La Melodía De Tu Voz ||Fanfic One Piece Lawlu/ASL

Capítulo 3

-...ffy...uffy...LUFFY- el nombrado abrió los ojos siendo cegado casi al instante por el sol que entraba por su ventana así que se llevó las manos al rostro para poder evitar la molestia que le causaba.

-ya era hora, arriba, se nos hará tarde- no tenía idea de quien le hablaba, pero podía esperar un rato, así que se enrolló en sus sábanas e ignoro las ordenes, se hubiera quedado dormido de nuevo de no ser por el susto que tuvo al darse cuenta que lo estaban cargando cual costal.

-bien Zoro, llévalo a la tina- decir que el azabache parecía gusano era poco, empezó a retorcerse y patalear cuál niño pequeño para poder zafarse del agarre del mayor, y cual mariposa saliendo de su crisálida logro salir de su nido de cobijas, dejándose caer de bruces frente a la pelinaranja.

-bien, por fin despertaste, ahora apúrate a meterte a la ducha o haré que Zoro se encargue- el de cabellos verdes odiaba seguir las ordenes de la mujer pero tolerar el temperamento de la mujer era peor, así que dejo las mantas en su lugar y se aproximó al menor para ayudarlo a levantarse.

-si yo fuera tú ya estaría en la ducha- dejó salir una risita, claro que el contrario no quería más problemas así que empezó a quitarse la ropa sin ningún pudor y cuando estaba a punto de sacarse el boxer Nami le aventó una almohada y empezó a empujarlo al baño.

-¡ten algo de vergüenza, nadie quiere ver tus miserias!- y cerró la puerta enojada, retirándose aún entre quejidos y gritos que fueron dirigiéndose cada vez más al peliverde.

El de ojos rubí se limitó a sacar unas cuantas carcajadas mientras dejaba que el agua se calentara para poder bañarse, sentía como las gotas de agua se llevaban el sueño que sentía hace unos minutos, se sentía relajado pero no podía tomar mucho tiempo, el concierto era el día de mañana y tenía que ayudar en lo que hiciera falta para tener todo listo.

A los minutos salió de la ducha y se dirigió a su cuarto para cambiarse, Zoro seguía ahí pero se había quedado dormido; como era su costumbre, así que el menor lo ignoró y tomo la ropa que utilizaría, basicamente ropa deportiva negra demasiado discreta, terminó por tomar sus llaves, cartera y celular y despertó al mayor para que se fueran.

Al bajar las escaleras vieron a su amiga en la puerta hablando con quien sabe quien y cerrando unos minutos después -¡ah! Por fin están listos- dijo revisando la hora de su teléfono -aún tenemos unos minutos en lo que tus hermanos salen, mientras tanto ven aquí- el azabache acató las ordenes y se puso frente a la de cabello naranja -como pensaba, no te haz puesto bloqueador- así que sacó de su bolso un bote pequeño del cual agarro algo que parecía crema y empezó a ponerlo en el rostro del contrario, dándole una mirada con dulzura que intentó disimular, continuando en sus brazos y terminando en sus piernas.

-ahora guarda todas esas cosas en su lugar y despierta a ese tonto para irnos- señalo al susodicho que yacia durmiendo en la sala; la cual se veía más arreglada de lo que estaba la noche anterior, Luffy solo le sonrió y empezó a guardar montones y montones de comida; Nami podía tener un carácter fuerte y un muy mal temperamento pero aun así era una amiga increíble, incluso antes de trabajar para los hermanos siempre cuido de él, tanto ella como sus demás amigos, tal vez por eso la mayoría de ellos trabajaban juntos, claro que otros habían tomado caminos diferentes, pero seguin siendo amigos.

Al terminar de hacer lo que la mujer le había dicho salieron de la casa y se dirigieron a los autos de los hermanos -solo faltaban ustedes, deprisa, o el viejo nos va a matar o peor aún, nos va a poner dieta de nuevo- todos se apresuraron a entrar y al ver que el de pelo verde iba a tomar el lugar de conductor Nami corrió a detenerlo -mejor deja que Ace o Sabo conduzcan, no quiero que lleguemos a otro país- claro que el contrario le dirigió una mirada molesta -¿De que hablas tonta? Yo puedo llevarnos- y solo esas palabras bastaron para que la menor se molestara y Zoro terminase regañado en el asiento de atrás junto a Luffy.

