|5| El llanto de la muerte ©

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    «¿Qué carajos acaba de pasar?».

    Las visiones ya no se presentan solo en mis sueños. Ahora también me atormentan cuando estoy despierto. Ya son dos veces seguidas, sospecho que intentan comunicarse conmigo de alguna manera.

    «Creo que Mike quiere que encuentre al asesino... pero ni siquiera encuentro mis medias cuando se pierden en la secadora. Cómo podré encontrar a una persona».

    Sujeto mi cabello con desesperación.

    Tal vez pudo haber sido detonado por algo en específico, o tal vez, son espontáneas. Un objeto cargado de eventos tan recientes, o intensos, no puede pasar desapercibido.

    Dirijo mi mirada hacia el mismo, y le pregunto con la voz entrecortada a Waylon:

    —¿De quién es esto?

    —¿El inhalador?... Creo que es de Xavier. ¿Por qué?

    Lo vuelvo a colocar en su lugar respondiendo:

    —Por nada. Solo es curiosidad.

    Niego con un gesto de mi cabeza mientras una idea ronda mi mente.

    «¿Por qué Xavier tendría el inhalador de Mike?».

    —¿Padece de asma? —Pregunto, conociendo la respuesta pero sintiendo  que esta historia está tomando un giro sombrío.

    —Pues... ahora que lo preguntas. Nunca lo he visto utilizando uno, tal vez solo tiene recaídas cada cierto tiempo.

    —Puede ser.

    Arrasco mi barbilla sin estar totalmente convencido de su análisis.

    «¿Él podría ser el asesino?».

    Lo único que sé es que ese inhalador no es suyo, es de una persona que ahora está muerta y no puede hablar para decirnos quién lo citó esa noche en el bosque y a esas horas. Ese sería mi principal culpable, pero por ahora tengo como sospechoso a Xavier.

    Para poder culpar a alguien, necesito pruebas. No puedo decirle a la directora Völva que he tenido visiones, y sé quién es el asesino. Tampoco puedo asegurar que el inhalador pertenece a Mike. No sería una evidencia contundente ni fiable para refutar mis argumentos.

    «Podrían realizarle un análisis de huellas».

    «El olfato de Xavier es muy avanzado. Se habría dado cuenta si le pertenecía a Mike, o no».

    Me asusto sosteniendo mi pecho y dando dos pasos hacia atrás cuando veo realizar un perfecto salto desde el árbol más cercano hacia el balcón del ventanal a una persona. Waylon continua concentrado en su melodía, dando la impresión de que está acostumbrado a esas entradas acrobáticas de su compañero de cuarto.

    Su ropa arrugada, cubierta de tierra y hojas de los arbustos.

    Un que otro arañazo en su piel. Y cubierto de sudor. Se había ido a transformar al bosque. Lo observo con desconfianza a medida que camina dentro de la habitación.

    Está prohibido transformarse fuera de clases.

    —Amo esa canción. —Añade mientras se quita los tirones de su ropa mostrándonos sus nalgas blancas.

    —Ah, por favor, cúbrete. —Comento observándolo con desaprobación, yendo a cubrir los ojos del pianista.

    —Estoy en mi cuarto. —Dice, tras dar un portazo al entrar al baño.

    —¿Estás listo?.

    Le pregunto a Waylon, ignorando al mal educado de Xavier. Esta tarde es el entierro de Mike y todos los alumnos, maestros y empleados de la Academia,  estaremos presentes.

Descendientes de la luna  +18 [P.1] BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora