Capitulo 32

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Este capítulo está dedicado a JenPa0606 con mucho cariño.

Pov. Benjamin.

Intento que el paisaje de la carretera y la música de mis audífonos me alejen de mis propios pensamientos.

Primero nadie me está obligando, yo accedí a apoyarla, aún sabiendo que mi pecho debe tener una enorme grieta con su nombre bajo mi camiseta. Pero que más iba a hacer. Ella me lo pidió. Y si ella lo pide. No tengo más alternativa.

El terminal de Santiago es demasiado serio para lo que estoy acostumbrado. En Viña del mar todo es más colorido. Y no se ve tantas personas con cara de querer morir dentro de poco.

Igual no debería opinar demasiado, no he querido ver mi reflejo antes de salir de casa, solo por el miedo de ver ese mismo rostro de sonámbulo que creo debo tener.

Llevo días sin poder dormir y solo me he dedicado a trabajar como un maníaco. Por algo termine tan pronto todo lo que necesitaba para empezar con el trabajo de campo.

-Llegue al terminal - debo elevar bastante mi voz para hacerme oír, hay mucha gente que va en todas direcciones y no estoy muy seguro como me escucharé del otro lado de la línea.

-¡En serio! Llegaste muy pronto - conozco tan bien a Soledad que se debe estar mordiendo su mejilla pensando en como venir por mi y no abandonar lo que debe hacer.

Aún debe estar en el restorán.

Y de seguro debe estar acompañada.

Solo pensar en eso me hace querer subirme nuevamente al bus que me trajo.

Pero no lo haré.

-Si, pero no te preocupes solo mándame la dirección y yo llegaré. ¿Dejaste las llaves para que pueda entrar?

-Si, pero ¿Estas seguro? no quisiera que terminarás perdido por ahí. Iré por ti, solo espérame...

-Soledad - la corto, no por qué no tenga razón. Es muy probable que me pierda, he estado en muy pocas ocasiones en la capital. Pero nunca me ha gustado cuando me hace sentir que ella es la que debe cuidarme.

Yo debería ser quien lo hiciera. Esa era mi intención. Siempre lo fue.

- Solo envíame la dirección ¿Si?

-Esta bien. Lo hago enseguida. Cuídate ¿si? y no dejes que te cobren más de diez mil pesos.

Yo rio y le digo que no me dejaré timar por un taxista sin escrúpulos, antes de guardar mi teléfono compruebo que me ha enviado el mensaje con la dirección.

Luego de una infinidad de empujones y prácticamente abrirme paso hasta las afueras del terminal, encuentro la hilera de taxis aparcados.

Mis audífonos me aíslan del estereo festivo del chófer y dejo que sean King of Leon quien me acompañe el trayecto hasta llegar a la zona que vive Soledad.

Aún no entiendo cómo pude aceptar quedarme con ella después de como terminaron las cosas. Debo ser un imbécil por no poder mantenerme alejado de una vez por todas. Ella siempre me dió a entender que esto pasaría. Solo que yo no queria creer que luego de tanto tiempo aún no pudiera entrar más allá de la superficie de su corazon.

Aún recuerdo cuando para una navidad le pregunté cuál sería su deseo si solo pudiera pedir uno en la vida. Ella contesto de inmediato, "quisiera sentir como antes". Nunca lo entendí. Bueno, quizá si pero soy demasiado obstinado. Y solo quise creer que necesitaba tiempo para enamorarse de mi.

Casi Te OlvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora