Fría como el viento

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Fría como el viento

Te recuerdo así

Dejándote admirar

Intocable, inaccesible

Irreal, irreal

Fría como el viento

Peligrosa como el mar

Dulce como un beso

No te dejas amar, por eso

No sé si te tengo

No sé si vienes o te vas

Eres como un potro sin domar...

Fría como el viento — Luis Miguel

Alberto estaba muy, muy molesto por no ser parte importante de la vida de Andrea, en varios días no la fue a ver a su casa y en la escuela le hablaba con monosílabos, estaba demasiado digno y divo, pero Andrea, no era de las que buscaban a las personas, cosa que al chico todavía lo irritaba más.

Por su parte Max y Elisa hacían como que no se conocían en la escuela, incluso se gritaban mutuamente y se molestaban, Karla seguía usando su técnica del acoso y Sol era la que esta semana emplearía una nueva técnica en la biblioteca.

Sí, creo que las mujeres maduran más rápido que los hombres y son las primeras que empiezan a sentir las punzadas en el corazón. Sol a la hora de los recesos comenzó a ver cuál era la rutina de Iván todos los días religiosamente este joven iba a la biblioteca de la escuela cinco minutos antes de que tocaran la campana. ¿A qué? no lo sabemos a la fecha, dado que lector no era, pero le encantaba ir a estar un rato en soledad. Sol entró y lo vio sentado en la mesa resolviendo una tarea que tendría que entregar entrando del receso.

—Vamos Sol, tú puedes, si le hablas una vez podrás hacerlo más veces —dijo susurrándose a sí misma y motivándose.

Caminó decidida, como torero a punto de iniciar la corrida, llegó a donde él estaba, Iván levantó el rostro y miró a Sol.

—Hola—dijo Iván con rostro amable.

—Hola. ¿No sabes si va a tardar Trini? —preguntó la chica nerviosa.

Trini era la encargada de la biblioteca, una mujer pequeñita, yo creo que no llegaba ni al 1.40 y se llevaba muy bien con todos los chicos de la escuela.

—Sí, va a tardar un poco me dijo que iba a comer y regresaba —contestó Iván.

—Espero entonces. ¿Te molesta si me siento? —dijo Sol.

—En lo absoluto, adelante.

Paso uno, listo, logro desbloqueado.

—Tú eres amiga de Andrea. ¿Verdad? —preguntó Iván.

—Sí. ¿Por qué dejaron de ser amigos? —cuestionó Sol. Iván sonrió y la miró.

—Por Alberto. Él me quitó a mí novia y ella no quiso dejar de hablarle, tomó partido por él —dijo Iván.

—Pues es difícil ponerse a favor de alguien. ¿No? Digo, Rosalía es novia de Alberto desde el año pasado —dijo Sol, sacándole una sonrisa a Iván—, parece que sólo aprovechó el verano para salir contigo.

—Así parece. ¿Tú tienes novio? —preguntó Iván.

—¿Yo?, no para nada —dijo Sol.

—¿Y qué es lo que te gusta? —preguntó Iván.

Curvy un amor de pesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora