Capitulo 46

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El camino de vuelta a Flores va en un eterno sube y baja de Valentina. Mi hermano la lleva de su manita derecha y yo de la izquierda. La ayudamos a saltar en todas y cada unas de las líneas de la acera.

Pero antes de llegar a la zona de abastecimiento del restaurante ella se suelta de nosotros y corre a toda velocidad hacia los brazos de la que se supone es su tía. Ella al igual que siempre la abraza, pero solo es un momento ya que la pequeña entra y la pierdo de vista.

Yo le sonrió a Angelina mientras nos acercamos pero ella no lo hace. Y es muy fácil para mí creer que debe estar molesta conmigo. Analizó la situación un momento y realmente no sé que podría haberle hecho para que esté así.

— ¡No! Otra Vitalis — la voz de mi hermano llega en un susurro contenido y casi logra que le dé un bofetón por lo inoportuno. Pero solo me conformo con mirarlo mal —. ¿Que es esto Soledad? ¿Los coleccionas?

— ¡Daniele cállate! Te oirá.

Mi hermano me sonríe con su rostro divertido ya no lo puedo detener cuando se adelanta. Al llegar junto a ella la saluda con dos dedos. Angelina le dice hola con el seño fruncido. Y quita su atención de el volviendo a mi de inmediato.

Me acerco lo suficiente como para oler su perfume dulzón y la saludo sin borrar mi sonrisa. Prefiero ignorar por el momento que hay algo que no está bien con ella.

— ¿Dónde fueron? — me pregunta incomoda. Es obvio que lo que me quiere decir es todo menos eso. Pero sigo en mi plan de ignorar incomodidades con la hermana de André.

— A comer helado, mi hermano nos invitó a las dos.

— Ah, ¿él es tu hermano? Recuerdo haberlo visto pero no lo reconoció. No se parecen en nada.

— Sí. Nos dicen eso a menudo.

Y lo que parecía poco probable ocurre. Me sonríe y me da un suave abrazo que no sé realmente cuál es su significado.

— Gracias por cuidar a Tina hoy — sus palabras salen extranguladas y ahora sí que no logro entender de que va ella.

— ¿Estás bien?

— Sí, no te preocupes. ¿Se ha portado bien? — me pregunta restando importancia a lo que sea que crea que estoy pensando sobre ella.

— Bueno, no tengo mucha experiencia con niños y realmente lo disfruté. Es muy madura para ser tan pequeña. Fue su idea ir a comer helado después de almorzar.

Angelina recupera su espacio personal y la alcanzó a ver cómo se limpia rápidamente una lágrima rebelde que había comenzado a deslizarse por su mejilla.

— ¿Estás segura que te encuentras bien Angelina?

— Si, no te preocupes. No es nada.

Sus ojos se ven irritados, pero no por eso se ve menos bella. Hoy lleva su cabello suelto y es una hermosa nube chocolate. Cuando veo que ya no dirá nada mas la invitó a entrar. La pequeña ya está en brazos de su padre y este me sonríe de inmediato al verme. Mi corazón se siente demasiado liviano en este preciso momento.

Pero solo dura el segundo en que veo hacia mi oficina. Benjamin me espera en la puerta con esa mirada de que no está de humor para ninguna de mis estupideces. Solo espero que mi hermano se comporte.

Y cuando lo encuentro se ve bastante entretenido en molestar a nuestra Chef de cabello morado, quien lo mira encantada y ha dejado todo lo que tiene pendiente por lo que sea que el le está diciendo.

Estoy casi segura que si George estuviera por aquí no tardaría en reprender a todo el mundo por como se acumulan las ordenes en las estaciones sin que nadie les preste atención.

Casi Te OlvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora