Aún no decido que es lo que me pondré el día de hoy y no es por qué no tenga suficiente ropa. Es por qué es bastante difícil vestirme con cosas complicadas con mi mano aún delicada.
Y antes de que haga cualquier elección escucho la puerta del departamento cerrarse. Busco el teléfono para ver si yo estoy atrasada o es que el ha salido muy temprano.
Pero resulta ser lo segundo y no se ha querido ir conmigo.
El día de ayer discutimos al llegar a casa, Benjamín no dejo pasar lo que había ocurrido en el restaurant y quiso saber que era realmente lo que pasa conmigo. Que desde cuándo me comportaba como una déspota, descartando a las personas así nada más.
Yo lo escuché como siempre lo he hecho cuando quiere darme su punto de vista, pero el motivo de nuestra discusión fue que el asumiera mi comportamiento a una vieja rencilla sin importancia. Según el debería haber actuado de otra manera, esto es trabajo y la vida personal debe quedar fuera. Y María al igual que el son los mejore en lo que hacen y que le costaría mucho encontrar alguien igual para lo que yo quiero lograr.
Cuando ya me di por vencida de intentar que entendiera mi punto me vine a acostar y no volvimos a hablar. Bueno pensé que lo haríamos ahora en la mañana, pero el ha decidido que necesita más tiempo.
Hoy es poco probable que me tope con André antes de llegar a Flores ya que a él le toca llevar a la pequeña a la guardería. No le he contado lo que ha pasado con Benja a pesar de que hablamos hasta que me quedé dormida por teléfono.
Así me he enterado de que su hermana le ha preguntado por Benjamín y el solo ha evitado el tema. Por qué realmente no es algo de lo que el esté muy contento y a mi mas que molestarme me ha divertido. Nunca pensé que eso podría pasar, pero lejos se hacerme sentir incomoda, me alegra de que eso lo pueda distraer de lo que yo misma le he causado.
Al fin termino por un atuendo que ya he usado en otras ocasiones, un pantalón holgado y una camisa de tirantes. Lo suficientemente cómoda para aguantar un extenuante viernes.
Mi mente no me deja en paz en ningún momento y siento que he comenzado a vivir en un torbellino dentro de mi cabeza. Decenas de pensamientos cruzan en todas direcciones. Mi madre que prontamente será despertada, mi padrastro que la ha abandonado y no ha querido saber nada de ella en todo el tiempo que ha estado hospitalizada. Mi hermano y mi discusión con Benja.
Además todo lo que tiene que ver con un guapo moreno que ha vuelto a mi vida y como si nunca se hubiera ido ha llegado a darle un hermoso color a mis días y no importa lo que pase. Siempre encuentra el momento para hacerme sentir en casa.
Y es todo eso y más lo que hace que no vea el piso donde el ascensor se detiene. Todo impulso de salir es detenido por una enorme montaña de músculos y por poco me hace soltar un grito al pensar de que podría haber lastimado mi mano. Pero el dolor no ha llegado y eso es una muy buena señal.
—¡Sole! — Un gritito me sobresalta y al buscar la fuente veo a la pequeña salir desde atrás de la pared que no me dejara avanzar.
Hoy lleva su uniforme, o al menos solo el delantal escolar. Es rosa a cuadros y tiene bordado su nombre sobre un bolsillito en el pecho. Su cabello esta trenzado en dos pequeñas trencitas terminadas en cintas también rosas. Y para decorar todo lo demás me regala una linda sonrisa que se pierde cuando choca su pequeño cuerpito a mi cintura.
— Pequeña ¿Cómo estas?
— Atrasados — la voz de André me hace levantar la vista al fin y el también sonríe avergonzado —. Angelina salió muy temprano y me volví a dormir. Despertamos hace poco y ahora tendremos que irnos volando.
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Casi Te Olvido
RomanceDicen que el tiempo lo cura todo. Pero ¿Cuánto tiempo tarda en sanar un corazón roto? Han pasado tres años desde la última vez que se vieron y para Soledad ese tiempo no ha significado nada realmente. Su corazón sigue igual de herido que la última...