Un cambio radical

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Un cambio radical

Corre deprisa que el mundo no deja

De girar sin descansar

Los días se van y nunca regresarán

Eterno cuento sin final

Deja el recuerdo, no se irá a ningún lado

Mañana siempre lo tendrás

Es el presente y su amigo el futuro

Lo que tienes que lograr.

VIVE- Kabah

Después de lo ocurrido, el ciclo escolar se fue como agua, todo estuvo en calma y las cosas entre Alberto y Andrea iban bien, muchos incluso pensaban que en realidad había algo entre ellos, siempre andaban juntos, platicaban todo el tiempo y aunque Rosalía era novia de Iván le daban celos verlos juntos.

—¿Qué harán en vacaciones? —preguntó Elisa—. Yo me aburro terriblemente.

—Yo sólo salgo una semana de vacaciones y de ahí me ponen a trabajar en la escuela de mi mamá —contestó Andrea.

—¿Qué haces? —preguntó Karla.

—Pintamos sillas, raspamos los juegos, todo ese tipo de cosas, ¿estás interesada? —preguntó Andrea.

—No creo —contestó Karla.

—A mí me van a llevar a Veracruz.

Al escuchar eso, Karla, Elisa y Andrea dijeron lo mismo.

—Uyyy.

Pues la vida de Sol no era nada fácil, sus padres se peleaban por no tenerla, pero en vacaciones siempre debía estar con alguno.

—Lo sé, no quiero ir, porque una, sólo hablará de mi papá y lo malo que es y dos, porque mi mamá quiere que empecemos a hablar de la fiesta de quince, es el próximo año.

—Yo me voy a ir de viaje, a mi esas fiestecitas se me hacen estúpidas —enunció Elisa.

Se le hacían estúpidas a ella, pero creo que aunque te manden de viaje tus padres siempre, siempre, quieren decirle al mundo "Miren a mi mujercita".

—Yo siempre he soñado con una fiesta —dijo Karla—, con mi hermoso vestido, bailar el vals.

—Lo siento nunca, nunca me vería con un vestido así, esponjado, siento que parecería piñata. Y si pudiera sería... —dijo Andrea siendo interrumpida por sus tres amigas.

—Negro.

—Gracias, eso quiere decir que me escuchan —contestó Andrea con una sonrisa—. Mis papás me han preguntado, que quiero, pero pienso lo mismo que Elisa, sólo que a diferencia de ella yo preferiría irme de viaje con mi familia, me da miedo andar sola.

—Yo creo que te pierdes la experiencia de vivir algo diferente Andrea, tus papás no van a estar siempre contigo —contestó Elisa.

—Bueno, eso es lógico, pero quiero hacerlo mientras pueda tenerlos.

Las tres chicas miraron a Andrea, Karla tenía una vida sencilla como Andy y se llevaba muy bien con sus papás, era un poco más despegada de ellos, pero entendía el sentir de su amiga y era por lo mismo que Alberto no se atrevía a romper con esa armonía.

Por otra parte Andrea estaba super relacionada con las fiestas de quince años, pues su papá era el invitado de honor de casi todas, haciendo la presentación de cada quinceañera de la secundaria donde trabajaba o de padrino de alguna, sí, así lo querían todos, porque si los hombres hubieran hecho fiestas también lo invitaban.

Curvy un amor de pesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora