EXTRA #3 1/3: BODA (VER. FELIX)

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Imaginate quedarte dormido un día cualquiera por culpa de los estudios -o de los ruidos de tu hermano que no te dejaron dormir- y entonces, correr a por un autobús que sabes que no te dejará subir.

Cuando te das por vencido, un chico castaño de ojos marrones toca tu hombro y bromea sobre tu perdida del vehículo.

3 años habían pasado desde ese momento, desde ese día.

Que fuerte, ¿no? Demasiado. Quién diría que con ese mismo me casaría hoy, dentro de unas horas. Si me lo hubiesen dicho hace 4 años, lo más seguro es que me hubiera reido en sus caras.

Casarme nunca había formado parte de mis sueños, atarme a una persona me parecía asfixiante. Pero entonces, cuando lo conocí, vi como éramos al paso de los meses, años... esa acción pasó a ser mi sueño más deseado. Casarme con él para mí no es atarme a alguien, es dar un paso más a nuestro romance y enseñarle al mundo lo mucho que nos queremos.

Pero esa visión del casamiento siempre depende de la persona. Eso me lo enseñó mi madre cuando le comuniqué la propuesta de Hyunjin y mi respuesta, y después, le comenté lo que había pensado en un pasado y como ahora deseaba que llegase este mismo momento.

El matrimonio de mis padres siempre fue una cuerda que tarde o temprano se iba a romper, pero que estaba tan bien atada que por más que un lado cedía, el otro lo impedía.

Por ello, a mis 10 años, al fin la cuerda logró romperse. Y creo que pudo ser una de las mejores cosas que sucedió en mi infancia.

Mi padre era un hombre ignorante y adicto al tabaco, mujeriego con una visión de la vida muy cerrada, pero muy abierta cuando se trataba de si mismo.

Mi madre nunca fue capaz de cortar su juego hasta que se dio cuenta de que si no lo hacía, el futuro de mi hermano y el mío estaría en juego.

Dos niños dando señales de ser homosexuales a tan corta edad con tal persona como figura paternal era un peligro. No por los niños y sus mentes infantiles y exploradoras, si no por su padre ignorante e inmaduro.

Dejando de lado el tema de mis padres... estaba acojonado.

Un cambio muy drástico de tema pero muy necesario: iba por el quinto ramen que tomaba. Estaba empezando a pensar que en mitad de la boda iba a correr al baño.

Y eso no era una opción.

- ¡Deja de comer ya, Felix! ¡¿Qué quieres?! ¡¿Cagarte encima mientras Hyunjin dice lo mucho que te ama?!- Dejé de comer enseguida y negué. - ¡Mama! ¡Quítale de en medio el ramen!

Nayeon apareció enseguida y cogió el plato de ramen para llevárselo a la cocina y regresar con ochenta brochas de maquillaje.

¿Qué como había cogido todo ese maquillaje y dejado el ramen al mismo tiempo? No tengo ni la menor idea.

- Vale, es hora de mi parte favorita.- Dijo mi madre mostrando sus oyuelos y aplaudiendo levemente. - ¡Hora de maquillar!

Cuando me iba a poner una brocha encima, Jisung la paró. Nayeon frunció el ceño y se cruzó de brazos.

- Con una condición.- Comenzó a hablar Han. - No le tapes las pecas.

Hice un mojin y Han negó con un dedo y su cabeza.

- Ni hablar, en tu boda tus pecas tienen que destacar, no hacerse menos.- Resople y asentí.

Jisung finalmente dio paso a nuestra madre para que pudiera ejercer su parte de trabajo finalmente. Comenzó a maquillarme -no tengo ni idea de que productos me puso encima- y hasta que no paso una hora, bastante larga, no terminó.

- ¡Listo! Más bello que nunca.- Dijo orgullosa de su creación.

- Como debe ser.- Contestó mi hermano dándose media vuelta para ir por el traje. Simplemente, Han Jisung.

Me aprecié en el espejo y sonreí. Mis pecas brillaban y mis ojos resaltaban, parecía que no llevaba ni una sola gota de maquillaje encima cuando llevaba más de mil polvos extraños en mi cara.

Hice una mueca por lo de los polvos, sonaba demasiado mal.

- No Felix, no llevas ciento cuarenta y tres polvos encima.- Suspiré aliviado por la aclaración de mi madre y me levanté de la silla, viendo a Han llegar con el traje de chaqueta completamente blanco.

- Suena mal que lo diga yo, pero mi creación es lo más hermoso que veras en tu vida.

Admire el traje hecho por mi hermano y no tarde en probarmelo. Se ajustaba a mis curvas y me hacía sentir cómodo, toques dorados se hacían ver en el final de las mangas y las iniciales de mi nombre y apellido estaban debajo de estas. Mi traje perfecto.

- Es hermoso.- Dijo Nayeon fascinada.

- Realmente lo es.- Reforce su comentario y di una vuelta como si fuese una princesa luciendo su vestido.

Han hizo pucheros mientras nos veía a los dos admirar el traje, hasta que negó con la cabeza rápidamente y dio una palmada.

- Deberíamos irnos, Hyunjin debe estar ya en el local. Tiene que estar acojonado.- Frunci el ceño por sus comentarios. - ¿Qué pasa? Tiene que estar peor que tú. Cuando lo vea, me voy a mear de risa.

Negué con la cabeza dispuesto a contestar y mi madre resopló detrás nuestra. Éramos un caso perdido.

Y así nos pasamos todo el trayecto hasta el local, discutiendo sobre cosas aleatorias y olvidando todos los nervios que, al menos yo, tenía anteriormente.

Tener a mi familia a mi lado en estos momentos era un alivio, y saber que la persona que más amo en este momento esta esperándome en el altar, me quita todo ese alivio.

Pero bueno, así es como se siente uno en su boda, ¿no?

Pero bueno, así es como se siente uno en su boda, ¿no?

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HOLAAA, que de tiempo😭😭

Me llevo unos meses hacer estos extras por lo visto JAJAJAJ bloqueo escritor, perdonenme😭

Espero esto no les decepcione, intente hacer lo mejor que pude💔💔

Byeee :p

@ minnieaot

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