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Ya eran las 19:30 cuando recibí un mensaje de Hyunjin.

Hyunjin.

— Peque, en 15 minutos estoy ahí, ¿Estás listo?

Mierda.

Me había olvidado por completo de la fiesta de Minho, en la cual iba a acompañar a Hyunjin.

Cogí lo primero que se me vino a la mente: unos vaqueros y una camisa olgada.

Creo que me veo bien.

Repetí varias veces en mi cabeza.

No amaba la idea de no ir arreglado como me hubiera gustado, y más si iba a ir con Hyunjin. Pero suponía que no tenía otra opción.

Me maquillé un poco, arreglé mi pelo y revisé mi teléfono.

Hyunjin.

— Peque, ya estoy afuera, sal cuando quieras.

Me asomé a la ventana y ahí estaba.

Cogí mi bolso y salí de mi casa, mi madre no estaba y mi hermano obviamente estaba ya en la fiesta, así que no me entretuve mucho.

— ¡Hola! Perdón la tardanza.— Dije mientras me sentaba en el asiento de coopiloto.

— No te preocupes, aun así es temprano.— Empezó a arrancar el coche y nos dirigimos a la casa de Minho.

En todo el camino no pude evitar mirarlo, se veía demasiado bien con esos pantalones ajustados y esa camisa blanca suelta.

— ¿Qué tanto miras Felix? — Dijo sarcástico. — Se que me veo bien, pero no sabía que tanto.

Me avergoncé y bajé mi cabeza.

— Ya llegamos.— Dijo el mayor terminando de aparcar el coche.

Ambos bajamos y cerramos el auto, yo seguia un poco avergonzado por lo de antes, por lo que me mantuve con la cabeza baja y callado la mayoría del tiempo, además tenía miedo por una cosa que daba vueltas en mi mente.

Hasta que Hyunjin me paro.

— Oye, ¿qué te pasa? — Dijo cogiendo mi cabeza con delicadeza y subiendola hasta que ambos nos miraramos.

— Em... ¿A mi? — Dije nervioso.

— Si, a ti Felix. ¿Estás bien? — Asentí. — No es lo que parecía hace 30 segundos.— Aparte la mirada.

— ¿Podemos tocar ya la puerta y entrar a la casa? — Asintió poco convencido y toco el timbré.

Una cámara se encendió y comprobó que eramos nosotros, nos abrió y entramos.

Hyunjin me tomó de la mano, una acción que no rechacé, pero deshice enseguida cuando ví a mi hermano.

— ¡Hola Hyunjin! ¡Hola Felix! — Dijo Minho abriendo la puerta junto a mi hermano, ambos correspondimos el saludo.

— Minho, no me dijiste que el vendría.— Dijo en un tono que se podría describir como enfadado.

— Perdón Jisung, me enteré ayer a la noche.— Dijo dandole un pico. — ¡Pasar! Ya vienen los demás.

Ambos pasamos, nos sentamos en los sillones de la entrada y esperamos a los demás invitados.

Yo estaba algo incómodo y nervioso, no paraba de mirar a todos lados. Sentía la mirada de mi hermano desde la cocina, no le hacía gracia que yo estuviera ahí, lo que casi hizo que decidiera irme.

Hyunjin posó su mano en mi muslo izquierdo, tratando que me tranquilizara. Luego de esto cogió mi cabeza y la posó en su hombro.

Empezo a acariciarla, algo que casi hace que me quedase dormido, hasta que Minho apareció.

— Ya llegaron todos, ¿venís? — Giré mis ojos hacia arriba para intentar ver el rostro de Hyunjin, el cual había girado hacia mi.

— Ya vamos, danos un segundo.— Contestó el mayor.

Minho asintió y se fue hacia donde estaban los demás.

Mientras, retiré mi cabeza de su hombro y arregle mi cabello.

— Si quieres que nos vayamos, está bien, se que no estas cómodo.— Dijo tomando mi mano.

Realmente yo no quería estar ahí, solo había aceptado por él, pero ahora que estábamos me parecía mal irnos.

— No, está bien, quedemosnos.— Me levanté y le hice un gesto para que me siguiera y nos fuesemos con los demás.

Ya estando ahí, vimos bastantes personas en la misma habitación, lo que me causó temblores y sudores.

Rápidamente me fui corriendo al baño,
encerrándome e intentando relajarme.

Me causaba ansiedad estar con muchas personas en la misma habitación, más si era una fiesta y probablementé ya hubiera alguien borracho.

Pov: Hyunjin

Ví a Felix correr hacia el baño, no me lo pensé dos veces y lo seguí.

Cuando llegué al baño toqué la puerta hablándole tranquilo, porque suponía su situación.

— Felix, ¿Estás bien? ¿Necesitas que te ayudé? Porfavor contesta cuando puedas.— Decía preocupado, intentando disimularlo, no quería ponerlo peor de lo que ya estába.

Mandé un mensaje a Minho, no me iba a mover de ahí aunque él estuviese cerca.

Minho.

— Minho, nos vamos a ir, lo siento. Tengo que hacer algo de urgencia.

Guardé el teléfono y volví a hablarle.

— Felix sigo aquí, no te preocupes.— Seguía diciéndole.

El menor abrió la puerta, me dió un abrazo y yo sólo se lo correspondí. Sabía que él no estába bien.

Acaricié su cabeza y nos quedamos unos segundos así.

— No te preocupes, estoy aquí Lix.— Susurraba mientras acariciaba su cabello.

Levanté su cabeza hasta ver su rostro, se veía que había llorado y aún no estába bien.

— Perdón.— Fue lo único que dijo.

— No pasa nada, no es tú culpa.— Acaricié sus pecas. — Vamonos, te llevaré a tu casa.

Sálimos de la casa y nos dirígimos al coche.

Lo sujetaba de la cintura y él estába apoyado en mí.

Estába realmente preocupado por él, ya sabía porqué no quería ir a fiestas y me sentía culpable por haberlo "obligado" a venir.

Así, lo llevé a su casa.

Durante todo el trayecto no paró de mirarme, algo que no me molestaba en lo absoluto, ya que yo hacia lo mismo, sólo que yo disimulaba más.

Llegamos a su casa y nos despedimos, le di un fuerte abrazo y un beso en la mejilla, el cuál él correspondió.

Lo ví entrar a su casa y despedirse de nuevo por la ventana, hasta eso, no entré al coche y me dirigí a mi casa.

Lo ví entrar a su casa y despedirse de nuevo por la ventana, hasta eso, no entré al coche y me dirigí a mi casa

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