Petburg, con paso decidido, su bastón resonando en el suelo de mármol.
Su porte es altivo, su mirada fría y calculada. Desde el principio, no oculta su desprecio por la gestión de Völva. Dirigiéndose a ella, expresa su descontento por los recientes acontecimientos, especialmente el peligro en que se han visto envueltos algunos estudiantes.
Su tono es cortante, pero cuidadosamente diplomático, en un intento de mantener una apariencia de decoro. "Völva, como directora de Saint Vseslav, tenías una responsabilidad para con los jóvenes de esta Academia, una que has fallado en cumplir", dice con una voz cargada de reproche.
Petburg, imponente y frío, cuestiona severamente a la directora sobre por qué no lo mantuvo informado sobre las dificultades que enfrenta Waylon.
Völva, manteniendo la calma, intenta explicar que la situación de Waylon es delicada y que estaban tratando de ayudarlo a superar sus problemas sin involucrar más presión externa.
Sin embargo, el representante no acepta la explicación, mostrando que para él, mantener las apariencias y el control sobre la reputación de su familia es lo más importante, subrayando su carácter rígido y autoritario.
Völva, por su parte, mantiene una postura de calma tensa.
Aunque puedo notar que está molesta por la acusación, su comportamiento refleja una lucha interna por mantenerse profesional y racional. No hay un estallido emocional, pero sus gestos y miradas muestran su incomodidad.
Mientras Petburg lanza su reproche, ella intenta explicar la situación desde su perspectiva, pero la conversación no se desarrolla en términos amistosos.
La directora está claramente afectada, pero sigue siendo cuidadosa en sus palabras, sin perder el control total de la situación.
Petburg utiliza un lenguaje indirecto para sugerir que Völva ha fallado en sus responsabilidades. Cada palabra está calculada para deslegitimar la autoridad de la directora, insinuando que su incompetencia ha puesto en riesgo no solo a los estudiantes, sino a todo el reino.
"Nosotros, que confiamos a nuestros hijos a esta institución, no esperábamos que la seguridad se convirtiera en una mera ilusión", afirma Petburg, enfatizando cada palabra para que el mensaje sea claro, aunque sin ser explícitamente acusatorio.
El contribuyente se detiene, observando a la directora con una expectativa palpable en el aire.
"Lo mínimo que espero, directora, es una disculpa. No solo a mí, sino a todas las familias que han confiado en ti."
Esta solicitud, aunque formulada educadamente, lleva un tono impositivo.
No es una petición, es una exigencia disfrazada.
La parte más intensa de la conversación es cuando Petburg deja caer una amenaza velada. Su tono no cambia de la cortesía fría que ha mantenido durante todo el intercambio, pero la amenaza es clara para todos en la habitación.
"Sería una verdadera lástima si aquellos que sostienen esta institución en sus manos decidieran que ha llegado el momento de un cambio... de liderazgo."
Aunque dichas palabras suenan como una simple observación, todos los que estamos en la oficina sabemos que le está advirtiendo a Völva sobre las posibles repercusiones de sus acciones.
Las miradas tensas de los presentes revelan que entienden la gravedad de la situación, y aunque no se pronuncia ninguna palabra más, el mensaje ha sido claramente entregado.
ESTÁS LEYENDO
Descendientes de la luna +18 [P.1] BORRADOR
WerewolfEn una prestigiosa academia oculta entre los bosques más profundos, se entrenan jóvenes brujas y hombres lobo para controlar sus poderes y proteger sus linajes. Turner, un estudiante reservado y brillante, siempre ha preferido mantenerse en las som...