Capítulo 10

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Por el bien de ambas, Jennie decidió que lo mejor era que durmieran en cuartos separados y con eso se refiere a que las dos mantengan la ropa puesta.

Está mañana Lisa se ha levantado más temprano de lo normal para preparle un desayuno a Jennie. Ahora comienza a preocuparse de que la pelinegra haya entrado en coma porque no despierta a pesar de que ya son las diez.
"Es que acaso nunca despierta" se queja Lisa en su cabeza.
Ya preparó la mesa e incluso vió un capítulo de una serie.

Lo que no sabe es que Jennie lleva desde las nueve de la mañana arreglándose el cabello para que no parezca un nido de pájaros. También tomó una de las batas del baño, no se siente cómoda andando en ropa interior en una casa que no es la suya.
Cuando su peinado al fin parece decente sale de la habitación y se sorprende al ver a Lisa acostada en el sofá.

Apenas la castaña la ve se para con rapidez y carraspea la garganta por casi haberse quedado dormida otra vez.

—Buenos días.

Lisa está impresionada por lo bien que Jennie se ve en la mañana, es que ella es hermosa a todas horas. El brillo en sus ojos es evidente y hace sentir a la menor especial.
Es la primera vez que van a desayunar juntas, lo mejor de todo es que hasta ahora nadie se ha enterado de en donde se encuentran, ni que están juntas.

—Debió tomarte mucho tiempo hacer esto— Jennie mira el comedor.

Hay fruta picada en un plato grande y un omelette para cada quien; de beber hay tazas de café, té y jugo, a Lisa le aterraba no saber que es lo que le gusta tomar a Jennie así que colocó de todo. Por último como decoración hay un jarrón con flores.

—Estoy acostumbrada a levantarme temprano— Le resta importancia.

Se para detrás de Jennie y le da un ligero masaje en los hombros, después recorre una silla señalando que tome asiento. Quiere ver como Jennie disfruta de su esfuerzo por cocinar un desayuno presentable.

—Gracias por todo— Agradece Jennie antes de comenzar a comer.

—Pensé que no sabías decir "gracias"— Se burla Lisa.

Empiezan a desayunar juntas disfrutando de las diferentes frutas frente a ellas y Jennie decide beber del vaso de jugo de naranja.

—¿Dormiste bien?— Pregunta Lisa dejando el tenedor de lado para prestarle atención.

—Mmm, no mucho...— Jennie la mira a los ojos y se burla de la cara de preocupación de Lisa. —Me hizo falta algo muy importante.

—¿Qué? Dime e iré a buscarlo inmediatamente— Lisa hace el intento por levantarse, pero Jennie vuelve a sentarla.

—Tú.

La respuesta de Jennie deja boquiabierta a Lisa, pensó que se quejaría de las cobijas, pero esto es realmente nuevo. Jennie se ríe mientras al mismo tiempo continúa comiendo como si hubiera dicho cualquier cosa. Le encanta generar esos nervios en Lisa, siente que tiene el control.

—Recuerdo que fue tu decisión dormir separadas— Habla Lisa actuando ofendida.

La noche anterior después de un largo beso, fue Lisa quien sugirió que fueran a dormir a la misma habitación, pero Jennie ya se encontraba emocionada por haber vuelto a probar los labios de esa hermosa castaña. No se creía capaz de poder estar en las mismas cuatro paredes que Lisa sin que pasara algo más, no importa cuántas veces esta insistiera en compartir cama, eso no iba a suceder. Jennie tiene miedo de que vuelva a pasar que al día siguiente decida dejarla, por eso prefiere mantener su ropa puesta, es su garantía de mantener una pizca de dignidad intacta.

Más allá de una venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora