Flechados | Hyunlix ✔️

026

Pov: Hyunjin

Entré a mi casa encontrándome a Yeji en el salón, comiendo una nueva tarrina de helado.

— Con que el "nos vemos, Yeji" se convirtió en "no vuelvo hasta la noche, Yeji" — Me reclamó, apuntandome con su cuchara.

— ¿Estuviste esperándome todo el día en el mismo sitio? — Asintió. — Lo sient-

— No jodas Hyunjin, es coña.— Suspiré aliviado. — Fui al trabajo un rato, ya luego volví. Supuse que fuiste a trabajar, ¿no?

— Sí, Felix me obligo.— Sonreí al mencionarlo.

— Me cae bien ese chico.— Dijo riendo, mientras metía su cuchara en la tarrina de helado para sacar otro trozo.

— Solo porque me hace hacer cosas que tú nunca conseguirás.

— Así es, me conoces muy bien hermanito.— Dijo metiendose la cuchara a la boca. — Realmente admiró a ese chico. Totalmente tiene mis respetos.

Reí y le robé la tarrina, yendo hacia la cocina para coger una cuchara.

— ¡Hey! ¡Mi tarrina, Hwang Hyunjin! ¡Consiguete la tuya! — Dijo cruzandose de brazos.

— Tienes que aprender a compartir.

— Ya compartí demasiado contigo cuando éramos niños.— Sonreí triste al escuchar mencionarla nuestra infancia. — ¿Piensas hablar con papa y mama? Ya sabes, y de paso les presentas a Felix.

Me inmovilice en la cocina, no quería pensar en ese tema. Ya no tenía relación con ellos.

— Yeji...

— Ya sé, Hyunjin. Pero tienes que hablar con ellos, entiende que lo que hicieron fue por impulso. Recién cumplías los 18 y ya querías salir a comerte el mundo. Fue normal su reacción.— Dijo, tenía razón. Pero no tenía agallas para admitirlo.

— Quisieron prohibir mi libertad, ¡solo iba a vivir contigo! No iba a irme a Los Angeles a ser una estrella de Hollywood.— Dije algo enfadado.

— Ya lo sé, hablé con ellos, y están arrepentidos. Deberías arreglarlo.— Suspiré. Tal vez era hora de arreglarlo todo, arreglar cosas que llevaban cuatro años sin querer arreglarse.

— No lo sé, Yeji.

— Hyunjin, te conozco mejor que la palma de mi mano. Si lo sabes, pero tienes tanto orgullo que no lo aceptas.— Bufé, porque sabía que tenía razón.

— Odio que me conozcas.

— Y a mí me estresa conocerte.— Reímos.

— Está bien, hablaré con ellos. Pero... ¿y Felix? — Dije dudoso.

— Díselo, háblale sobre ello. ¿Él no lo sabe, no?

— No, pero si ha mostrado curiosidad indirectamente sobre ello. Creo que es normal, solo te conoce a ti como mi familia.— Supuse.

— Es lo más lógico. Queda con él mañana, hablar, conversar. Y después, ve a por mama y papa. Arregla las cosas que no arreglaste en su debido momento, Hyunjin.— Frunci el ceño por lo último, ya que una parte de mí aún nos culpaba, pero asentí.

Me dirigí al sofá y me senté junto a ella, aunque en verdad Yeji estaba tumbada. Le pasé la tarrina de helado junto su cuchara y dejer caer la mía en la mesa.

— ¿No sería mejor que te fueses a dar una ducha? — Dijo señalando mi ropa y pelo.

— Perdón, es verdad.— Reí. — Estuvimos en la playa, nos divertimos mucho.

— Me alegro mucho, hermanito.— Dijo mirándome con orgullo, una mirada de hermana mayor. Luego, fui hacia el baño subiendo las escaleras y me di una ducha caliente.

Pensé en lo hablado con Yeji. Tenía mucha razón. Debía arreglar las cosas con mi familia, y más si ahora tenía novio, y ese novio iba a ser mi futuro esposo.

Porque sí, él iba a casarse conmigo. Y si no lo hacíamos, fallé como persona para mí.

El caso, tenía que arreglar las cosas. E iba a hacerlo, pero tenía que hablar con Felix sobre ello y ponerlo en contexto, creo que merecía tener explicaciones sobre mi vida con mi familia. Más si solo conocía de esta a mi hermana.

Salí de la ducha y me cambié. Me pusé una sudadera grande negra junto a un pantalón chandal gris. No me moleste en ponerme zapatos o zapatillas de andar por casa, simplemente opté por unos calcetines negros y salí de mi habitación.

Me senté en el mismo lugar anterior y miré a Yeji, tenía ganas de decir algo. Así que le di el empujón que necesitaba.

— ¿Qué quieres decir? — Pregunté.

— ¿De que estas hablando? — Preguntó esta vez ella.

— Quieres decir algo, pero no te atreves.

— No es así.

— Claro que es así, igual que tú me conoces, yo también te conozco demasiado, Hwang Yeji.— Bufó.

— Solo es Ryujin, me confunde mucho.— Dijo dando un leve golpe en sus muslos. — Siento que quiere a Lia, ¡pero sus acciones dicen indirectamente que me ama a mí! No lo sé, Hyunjin.

— ¿Qué es lo que hace?

— Me coquetea de broma, se preocupa por mis días. Si me ve de bajón me invita a su casa a animarme. Me consiente. Me mira con orgullo cuando le enseñó nuevas prendas...

— ¿Y qué es lo que te hace pensar que ama a Lia?

— ¡Su beso con ella! ¡Es obvio! — Suspiré sin saber que decir. — Ella me dijo que solo fue un impulso de Lia, que Lia sentía por ella algo más que amistad, pero que ella no correspondía sus sentimientos.

— ¿Entonces?

— ¡A lo mejor me mintió para no hacerme daño!

— ¿Y por qué no te declaras? — Dije simple.

— Eres idiota, Hyunjin.— Le miré ofendido. — Es obvio que si ama a otra persona no voy a decirle mis sentimientos para quedar en ridículo y perder su amistad.

Bueno, sí, tenía razón.

— Pero yo creó que si le gustas, según lo que me estás diciendo...

— ¡Agh! No sé. Déjalo estar, da igual.— Dijo cogiendo su tarrina de helado y tomando un bocado.

Decidí no hablarlo más y dejar esa conversación para otro día, no iba a agobiarla más.

La noche transcurrió entre risas y series inútiles de la televisión. Así éramos nosotros. Para olvidarnos de nuestras penas, nos cagabamos de risa burlandonos de los inútiles reporteros de los programas de canales tercermundistas.

Llegué a la cama alegre, y con ganas de que empezase el nuevo día y poder arreglar las cosas, y que todo al fin esté bien.

Pero realmente no sabía que además de que se había arreglado mi vida, más o menos, también se había arreglado la de otro.

@ minnieaot