Capítulo 16 El chico nuevo.

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Capítulo 16

El chico nuevo.

Chala Head Chala — Dragon Ball Z

El cielo resplandece a mi alrededor (alrededor)

Al volar, destellos brillan en las nubes sin fin

Con libertad puedes cruzar hoy el cielo azul (el cielo azul)

La verdad huye a un golpe de pronto en ti

Como si un volcán hiciera una erupción

Derrite un gran glaciar

Podrás ver de cerca un gran dragón.

Sí lo sé, una peculiar canción, pero a la fecha Andrea escucha ésta y la remonta al tercer año de secundaria, Elisa desde siempre fue una otaku, en realidad muchos lo fuimos de pequeños, la mayoría de las caricaturas que pasaban en canal 7 o 5 eran japonesas, ¿quién puede olvidar los goles de Oliver Atom en el Niupi, a Astroboy del universo, Los caballeros del Zodiaco, Candy, Candy para las chicas, Sailor Moon, Ranma1/2? Y la que estaba de moda justo en el momento del que vamos a hablar era Dragon Ball Z.

Andrea se había topado con un chico que portaba estampas de este anime, bueno, pues al siguiente lunes Irving Mendoza se presentó al salón de tercero B, al ver a Andrea el chico levantó la mano y de inmediato se sentó cercano a ella.

—Hola. ¿Te acuerdas de mí? —dijo Irving.

—Claro, eres el niño de las estampas... Irving —dijo Andrea.

—Sí, es que no conozco a nadie y a ti te vi en la dirección. ¿Por qué te vi en la dirección? —preguntó Irving.

—Porque la visita todos los días —contestó Leonardo.

—Callate zonzo, todavía que por tu culpa me mandaron, soy buena niña lo juro —dijo Andrea a Irving—. Mira, deja te presento al grupo de locos. Ella es Elisa Aldana, no la molestes mucho.

—Hola mucho gusto y es cierto lo que dice Andrea —contestó Elisa.

—Ella es Sol, la histérica y romántica —dijo Andrea.

—Oye, bueno sí —dijo Sol y todos rieron.

—Ella es Karlita, la niña buena —presentó Andy.

—Hola Irving.

—Y este par son Erick el beisbolista y Leo el gorrón y abusivo de señoritas.

—¡Oye! —dijo Leo.

—Y yo soy Andrea, la escritora y quien mete en cintura a todos.

—Eso quiero... —iba a decir Leo cuando Milani interrumpió.

—Cállate Leonardo.

Irving no paraba de reír con la presentación cinco estrellas de Andrea, Irving le daba en el pecho a Erick y creo que abajo del hombro a Leonardo, en verdad era muy pequeñito y como les decía era más moreno que el resto, sus dientes se veían blancos. Él solo vivía con su mamá y su hermano, pues su papá trabajaba en plataforma, su madre también era súper chiquitita, la verdad es que se integró bastante bien el pequeñín, sólo había un ligero problema y no era él, lo molestaban demasiado la mayoría de los del grupo A por su tamaño y color de piel, sí, son los mismos del salón de Rosalía y África. Los días fueron pasando y se fue haciendo amigo de Andrea, de esa forma ya eran siete, era lo mejor que les había pasado.

En un receso, Irving hacía dibujos de Dragon Ball, Andrea escribía.

—¿Quién es la chica que tanto te gusta? —preguntó ella.

Curvy un amor de pesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora