Separados por la guerra

END OF THE WORLD

Optimus iba caminando siempre a la defensiva de cualquier ataque. La nave era demasiado grande, tal vez del tamaño de la ciudad y eso significaba que no dejaron ningún arma y nave en Cybertron. Ellos estaban más equipados en armamento en soldados, pero ellos tenian un motivo por qué luchar y no por simples ordenes de una tirana sin corazón.

- Por mi familia.- susurro para darse más valor mientras seguía avanzando. De pronto escucho la voz de Scourge acercarse a donde estaba, se ocultó atrás de unas columnas y escucho que su hermano mayor maldecía una y otra vez a su hijo. 

- Ese maldito bastardo no me quitara mi lugar. Si Optimus no hubiera nacido, si no se lo hubieran dado a ese médico sin valor tal vez tendría un hermano que valiera la pena, pero no, prefirió ablandar su corazón y acostarse con el peor de los decepticon para dar a luz a un sparkling bastardo. Ja! ¿y siguen diciendo que es el mejor? Por favor.- masculló. 

Optimus apretó su espada furioso con ganas de arrancarle la cabeza. Espero que se fuera para ir por donde Scourge habia salido. Y ahi estaba Quintessa. Era mucho más pequeña de lo que recordaba, casi del tamaño de un humano, notó que no habia rastro ni de Lockdown ni de Sentinel por ningún lado. Ella sonrió al sentir la presencia de su hijo menor. 

- Esperaba que llegaras, Optimus, temí haberte matado con mi rayo, pero veo eres más fuerte que eso.- volteo a mirarle con una sonrisa cínica.- Dime ¿al fin haz aceptado que estas del lado incorrecto y unirte a nosotros?

- ¡Jamás seré parte de ustedes!.- se acercó furioso a ella.- ¡Tú me arrebataste al amor de mi vida y ahora yo te quitaré la tuya!

Alzó su espada para matarla, pero ella lo ató con dos gruesas cadenas que salieron de la nave sujetandolo de ambas manos obligandolo a caer de rodillas. 

- ¿¡Te atreves a atacar a tu Dios!?.- le dió una cachetada y del impacto el color de la pintura de su rostro cambio de azul a un morado oscuro.- Ustedes eran mi mayor esperanza ¡para una galaxia perfecta donde los Prime's teniamos el poder! ¿pero que obtuve a cambio? ¡Dos hijos prepotentes y dos idiotas enamorados! ¡Ninguno de mis hijos fue perfecto! 

- Estas loca, Quintessa ¡no nos puedes manejar a tu gusto!

- Ah ¿crees que no puedo? Veamos si esto responde tu pregunta.- con su poder empezó a entrar a la mente de Optimus con facilidad al tener el poder de un Dios mostrandole imagenes de Megatron siendole infiel con Starscream.- Mira al "gran amor de tu vida" ¿crees que pensaba en ti cuando hacia suyo a alguien más?

- ¡NO, BASTA, E-ESE NO ES ÉL! 

- ¿Ah, no? ¡Míralo bien! ¿¡ese es el padre de tu sparkling!? Poco le importaba cuando trataba de matarte, y no creyó tus palabras cuando le revelaste que tenían un hijo. 

Optimus movía bruscamente la cabeza tratando de quitar esas asquerosas imagenes de su mente, la guerra que acabo con su planeta y con su amor, cada noche que ahogó su llanto para no hacer sufrir al bebé en su vientre. El día de su nacimiento que creyó moriría ahí mismo y que Primus le permitió que ambos sobrevivieran, abrazar a su sparkling antes de salir a batalla con el terror de que fuera la última vez, las veces que tuvo que mentirle a Bumblebee sobre su padre y el dolor interno que aún sentía por ser el culpable de todo. 

Sentir el impacto de la espada de Megatron con la suya en las batallas donde solo uno podía salir con vida, luchando entre sí hasta matarse, pero que ninguno tuvo el valor de hacer. No podía seguir ahogado en ese doloroso pasado cuando tenía la oportunidad de librarse de él. 

Luchaba mentalmente para que Quintessa no tomará control de él, pero atado y completamente a su merced no sabría por cuanto tiempo soportaría. 

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