-perdón, necesito ir por agua, regreso en un rato- dijo el más pequeño de los hermanos y se dirigió a la mesa de alimento.
Veía los aperitivos que se presentaban haciendo que su estómago gruñera "¿Por qué tenemos que ensayar si ya nos sabemos todas las coreografías de memoria?" Pensaba el azabache, secando su sudor con una toalla que siempre tenía, tomo el agua que fue a buscar en un principio y se fue, rezando que su abuelo no haya visto como tomo un aperitivo antes de regresar al escenario.
-bien Luffy, toma tu lugar, vamos a repasar la canción xxxxx- decía un hombre de alocada cabellera azul mientras le quitaba la botella casi vacía y lo dirigía a el escenario.
Uno de los hermanos se acercó algo confundido mientras tomaba el hombro del azabache para poder entrar a la conversación -Franky, esa en la coreo más pesada ¿no deberíamos dejarla para el final?- pregunto el mayor de los hermanos algo preocupado.
El antes mencionado acomodo sus gafas de sol; algo innecesarias ya que estaban en un lugar cerrado, y tomo el hombro de ambos hermanos -tranquilos, por hoy terminaremos con esto- les dio un apretón con cariño y empezó a aplaudir fuerte para que todos los presentes entendieran que ya iba a empezar el último ensayo.
-bien huesitos, empieza la última canción, y un, dos, tres, YA-
Y como si de una maquina se tratara el músico de gran afro empezó su sonata, seguido por los tres hermanos que recreaban la coreografía de manera perfecta, cantando al ritmo de los acordes, siendo supervisados por el abuelo y su coreógrafo, era innegable decir que todo aquel que viera el espectáculo se quedaría embelesado por los movimientos de aquel trio.
No era sorpresa que todos se quedaran mirando, a fin de cuentas ellos habían sido el Top uno en grupos de idols por varios años, siendo reconocidos tanto por su talento como su esfuerzo, haciendo giras mundiales, siendo modelos para marcas reconocidas, dando conciertos privados y públicos.
Y eso nos lleva a este ensayo, una organización pidió que dieran un concierto en nombre de la caridad para poder darle apoyo económico a familias de bajos recursos, claro que los tres hermanos aceptaron sin siquiera preguntar el nombre de dicha organización, cosa que hizo que su abuelo los castigara haciendo dieta y todos se arrepintieron de no pensar las cosas con calma.
Al terminar la última coreografía los hermanos fueron a tomar agua y sentarse para poder descansar, los mayores secaban su sudor e intentaban regular su respiración mientras Luffy se echaba aire con su típico sombrero -sigo sin entender porque conservas ese sombrero tan desgastado, tienes dinero para comprar un millón de ellos- dijo el propietario de una voz rasposa acercándose a los muchachos con una sonrisa.
-por la misma razón por la que te conservamos a ti, viejo- dijo Ace aguantando la risa, cosa que hizo que Sabo se atragantara con su bebida y Luffy sujetara sus rodillas por las carcajadas.
-niños malcriados, yo que les he dado todo y así me pagan, burlándose de mi- Garp tomo de las camisas a Luffy y Ace elevándolos como si de gatos se tratara -ahora les alargare la dieta dos semanas para que aprendan a respetar a sus mayores- y como si de un hechizo se tratara los tres hermanos se arrodillaron frente al mayor y pidieron piedad -por favor perdónanos- decía el trio en perfecta coordinación -los perdonare, pero será la última vez, ahora vamos a comer, seguro tienen hambre- los hermanos se levantaron y en coro se limitaron a decir "gracias por tu bondad, viejo" y siguieron al mayor hasta la mesa donde estaban todos comiendo.
Claramente el primero en ir en busca de alimento fue Luffy sirviendo un poco de todo en su plato, Ace no se quedaba atrás, lleno su plano y tomo asiento a lado de su hermanito y Sabo solo podía reír con algo de vergüenza ante todos, dejo su plato al lado de sus hermanos y fue por agua, no fue sorpresa que al regresar viera al pecoso con la cara enterrada en su plato y al menor con la boca llena intentando despertarlo, tomo su lugar y ayudo al pequeño a despertar a su hermano -A ver... mírenme- pidió el rubio y limpio el rostro de ambos entre risas -si las fans los vieras quedarían muy decepcionadas- ambos rieron algo avergonzados y continuaron comiendo; algo más civilizados gracias a la mirada juzgona que les lanzaba el ojiazul.
A los pocos minutos entro un rubio con más bandejas de comida junto con un peliverde y un peliblanco que le seguían el paso -gracias por la ayuda Yamato, marimo, vamos a comer antes de que esa familia no nos deje ni las sobras- decía mientras apagaba su cigarro entre risas, los nombrados tomaron asiento no sin antes darle una sonrisa y una mueca de desagrado respectivamente.
-así que repasando de nuevo, nos vamos de aquí a las 7a.m para poder llegar allá a las 9 y empezar a organizar el concierto, ensayan una hora y a las 5p.m empieza su función ¿estoy en lo correcto?- dijo una pelinegra que revisaba sus notas.
-tan atenta como siempre Robin, estas en lo correcto, solo que lo chicos comerán dos horas antes del concierto- el canoso dirigió su mirada al cocinero -Sanji, eso te toca a ti, te encargo que no coman nada pesado o podría hacerles daño, lo digo en especial por Luffy, sé que eres débil cuando se trata de él- señalo al susodicho en forma de reclamo y este solo pudo limitarse a disimular su sonrojo apartando la mirada, cosa que hizo que el peliverde a su lado diera un bufido burlón.
-y de ti ni se hable, Zoro, más te vale no perder a mis nietos con tu sentido de la orientación- esta vez fue el turno del rubio de burlarse y como si de una dinamita se tratase ambos se levantaron a pelear, cosa que no pudieron efectuar gracias a Yamato, el más alto de los tres los separo de forma tan fácil que esta vez nadie más tuvo que involucrarse, cosa que todos agradecieron, estaban hartos de tener que lidiar con las continuas peleas que esos dos tenían.
Luffy reía por la escena que presenciaba, apenas había acabado de comer y pensaba irse a dormir un rato en el auto de su hermano, pero prefería mil veces quedarse a ver los desvaríos que pasaban siempre después de comer.
Un rato después de comer y que ayudaran a limpiar una chica de cabellos anaranjados se acercó a el trio de hermanos y les pidió que la acompañaran, claro, había olvidado los vestuarios.
Los tres tomaron sus cubrebocas y sus sudaderas negras y siguieron a la chica a su auto, el menor de todos no se hizo esperar y tomo el asiento de copiloto -namiii, déjame poner música- decía impaciente, viendo a su mejor amiga suplicante -bien, pero primero ponte el cinturón- reía mientras se ponía sus lentes de sol, ni lento ni perezoso conecto su celular al estéreo y puso su playlist empezando a mover sus manos al ritmo de la melodía, claro que sus hermanos le seguirían al poco rato de empezar la letra, y la pelinaranja se limitaría a tarearear mientras empezaban el viaje
-¿como no se cansan de escuchar música? todo el dia cantan y bailan, yo ya estaría harta- reía su amiga sin apartar la vista del frente -la música es lo mejor, es el símbolo más puro de la libertad, permite que personas de todo el mundo se entiendan y se unan, es un idioma que no necesita ser hablado para ser entendido- dijo el azabache con simplesa, ganándose una mirada sorpendida de todos los mayores, cosa que ignoro por completo ya que toda su atención se centraba en las vistas que ofrecía la ventana a su lado.
Nami lanzó una mirada por el retrovisor dando con el rostro de los mayores que sólo le regresaron la mirada confundidos, Luffy no era el tipo de personas que diría algo así, por lo menos no de la nada, así que esas palabras los habían dejado anonadados, pero poco les duró la sorpresa ya que la voz del menor resonó sacándolos de sus pensamientos -Nami, detente, quiero un helado- hablaba energético mirando a la piloto con entusiasmo.
-¿ah? Ni lo pienses, acabas de comer, tenemos que ir a ver los vestuarios y no creo que tengas dinero para comprarlo- dijo con falsa molestia -te prometo que te pagaré, por favor...-- claro que a la mujer; y a cualquiera en realidad, se le hacía casi imposible decirle que no al tierno chico.
-bien, pero me pagaras el triple- río con malicia, sabía que Luffy no aceptaría ese trato y se rendiría, y dicho y hecho, el azabache solo hizo un puchero y su atención volvió a la música, claro que sus hermanos reían por su comportamiento "no ha cambiado nada" pensaban mientras veían la escena.
-Luffy, si te portas bien al momento de probarnos los vestuarios yo te compro uno- dijo Sabo acercándose entre los asientos para ver el puchero que hacía su hermano y con su típica sonrisa de niño pequeño, Luffy empezó a dar pequeños brincos en si lugar y repitiendo "gracias Sabo", ninguno dijo una sola palabra más, pero todos pensaban lo mismo "creo que voy a morir de diabetes", y se quedaron en sus pensamientos hasta que llegaron a su destino.
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La Melodía De Tu Voz ||Fanfic One Piece Lawlu/ASL
Fanfiction-¿Podrías decirlo de nuevo?- -¿Por qué?- -Porque adoro escuchar mi nombre envuelto en tu voz- ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Este fanfic se va a basar en la relación de hermanos de ASL como idols y la relación Lawlu.