Capítulo 4

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—Es muy sencillo, prueba ese otro— Jisoo le señala un vestido de su closet.

Lleva al menos unos doce vestidos probados y su cuarto es un desastre de ropa, hay prendas por todas partes.

—Ese es lindo, pero no te ves tan provocativa— Ahora es Rosé quien da sus críticas. —Dejemos los vestidos de lado y usa unos shorts vaqueros.

Jennie toma en consideración la propuesta de Rosé y se dirige a su armario para colocarse unos shorts con un top negro arriba.

—Creo que es demasiado simple— Habla Jennie viéndose frente al espejo. —Oh, ya sé.

Se cambia el short por una mini falda de mezclilla y escoge un top que nuevamente deje descubiertos sus hombros.

—Estoy lista— Jennie da una vuelta frente a ellas.

Jisoo y Rosé analizan su vestimenta, luego ambas asienten como señal de aprobación. Finalmente ha conseguido verse bien para cualquiera que sea el lugar que escogió Lisa. No es demasiado elegante, pero al menos es provocativo y puede cumplir su propósito de volver loca a Lisa.

—Oye, olvidas un detalle importante— Jisoo se levanta de la cama y se agacha para sacar una caja con un listón de decoración. —Te traje un regalo como madrina de su futura boda.

Jennie toma la caja y la abre lentamente con incredulidad.

—Rosé fue la autora intelectual, yo escogí el color del listón.

Saca un conjunto de ropa interior roja bastante atrevido, la parte de abajo es prácticamente un hilo; el sostén es de una tela muy delgada y con detalles de encaje. Jennie no sabe como reaccionar al regalo, solo lo observa con detenimiento y se imagina en la excitante situación de usarlo frente a Lisa dejándola deslumbrada.

—Úsalo esta noche— Sugiere Rosé.

"No puedo esperar por verte" llega un mensaje de Lisa y Jennie se sonroja involuntariamente.

—Bien, iré a ponermelo— Ese mensaje era lo único que faltaba para convencerla.

Las tres se ponen a ver una película para esperar a que corran las horas y llegue el momento en que Jennie tenga que salir. No sabe si será Lisa quien pase por ella o enviará a uno de sus choferes a recogerla. Es incapaz de estarse quieta, ha dado mil vueltas por toda la habitación y se retoco el maquillaje por décima vez, también reviso que su peinado fuera lindo y no cubriera sus hombros. Realmente quiere que todo salga perfecto esta noche, desea ser tan sexy que Lisa no se resista a tocarla.

Las horas pasan lentamente, incluso llegan a pensar que el tiempo se congeló. Cuando por fin son casi las ocho se ponen en marcha para empezar el plan de escape de Jennie o mejor dicho pedirle permiso a su madre. Jennie le pidió a Rosé que por favor convenciera a Jisoo de ir personalmente a decirle a su madre que tenían un trabajo escolar, pero que realizarían en la noche por los horarios de sus padres.
Jisoo ha salido de la habitación y se encuentra en la oficina.

—Tendré que escaparme si no le cree a Jisoo.

—Tranquila, todo va a salir bien— Rosé intenta calmarla con su dulce voz.

Finalmente Jisoo volvió de la oficina y les dió la buena noticia de que podían irse con la condición de que Jennie firme el contrato para el comercial. La pelinegra lo dudo por un largo rato, pero acepto con tal de poder tener su cita con Lisa. Fue gracias a eso que se dió cuenta de que sí se siente atraída a la castaña, por primera vez puede decir que alguien le gusta y que haría lo que fuera por estar una noche con ella.

Salen de casa las dos, pero Jennie es la única que sube a la camioneta que la espera fuera y se sorprende al ver a Lisa sentada en el interior con lentes oscuros puestos.

Más allá de una venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora