar mis padres tienen ganas de conocerte. 

Louis asintió con la pequeña agarrada con fuerza a él, parecía que la tendría agarrada toda la noche. La cocina era enorme, la cocina de ensueño de Louis, con demasiados armarios y hornos. Esa casa era mucho más bonita que la suya. 

La madre de Harry era guapísima, con el largo cabello azabache cayendo perfectamente por sus hombros y los dulces ojos verdes mirándote. La nariz pequeña y la sonrisa en su cara. Los pómulos definidos y la frente algo estrecha. Alta y delgada, como parecen ser todos en la familia de Harry, jodidamente altos. Eso hizo a Louis sentirse como un gnomo al lado de un rascacielos.

El padre de Harry tenía un gran parecido con él, pero no tanto como su madre, rondaba el metro noventa, y parecía muy serio. Louis quería hacerse pis en los pantalones.

 - Bueno, os llevo hablando de él algo de tiempo, así que sí, este es mi petit-australian.* - Oh, Dios, Louis quería empezar a reírse como loco, no lo llamaba así desde que se le ocurrió. 

 - ¡Hola! - Dijo el feliz hombre. - Soy Todd. Padre de Harry y tu suegro. 

 - Encantado, soy Louis.  - Louis le sonrió, estrechándole la mano, mientras que con la otra tenía cuidado de que no se cayera la pequeña.

 - Yo soy Lucy, su madre. - Dijo amablemente, lo miró de arriba a abajo. - ¿No eres un poco bajo para Harry?

Lucy 1 - Louis 0.

 - No, es perfecto para mí. - Dijo Harry abrazando a Louis por la espalda, apoyando su mentón en su cabeza , mientras Mary ahora se dedica a jugar con el collar de Louis.

Ass /L.S./Donde viven las historias. Descúbrelo ahora