Más allá de una venganza

Final

*Hace tres semanas*

—La operación fue exitosa, logramos sacar la bala— El doctor ha salido de la sala de operaciones luego de horas.

—¿Y cuándo podré verla?— Jennie se limpia las lágrimas.

Es un consuelo saber que la cirugía ha salido bien.

—Está sedada por el momento, no sabemos si su cuerpo pueda soportar la operación así que tuvimos que hacer un coma inducido.

—Pero si ha dicho que salió bien— Jennie no entiende nada.

El doctor suspira buscando formas de poder explicarle de una forma más sencilla.

—Escucha, la operación fue sencilla, pero al ser un proceso largo hemos tocado partes sensibles de ella por lo que su cuerpo se encuentra cansado— Se toma una pausa para asegurarse de que la joven frente a el esté entendiendo. —Le hemos puesto medicinas que la obligan a estar dormida para que consiga recuperarse, no sabemos con certeza si va a despertar y si recuperará la movilidad de su brazo.

En ese momento llegan su madre, Jisoo y Yeji. Todas juntas la abrazan al verla casi gritando por Lisa que tal vez no despierte. Sigue completamente sucia y no ha ido a lavarse las manos por lo que siguen cubiertas de sangre.
Les da miedo preguntarle a Jennie que fue lo que ocurrió por lo que sólo están ahí siendo un apoyo para ella.

Horas después llega una señora y se sienta a un lado de la pelinegra que se ha rehusado a irse a casa a tomar una ducha.

—Tú debes ser Jennie...— La señora le sonríe con ternura. —Mi nombre es Chitthip, soy la mamá de Lisa.

Jennie se sorprende totalmente e involuntariamente empieza a llorar.

—Yo no quería que nada le sucediera...— Cree que la señora va a culparla por lo que le acaba de ocurrir a su hija.

—Tranquila, sé que no fue tu responsabilidad— Pone una mano en su hombro con ternura. —Me ha contado muchas cosas de tí.

La madre de Lisa por alguna extraña razón le trae calma a Jennie.

—¿Tienes hambre, cariño?

Jennie asiente. Juntas caminan a la cafetería del hospital y se cuentan las diferentes anécdotas que cada una tiene con Lisa.

*Actualmente*

Los doctores han trasladado a Lisa a un cuarto en donde puedan visitarla la mayor parte del día, la mala noticia es que aún no despierta y les preocupa que eso pueda ocasionar un daño permanente en su cerebro.
Jennie mantiene viva la esperanza de que en cualquier momento va a despertar y hará una de sus típicas bromas que están fuera de lugar.

La visita todos los días sin excepción alguna y se va a hasta que el doctor le indica que ha terminado el horario de visitas, aunque a veces le permiten quedarse a dormir en el sillón que está a un lado.

Camina por la habitación, luego en un volumen bajo pone las canciones que escuchaban juntas en el viaje corto a la playa que tuvieron. Después se sienta a su lado y toma su mano.

—Me hubiese encantado que hubiéramos hecho juntas la cuenta regresiva de año nuevo, se supone que no debo decir mi deseo, pero fue que me volvieras a besar.

Jennie plática con ella con la esperanza de que la esté escuchando o con la idea de que en cualquier momento va a apretar su mano.

—Hace unos días fuí a comer con Chitthip, me dijo que año nuevo es tu festividad favorita— Acaricia el dorso de su mano con el pulgar. —Es tan buena platicando que casi puedo verte de chiquita corriendo por los fuegos artificiales.