-no te preocupes Nami, yo me encargo de llevar el otro auto junto a Sabo y Ace, tu encárgate de esos dos- decía un peliblanco que iba saliendo de casa del mayor de los hermanos.

-¿Yamato? ¿Qué estás haciendo aquí?- se supone que el más alto solo vendría a dejar a los hermanos y se iría a su casa, sin embargo salía de casa de Ace con la misma ropa que el día anterior.

-ah- n-no es algo importante, vamos o Garp nos regañara a nosotros también- y rápidamente se metió al auto donde estaba Ace de copiloto sin dar más explicaciones, la mujer iba a decir algo más pero las risotadas del menor de todos la sacaron de sus pensamientos.

-ahora de que te ries- susurró el peliverde para que la mayor no lo escuchara -no es nada importante- y ese "nada importante" se trataba de un mensaje de Sabo "No me dejes aquí de mal tercio", e hicieron el recorrido diario al estudio para ensayar.

Poco les durò la paz pues el auto que manejaba la pelinarania se habla detenido sin avisar y Yamato tuvo que replicar la acción, Sabo fue el primero en bajar para ver si todo estaba bien, seguido por los otros dos.

-yo no voy a ningún lado hasta que me den de comer- se escuchaba la voz de Luffy y se podía ver como Zoro intentaba tomarlo en brazos para subirlo al auto -¡por los Dioses! Vamos a comer allá, ahora entra al maldito auto- decía la menor ya molesta desde su asiento, vieron como el azabache se lo pensaba unos segundos y posteriormente entraba al auto junto con el de cabello verde.

-parce que solo fue un berrinche, mejor vamos antes de que nos regañe a nosotros- dijo el más alto y volvió a tomar su lugar tras el volante, Sabo dejó escapar un suspiro de pesadez al saber que tendría que aguantar ese ambiente más tiempo "debí escapar en cuanto pude" pensó irritado y regresó al auto sin ganas.

Ya no hubo más problemas en el recorrido, todo gracias a que Zoro y Luffy se habían quedado dormidos, por otro lado el rubio tuvo que ponerse a leer para poder ignorar a los dos tortolitos de enfrente.

Cuando por fin llegaron ya todo estaba listo para empezar a repasar las coreografías; aunque primero comieron algo ligero o de lo contrario los tres hermanos unirían fuerzas para hacer un drama que ni el mismo Garp podría controlar.

A pesar de saberse los pasos y las letras al derecho y al revés daban todo su esfuerzo, en parte porque les gustaba y en otra aún mayor porque Nami los estaba grabando para subir un video del "detrás de cámaras" como ya era costumbre, a demás que subiendo contenido a redes seguro iba más gente al evento, lo que hacía que los hermanos no pusieran resistencia.

Lo único que llegaba a molestar al mayor de los tres era que cuando grababan tenía que ponerse playera para ocultar sus tatuajes y maquillarse las pecas, siempre pensaba en la suerte de los otros dos de no tener nada que ocultar, no le molestaba que las y los fans lo vieran, para él eran su orgullo, sin embargo sabía que los comentarios negativos podían ser demasiado abrumadores y preferia evitar los problemas.

Cada persona estaba metida en sus pensamientos pero todos los pensamientos se enfocaban en lo mismo; el concierto de mañana, unos más nerviosos que otros, con cosas a medio terminar y otras ya listas.

En cuanto terminaron de ensayar el trío de hermanos se dirigió a distintos lugares para ayudar, ya sea con simple limpieza o cargando cosas pesadas de las que el staff no podía hacer por sí solo.

Esa era una de las ventajas que tenía ser cuidados por Garp, no solo los ponía a ensayar sin descanso, si no que también los hacía ejercitarse y estudiar en exceso, aunque al menor se le dificultaba más lo último, sin embargo los hermanos destacaban en casi todo lo que se les pusiera en frente, lo que hacía que al abuelo se le inchara el orgullo, pero claro que él no era el único que se podía atribuir esa dicha.

Justo abia llegado ella; una mujer que rondaba los 58 años, con cabellos rizados de color anaranjados despintados por canas sutiles, con un ceño fruncido; obviamente fingido, con montones de bolsas en mano y un cigarro en la boca, estaba siendo perseguida por una chica que le pedía que apagara su cigarrillo mientra ella la ignoraba deliberadamente buscando algo en todo el lugar y cuando por fin los vio apresuró el paso en dirección a los hermanos.