|12| Cada vez que llueve ©

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    Observo por la ventanilla del auto mientras avanzamos por la carretera de Massachusetts. Ha sido un viaje de casi trece horas, pero ha valido la pena en su totalidad. Siempre voy a preferir los viajes por carretera.

    Con la ventanilla baja, escuchando música, un libro abierto en una página que he releído en varias ocasiones.

    Un poco desgastado por el tiempo, "Cada vez que llueve" escrito por Lisa de Jong.

    Lo recomiendo porque es una historia que a pesar de quizás no haber vivido lo mismo, realmente puedes simpatizar con la protagonista y que a veces necesitamos un empujón para salir adelante.

    Pero sigue siendo mi favorito.

    Bebo un sorbo del café, cierro los ojos al sentir el líquido caliente bajando por mi garganta. Inhalo sintiendo como me voy relajando, o simplemente, olvidando de todo.

    Toso con fuerza al escuchar ese sonido, similar al del bosque, cerca de la Academia.

    «No puede ser».

    Abro los ojos con rapidez.

    Mi corazón comienza a latir desbocado, con furia, queriendo salir de mi pecho. Observo a todos lados y no veo nada. Se comienza a formar un nudo en mi garganta. Quiero pedirle al conductor que le pise al acelerador para llegar mas rápido pero no puedo hablar.

    Se me escapan las lágrimas, creo que estoy teniendo un ataque de ansiedad.

    —¿Se encuentra bien?.

    Mis intentos por responderle fueron inútiles

    —Debe ser por el frío, su rostro está descompuesto. No se preocupe, subiré la ventanilla.

    Sujeto mis manos, una con la otra, para ocultar el ligero temblor que las sacude.

    —Por esta zona hay muchas bandadas de pájaros, si nos descuidamos, puede entrarle uno por la ventanilla.

    Añade con una sonora y divertida carcajada, mientras me observa por el espejo interior del retrovisor, a través de la ventana posterior.

    Me estoy volviendo paranoico, desde el encuentro con el Vrykholakas tengo más pesadillas que visiones.

    Ya no sé diferenciar uno de lo otro.

    —Ya llegamos.

    Anuncia mientras nos acercamos.

    El chofer me lleva hacia dentro de la casa, toca la puerta de la oficina de Volch, y el mismo, nos recibe con un atuendo muy relajado e informal. Vestido con un pijama de satín color rosa palo, el pelo recogido en una coleta alta y una enorme sonrisa en sus labios.

    —Los dejo a solas.

    Añade el chofer abandonando la estancia, y cerrando la puerta, detrás suyo.

    —Admito que me sorprendí cuando Waylon me pidió que dejara venir a un amigo suyo. Ni siquiera sabía que tenía amigos.

    Es lo primero que escucho de su boca apenas me siento cuando me lo indica por un gesto con su mano.

    »Estaba muy preocupado. Ser el nuevo de la escuela es difícil, y más, siendo tan especial como lo es él. Yo fui quién lo obligó a entrar en la Academia. Su mamá es humana, yo solo intentaba protegerlo...

    Se sienta en un sillón con un gesto de cansancio mientras bebe un trago de su whisky.

    »A pesar de saber el riesgo por contraer matrimonio con ella, nunca me importó. Supongo que fui un egoísta por querer ser feliz tan solo una vez en mi vida...

Descendientes de la luna  +18 [P.1] BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora