016

296 24 18
                                    

Pov: Narradora.

Habían pasado un poco más de 2h después del último encuentro entre el castaño y el pecoso narrado.

Ambos estaban en la cama del más pequeño exhautos, después de unas cuantas rondas de sexo, los dos chicos estaban un tanto cansados.

La madre de Felix aún no llegaba a la casa, ya que su turno terminaba un tanto... tarde. Cosa que ambos chicos aprovecharon al máximo.

— ¿Crees que podamos una ronda más? — Dijo Felix, girándose hacia el mayor, haciendo pucheros mientras lo miraba de arriba a bajo.

— Oh no pequeño, no te quiero romper. No vamos a tener excusa con tu madre.— El chico se acercó al rubio, cogiéndolo de la cintura mientras dejaba un par de besos húmedos en el cuello del contrario.

— Vamos Hyunjin, sólo una más...— Dijo empezando a frotar su miembro con el del contrario, el cual soltaba varios gemidos mientras negaba.

— No cielo, no quiero que nos descubran en plena acción. Bajemos después de un rato, y si quieres, seguimos mañana en mi casa.— El menor asintió, comprendiendo lo que decía el castaño.

Después de todo, él tampoco quería que su madre los descubriese desnudos, follandose en su propia casa.

Ambos se vistieron, y después de unos minutos de caricias y de algún que otro beso con otras intenciones, bajaron para seguir lo que habían dejado a medias hace unas horas.

Pov: Felix.

Estaba con Hyunjin en la cocina, metiendo las galletas ya decoradas en un taper el cual guardamos en un almacén al lado de la nevera.

— ¿Qué hacemos ahora? — Dije poniendo mis brazos al rededor del cuello del mayor, esté puso sus manos en mi cintura.

El castaño iba a contestar cuando una puerta fue abierta, ambos nos separamos. Más bien yo, él seguía con sus manos en mi cintura.

— ¡Buenas noches chicos! Les traje algo para hacer de cenar.— Dijo mi madre, la cual entró a la cocina y dejó las bolsas que llevaba en sus manos en la encimera. La mayor nos miró a ambos de arriba a bajo y sonrió. — Esperó no haber interrumpido nada.

— Oh no, claro que no mama.— Dije volviendo mi vista al castaño, tratando de hacerle un gesto disimulado para que quitara sus manos de mi cintura. El chico solo rió y negó con la cabeza.

Nayeon soltó una risa y en silencio se dirigió a la planta de arriba. Cuando me di cuenta de su acción, volvi mi vista al castaño y refunfuñé como un niño pequeño.

— ¡Hyunjin! — El mencionado rió por mi tono. — ¡No me hace gracia!

Esté siguió riendo y me beso, hechandome poco a poco hacia atras hasta chocar con unos de los cajones de la cocina. Después, beso mi cuello haciendome soltar uno que otro gemido.

— Hyunjin, mi madre esta arriba...— El castaño paró un segundo, pensando en sus acciones y las consecuencias de ellas.
Después de unos minutos repasando estas, siguió con los besos.

— Jinnie...— Siguió. — Hyunjin...— Siguió. — Hwang.— Paró.

Hizo pucheros y me beso en mis labios una última vez. Luego revisó su reloj y vio la hora: 22:00.

— Me debería de ir... es tarde.— Dijo girando su cabeza hacia la ventana. Afuera ya estaba oscuro.

— ¿Y si te quedas? — Dije, un poco inseguro de mis palabras, ya que por la presencia de mi madre capaz el mayor no estaría tan cómodo.

Flechados | Hyunlix ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora